Quien haya escuchado “Bahía Paraíso”, álbum de esos que son capaces de despertar un singular cariño y que supuso la anterior referencia de Eric Fuentes tras su debut de verdad, “Descarrilant”, de 1997, sabe que el catalán que nos ocupa sabe de distancias de todo tamaño y que la transparencia es una de las marcas de la casa. Pero aquel era un disco nostálgico; este no. “No he conseguido expresar ni un uno por cien del cabreo que tenía con el mundo cuando lo hice. No tenía pena ni melancolía, tenía muy mala leche, pero por mucho que me enfade siempre acabo haciendo las cosas más fifis de lo que me gustaría”. Pero hablemos de cosas alrededor de “Eric Fuentes & El Mal”, un álbum que pierde por el camino las etiquetas deliberadamente y para el que Eric ha contado con la colaboración inestimable de Pol Fuentes, Iban Rodríguez y Bernat Sánchez. Pero El Mal tiene mucha más miga, veamos. En la portada tenemos la majestuosa imagen de un milano real, depredadora de pequeños vertebrados. “Exactamente igual que todos los depredadores que, como los tigres, cocodrilos, tiburones, se han convertido en nuestra cultura iconos de ‘el mal’. Otros depredadores como, por ejemplo, el delfín, son en cambio una imagen del bien. Pero ni el milano, ni el tiburón, ni el delfín tienen que ver nada con el bien o con el mal. Al igual que tantas y tantas conductas humanas que tienen que ver con el bien y el mal en función del código moral de una civilización. Hay que dejar de pensar en el bien y en el mal y pensar más en lo eficiente y lo eficaz. Nos daremos cuenta en que toda la humanidad coincidimos en una cosa: el mal es la ineficiencia o la ineficacia. Eso es un mal universal”. La eficacia y la eficiencia siempre han sido algo subyacente a aquello en lo que Eric ha participado musicalmente. Estamos hablando, obviamente, de The Unfinished Sympathy, la banda que fundó y de la que formó parte durante una década en la que puede decirse que “lo consiguieron” y lo hicieron con economía de medios, es decir, de nuevo, eficacia y eficiencia. “Veo Unfinished tan circunscrito a un espacio concreto de diez años, a unas actividades tan concretas hechas con personas tan concretas, que más bien considero Unfinished un periodo concreto de mi vida en el mundo de la música, que empezó mucho antes de Unfinished y que hasta que no se me acaben las canciones a publicar no creo que cese, aunque pueda variar en intensidad”. Pero si “Bahía Paraíso” era un disco casero, no se puede decir lo mismo de los temas que ahora nos ocupan, fruto quizá de una época más expansiva en aquello del acordeón de la vida. “Hora punta en territori enemic”, “Odd Girls”, “Growl” o “Kickstart My Hopes” han tenido como menú de acompañamiento. “’Sasquatch, enigma antropológico’ de Renzo Cantagalli, ‘El informe 11-S’ en novela gráfica, ‘Josep Pla, inèdit’ de Josep Valls y ‘L'hort urbà, Manual del cultiu ecològic als balcons i terrats’ de Josep Mª Vallès. Películas no porque últimamente me duermo antes de que empiecen las letras del principio”. “Rock And Roll Is A Full Time Job”, uno de los temas que integran “Eric Fuentes & El Mal”, lo dice todo con el título, un tema del que Eric nunca ha rehuido y que en el pasado sirvió de base para temas como “Rock For Food” o “Avida Dollars”. “La música habla de cuestiones románticas, pero eso no significa que la gente que vive de ella tenga más romanticismo que quien tiene otras profesiones. Al fin y al cabo uno se acaba dedicando a aquello que mejor le proporciona equilibrio entre esfuerzo y recompensa, sea económica o espiritual. Yo de momento he conseguido sobrevivir haciendo y tocando mi música, soy muy afortunado. Pero si no me salieran los números acabaría apartándome de este mundo, me lo tomaría como un hobby, le dedicaría un uno por ciento de esfuerzos y energías y me buscaría otro curro”. Ahora, y tras catar este nuevo Mal de Eric Fuentes esperamos su propagación en la inminente primavera y posteriormente en los festivales de verano
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