De enero a enero, solo doce meses ha necesitado José Guerrero para dar vida al segundo álbum de Segunda Persona Torneo en mi casa (Mascarpone), grabado en directo en los estudios Finca Vista Alegre en Alicante, lugar de visita familiar. En él, el integrante de bandas como Cuello o Betunizer, muestra su lado más íntimo con canciones donde, con su guitarra acústica y voz, desnuda el alma humana a través de sueños y miedos.
Estamos ante tu segundo trabajo, al cual titulas Torneo en mi casa. Teniendo en cuenta que Segunda Persona se sitúa como proyecto en paralelo a los de Cuello o Betunizer…¿se podría decir que de alguna manera José Guerrero entra en competición consigo mismo?
Jeje, bueno, no puse ese título pensando en eso. Más bien es otra sugerente manera de decir muchas de las cosas que luego también están presentes en las letras. Me gustaba como sonaba y ese es el título que se quedó.
No sorprende ( y de hecho es bastante común) que una persona forme parte de distintos grupos, como es tu caso. Se entiende que es una manera de dar salida a distintas inquietudes, musicales, ¿qué supone para ti?
Sí, es sencillamente eso, darle salida a distintas inquietudes musicales. Además creo que es muy recomendable que un músico esté involucrado en diferentes proyectos. Te abren la mente y encima no pones toda tu energía solo en un proyecto, que a veces puede incluso ser contraproducente.
Torneo en mi casa ve la luz en el mes de enero. Tu primer trabajo Faro Sencillo también lo hizo. ¿Casualidad?
Sí, casualidad. Muchos dicen que enero es un mal mes para sacar un disco, pero no es algo que me preocupe. No me extrañaría que el próximo también salga en enero teniendo en cuenta lo agradable y tranquilo que ha sido grabar donde he grabado durante la visita navideña a la familia. La próxima navidad volveré otra vez por allí, así que si tengo más temas los grabaré.
Siguiendo la linea de tu primer trabajo, en Torneo en mi casa voz y guitarra vuelven a ser protagonistas. Según tengo entendido, empezaste con la guitarra entre los 15/16 y a componer letras hacia los 30. ¿Qué te lleva a dar este paso? ¿Más vale tarde que nunca?
En los grupos que tocaba antes de los 30 solo tocaba la guitarra, no cantaba, así que no tuve la necesidad de hacer letras. Cuando empecé a cantar con Betunizer pues me puse a ello.
Tu, tu voz, una guitarra en una habitación vacía y una grabación en directo. ¿Cómo son esos segundos previos a comenzar la grabación de los temas que componen Torneo en mi casa?
Pues es un momento intenso, desde luego. Tienes que respirar e intentar relajarte para que eso sea lo que se muestre en la grabación. Si estás muy tenso también se notará y más estando solo, así que lo mejor es relajarte e intentar disfrutar de la propia canción. Que la canción sea lo importante, y ella misma te llevará por el buen camino.
De tu trabajo se ha dicho que baila entre el punk y el folk, Guillot incluso apela a Thurston Moore. ¿Cuáles son las referencias sobre las que se sitúa Segunda Persona?
No tengo unas referencias claras, la verdad. No suelo escuchar mucho folk propiamente dicho, quizá a Bill Callahan o Cass McCombs, de los que soy muy fan, pero no creo que ellos hagan un folk clásico, para mi tienen algo más. Hay algunos discos acústicos que me gustan mucho como el “Bad Debt” de Hiss Golden Messenger, pero el resto de su discografía no me dice nada. David Pajo o Lou Barlow (en solitario o con Sebadoh) también tienen cosas en acústico que me encantan, no estoy seguro de que tenga, como decía, unas referencias claras a la hora de componer. De hecho si algo que toco se parece a otra cosa demasiado, prefiero descartarlo.
El DIY es algo que queda explícito en tu manera de operar. De hecho, sabemos que Ian Mackaye tuvo algo que ver en esa influencia ética. ¿Está esa concepción de la música por encima de todo?
Comparto muchas de las ideas del DIY pero no porque lo hiciese Ian Mackaye o porque crea que sea la única manera de trabajar, si no porque creo que es una buena forma de hacer las cosas. Si no tienes ayuda externa para hacerlo, puedes hacerlo tú mismo. Cuesta más esfuerzo pero no tienes por qué esperar a que vengan a ayudarte. Solo tienes que ponerte a hacerlo, seguir y seguir e irás aprendiendo con los errores. Pero, como he dicho, no creo que sea la única manera de trabajar. No tengo nada en contra de quién no lo hace así, ni quiere decir que yo en el futuro no vaya a trabajar de otro modo.
Tus letras oscilan entre sueños, errores y miedos (entre otras cosas). ¿Estamos ante un intento de desnudar el alma humana?
Sí, hay algo de eso. Me fascina la lucha continua con uno mismo, el interior profundo pero básico de la mente humana, lo que ronda por tu cabeza a diario y tu relación con el entorno. En definitiva, la vida misma y, por qué no decirlo, la eterna y constante búsqueda de la felicidad. Pero siempre intentando llevarlo a un terreno optimista.
Has reconocido que la composición de las letras sueles hacerla tras la composición melódica. ¿Es la melodía la que te inspira para poder poner emociones a las letras?
En parte sí. Según si la canción tiene una melodía, un ritmo, una intensidad o cadencia, me puede sugerir un tipo de letra. Y la primera frase que encajo en esa melodía es muy importante, porque suele ser de lo que tratará la canción. Aunque a veces no me termina de convencer y la cambio entera para llevarlo por otro lado. O cambio otra frase y hace que la primera tenga otro sentido… Con una misma frase se pueden decir muchas cosas…
Cierras este nuevo trabajo con Que no se leer, unas sevillanas populares con las que apelas a tu herencia personal. Hay quien se sorprende del, llamémosle, eclecticismo musical. ¿Debe estar la música libre de prejuicios?
Por supuesto. A veces es muy complicado salirte incluso de tus propias influencias, pero creo que es muy importante forzarse y esforzarse por liberar tu cabeza de prejuicios e intentar llevar la música lo más lejos que puedas de tu zona de confort. Solo así creo que podrás estrujar tu imaginación para que salgan cosas interesantes de ella. Puede que también hagas auténticas barbaridades que no valgan nada, pero algo aprenderás de ello, seguro.
Con Torneo en mi casa ya has pasado por Galicia y Madrid. En Valencia, tocaste el 3 de marzo junto a Niño de Elche. ¿Qué conciertos te esperan este año con Segunda Persona?
En Valencia tengo realmente la presentación oficial el 7 de abril en Deluxe. Antes tengo un par de conciertos en Alcoy y Murcia. Y luego en abril y mayo estaré por Andalucía y Cataluña.
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