Sara Roy inició su carrera musical en la agrupación infantil Macedonia, una etapa que describe como una verdadera escuela. Allí adquirió las bases sólidas que la ayudarían más tarde a lanzarse como solista. Esa experiencia no sólo le proporcionó confianza sobre el escenario, sino también la oportunidad de compartir música con otras jóvenes artistas, algo que recuerda con especial cariño. Considera aquella época como un momento muy bonito en su vida.
Para Sara Roy, encontrar tiempo para ella misma, ya sea en el estudio o en casa, es fundamental. La tranquilidad de poder sentarse con su guitarra y dejar que el tiempo pase le permite, al mismo tiempo, conectarse con su arte y desconectar de las tensiones que a veces pueden ahogarla. “Cuando puedo estar en el estudio o en casa tranquila, coger la guitarra y poder dejar pasar el tiempo, creo que es el momento que puedo conectar y desconectar (a la vez) de toda la presión y entorno exterior que, a veces, muchas veces me ahoga”.
"Me encanta hacer versiones de canciones que me flipan y traducirlas al catalán"
“Alter Ego” marca una nueva etapa en su vida y carrera, un proceso que describe como un viaje de evolución y crecimiento personal. Durante los dos años que dedicó a la composición del disco, Roy atravesó altibajos tanto físicos como emocionales, lo que afectó al resultado final. Ella ve este nuevo disco como un cambio: ahora sabe con mayor claridad lo que quiere y lo que no. Este período ha estado marcado también por la influencia de nueva música que ha descubierto, algo que, según afirma, seguirá ocurriendo. “Está muy inspirado en los sonidos de finales de los noventa y principios de los 2000, en artistas como Spice Girls, Madonna o Hannah Montana (Miley Cyrus en su momento), que para mí es una gran referente. Aunque también tiene elementos del pop más actual como el de Dua Lipa”. Vuelve a mencionar a esta última como referente de la producción de “Ballant sota la lluna”. “Ha habido equilibrio entre el primer disco, que es un disco mucho más orgánico, más acústico, con mucho más del pop que yo había escuchado, el pop español tipo La Oreja de Van Gogh, Amaral, también el pop de cantautoras como Judit Neddermann, Sílvia Pérez Cruz… mezclando esta parte más orgánica y terrenal con la parte del nuevo disco que es mucho más electrónica”.
Aunque no lo había reflexionado en profundidad, Roy admite que este es un disco con canciones que pueden funcionar perfectamente en directo. Por eso, el nuevo disco incluye temas más dinámicos y bailables, alejándose de las baladas tradicionales. Y este show en directo ya tiene fecha: será el 18 de enero en la Sala Apolo 2, donde presentará oficialmente su nuevo trabajo. “Quizás fuera de manera inconsciente, pero desde el principio pensé en que quería hacer un buen show en directo con banda y por eso las canciones son más movidas y bailables”.
En “Ya no me importa”, la de Manresa aborda el tema del amor propio, una idea que resuena fuertemente en la actualidad, aunque reconoce que puede ser complicado de llevar a la práctica. Para ella, la canción representa una especie de lucha contra las críticas, especialmente en el contexto de las redes sociales, donde es más común recibir comentarios negativos que positivos. Este tema reivindica la importancia de valorar lo que hacemos y apreciar el trabajo de los demás, promoviendo la idea de expresar lo que nos gusta en lugar de centrarnos en lo negativo. Roy subraya que las críticas constructivas son las que realmente aportan algo, ayudándonos a crecer y mejorar, mientras que aquellas que solo buscan herir deberían ser ignoradas. Para ella, es como subir el volumen y no escucharlas.
Por otro lado, su versión de “Dancing In The Moonlight”, la antes citada “Ballant sota la lluna”, nació de un momento espontáneo en el estudio con Jordi Pinyot, a quien considera una pieza clave en su proyecto. “Me encanta versionar canciones. Creo que es algo que las redes sociales me han impulsado a hacer. Me encanta hacer versiones de canciones que me flipan y traducirlas al catalán. Me lo paso realmente bien haciéndolas”.
Para Sara, poder componer temas como “Jo soc com tu”, es una oportunidad única de utilizar un lenguaje universal como la música para mejorar aspectos de la sociedad o de la vida de las personas. “Esta canción nace de un encargo especial de la Fundación Maresme”, quienes le pidieron que creara una canción que fuera como un himno para ellos. Tras conocer a las personas que forman parte de la fundación, tanto los chicos y chicas como los monitores y el equipo que trabaja tras el proyecto, se sintió profundamente conmovida. Esta experiencia fue muy significativa para Roy, quien confesó que mientras escribía la canción, se emocionaba, algo que no le ocurre con todas sus composiciones. “Cuando esto sucede es porque tienes una conexión muy profunda con lo que estás creando, y porque confías en tu arte”.
“Cor de cendra” era una canción que debía estar presente en el disco. La canción, muy personal, aborda temas como el amor, la pérdida de seres queridos, la nostalgia y los recuerdos del pasado, aspectos que Roy siente profundamente, ya que se considera una persona muy nostálgica. Para ella, incluir este tema en el álbum era algo necesario para reflejar una parte más íntima de su ser. “El disco habla de esa lucha contra las críticas que pueda generar lo que hacemos. Al final ves que, sobre todo en redes sociales, a la gente le es más fácil decir las cosas negativas que las positivas. Y este disco reivindica decir lo que nos gusta, valorar la faena que hacen los demás. Al final, las críticas constructivas son las que más ayudan a construir, mientras que las malas te hacen sentir mal. Lo que hago es subir el volumen para no escucharlas”.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.