Tanto el título como las letras remiten al optimismo e incluso a la ambición. ¿Era la intención?
La ambición es la de siempre, poder hacer la música que nos gusta y ser lo más alternativos posibles. Con esto también se paga un precio en el momento de no ser tan mainstream y de hacerlo en catalán. Todo tiene una serie de barreras, pero este disco sí tiene un punto esperanzador, un punto positivo. Igualmente, está camuflado con mensajes tristes porque lo hemos escrito en plena pandemia, habiendo cancelado muchas cosas y personalmente ha sido un disco intenso de crear. Por la incerteza, por la impotencia de todo lo que ha sucedido. Pero al final “Portals” es un disco para decir que volvemos a estar aquí, muy enfocado a hacerlo en directo. Tiene esta energía.
Más allá de hacer música en catalán, reivindicáis la catalanidad haciendo referencia a muchos elementos de esta cultura. ¿Por qué?
La verdad es que no era intencionado. Una vez más, buscamos ser nosotros mismos. Evidentemente la cultura catalana está en nosotros mismos de manera inherente, entonces la exaltamos. Cada vez es más complicado, pero tampoco luchamos para que aparezca de esta manera. Nos sale de forma natural. Esto también implica que, por ejemplo, mucha gente me critica por mi manera de hablar, porque no tengo un catalán excelentemente hablado, pero al final la cuestión es hablar en catalán y expresarse como uno es. Así que “¡Fuck Pompeu Fabra!” [risas].
"Jugamos a nuestro juego y quien quiera escucharnos que nos escuche"
¿Hay una continuidad respecto a tu música anterior?
Sí. El cambio es cada vez hacerlo más profesional y con todo mejor puesto, pero ya veníamos haciendo esto. A parte del hype, que puede ser más o menos, nosotros trabajamos de manera profesional todo lo que hacemos.
¿De qué manera os ha afectado la pandemia?
Lo ha distendido todo en un presente incierto. Nosotros veníamos de publicar un disco antes de la pandemia, lo presentamos en la Sala Apolo y teníamos una larga gira de muchos conciertos que se frenó totalmente en seco. De primeras todo el mundo pensaba “esto en verano ya estará, ya volveremos”, pero tener que renunciar a presentar “EGA” bien para todos nosotros fue un punto de inflexión de decir “Buah, cuántas horas de trabajo, de dedicación, que ahora se van literalmente por el retrete”. Viendo el punto positivo de todo esto, al menos a mí me ha ayudado mucho a crecer como persona, a tolerar la frustración, a ver que no todo se acaba con lo que esperas que sea. Al final tienes que ir construyendo mientras vas viviendo y todo lo demás es una ilusión que todavía no existe. Hasta que no pasa no es real, y esto me ha ayudado mucho a entender que la vida no es como tú quieres sino como sucede, y me ha hecho ser una persona mucho más fuerte porque lo he integrado.
Al final esos “Portals” son oportunidades.
Son canales, son puertas por las que tú vas. Cada canción de “Portals” es un estado de ánimo, una explicación de una experiencia, de una manera de sentir, de una sensación. Y claro, nosotros no somos un grupo de hacer singles, porque nos gusta hacer trabajos más largos en los que podemos abarcar un concepto. Por eso preferimos hacer “Portals”, que es un abanico de colores muy macedónico, pero a la vez conserva nuestros principios y nuestra manera de crear.
Esto va un poco en contra de cómo está funcionando últimamente la industria comercial, a base de sencillos.
Sí, pero igualmente creo que la música catalana juega un poco al margen de la industria que se mueve en el mundo. Para petarlo mundialmente no lo puedes hacer en catalán. Hay un circuito en Cataluña, Baleares, Valencia, País Vasco, etcétera, y también hay un pequeño circuito por Europa, más a nivel de música electrónica, en el que nosotros también nos estamos intentando meter. Mis miras en la industria musical no son en todo el mundo. Nosotros tenemos muy claro cuáles son los límites y por dónde nos podemos meter entre las grietas para ver mundo. Jugamos a nuestro juego y quien quiera escucharnos que nos escuche y quien no nos conozca no nos conocerá porque no habla catalán, porque no puede entendernos, y eso lo aceptamos. Nuestra ambición no es otra que poder hacer muchos bolos por aquí y por allá y tener un circuito sólido. No queremos ser pop stars.
"El disco también va de decir “yo no soy rap, no soy reggae, no soy drum&bass, somos la música que escuchamos y somos ‘Portals’'"
Mencionas la pandemia o la crisis climática en las letras. ¿La actualidad es una fuente de inspiración para ti?
Sí, me inspira, aunque para este disco me he inspirado sobre todo en vivencias muy personales. Sabemos cómo está el mundo, que todo está muy crudo, pero igualmente este disco sirve para pasarlo bien. Si quieres entender el mensaje, entiéndelo; si no, víbralo con la música. Sí que conservamos la herramienta como transformación social, como reivindicación, pero también es muy importante disfrutar de la música, no estar taladrando todo el día con que cambie el mundo, con que tienes que ser diferente, con que tienes que pensar. Las personas llegamos donde podemos. La gente trabaja, tiene familia, tiene muchos problemas, y estamos viendo que ametrallar con “cambia” no es la solución. Nuestra cabeza también está cambiando un poco. Habíamos sido personas con una importancia muy poderosa de la palabra, que también está, pero a mí que me estén todo el día diciendo dónde tienes que ir, qué es lo mejor... me cansa.
¿La diversidad de estilos musicales de “Portals” responde a tus influencias?
Otra manera de explicar “Portals” va por aquí. Nos gustan el drum&bass, el techno, el reggae, el drill, el trap, el hip-hop, experimentar… Entonces, ¿qué hemos hecho? Pues hacerlo todo, transformando los géneros que nos gustan en lo que nosotros somos. El disco también va de decir “yo no soy rap, no soy reggae, no soy drum&bass, somos la música que escuchamos y somos ‘Portals’”.
En todos tus discos hay colaboraciones. ¿Qué te aporta crear junto a otros artistas?
Es muy divertido, la verdad [risas]. Cada uno tiene sus dinámicas a la hora de grabar y de venir al estudio. Es como que aumenta el tono de colores de un disco. Si no haces colaboraciones también es muy interesante porque cuentas tu historia, pero este punto de decir “Qué colaboración más extraña”, pero hacer de repente un tema súper interesante y diferente también ayuda a ampliar miras. En cada disco intentamos hacer dos o tres colaboraciones, más o menos, y siempre ayuda mucho.
Una de las colaboraciones más imprevisibles de “Portals” es “Carry On”, junto a El Pony Pisador. ¿Cómo surgió?
A mí “Los Ponys”, antes de que se dieran más a conocer, me parecían gente muy graciosa y muy loca. ¡Ellos sí que hacen lo que quieren! [risas]. Y esto a mí me fascina. Tenía contacto con Ramon y hace tiempo que queríamos hacer algo juntos, así que con la excusa del disco les llamé y les dije “Eh, mira, quiero hacer un experimento con vosotros. ¿Os interesa?”. Y me contestaron que se metían de cabeza. Ellos han tenido muchos conciertos, así que yo llevé más la batuta de componer el tema, de producirlo, de escribir la letra, con lo que nuestro trabajo fue quedar un par o tres de días en el estudio. Ellos debían traerse los instrumentos y hacer entre todos el estribillo a cinco voces [risas]. Y así quedó, una mezcla de folk, drum&bass y canción catalana.
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