Al final de la escapada
EntrevistasRussian Red

Al final de la escapada

Luis J. Menéndez — 02-05-2011
Fotografía — Alfredo Arias

Tres largos años han pasado desde que publicara “I Love Your Glasses”. Tres años durante los que han ocurrido muchas cosas, no todas bonitas, y en los que incluso llegó a dudarse si su mediático debut tendría continuación. Finalmente está aquí, se titula “Fuerteventura”, cuenta con los músicos de Belle & Sebastian como partners in crime y aspira a todo dentro y fuera de nuestro país.

“Siempre he creído que la coherencia es muy importante, a todos los niveles”. Desde que Russian Red se convirtiera en fenómeno musical se han escrito muchos retratos y vertido aún más opiniones de Lourdes Hernández en la prensa y los mentideros de Internet. “La gente no me va a conocer por leer esta entrevista, ¿sabes? Ni tampoco por escuchar mis canciones, que muestran tan sólo una parte muy concreta de quién soy yo. Desde que lo he aceptado vivo más tranquila y despreocupada, porque me volvería loca si intentara poner a la gente de mi lado. Nadie puede acusarme de nada malo más allá de que hay a quien la sobreexposición le molesta, y si acaso por lo que ha pasado con Eureka…”. “Lo que ha pasado con Eureka” es uno de los episodios más comentados a la vez que desconocidos de la, por otra parte, aburrida y esclerótica industria musical nacional. También el punto de partida para “Fuerteventura”, segundo disco y primero de la aventura multinacional de Russian Red. Para Lourdes todo el embrollo se limitó “a una cuestión de confianza y de que teníamos planes diferentes”. Un día supimos que Russian Red pretendía romper con el sello que publicó “I Love Your Glasses”, y que estos no le iban a poner las cosas fáciles para darle la carta de libertad, menos aún conociendo el interés de Sony por la artista. “Yo quería terminar la gira y sacar un disco nuevo. Y lo que ellos pretendían para mí era otra historia: exprimir aún más mi debut y vender el contrato a una discográfica de fuera que además no estaba en muy buena situación, como luego se ha demostrado. Aparte, también había problemas económicos. Así que al final se rompió el hilo de tanto tirar”. Porque a Lourdes, lo ha declarado por activa y por pasiva, “I Love Your Glasses” no le parecía un buen disco. “Lo dije desde el principio: las canciones no estaban cantadas todo lo bien que yo quisiera y el sonido en general es muy flojo. Yo no culpo a Eureka de eso, me culpo a mí por no haber sabido hacerlo mejor”.
En los estertores de 2009 la gira de “I Love Your Glasses” llegó a su fin con la incertidumbre de cuál sería su futuro contractual. El 2010 arrancó con el acuerdo económico que permitió su traspaso a Sony y una serie de circunstancias personales. “Justo hacía un par de años que había nacido una hermana por parte de padre que me ayudó a salir de mi historia con la música… y mi padre se puso enfermo. Menos mal que me pilló en un momento en que ya no estaba de gira. Estas dos cosas fueron cruciales en lo personal y para mí marcan lo que fue el año pasado”. En verano de 2010 comienza a grabar unas maquetas con Charly Bautista, la base del que iba a ser su segundo disco. A “Fuerteventura” llegarían un total de once canciones ligadas por su temática amorosa, por una lírica simple, cercana al cliché, y en lo sonoro por recurrir a las voces, a los coros masculinos, casi como un instrumento más. “Mis canciones siempre han partido de la propia experiencia. Para mí la sombra de las cosas que estaban y se han ido para siempre es muy fuerte: las parejas, las casas en las que he vivido, los veranos pasados… Pero no, no tengo un afán literario y no creo que haya nada malo en ello”. Efectivamente, hasta hoy las canciones de Lourdes Fernández han sido maullidos melancólicos de una joven universitaria de clase media. Probablemente ahí radique el secreto de su éxito y también la explicación de por qué a menudo se la ha lanzado al foso de los leones. La Rusa no disecciona con sorna la cotidianeidad de una élite cultural como hicieron Vainica Doble y aún hoy toda su troupe de imitadores; no reinventa la canción protesta ni apunta con su pluma a los grandes storytellers como un Nacho Vegas. Tampoco lo pretende. Y buena parte del desprecio con el que en ocasiones ha sido recibida su música tiene algo de conflicto generacional, de adulto que mira con gesto condescendiente y envidia disimulada: juventud divino tesoro. Viéndola, menuda, con rasgos y gestos casi infantiles, sorprende que se haya convertido en una figura incómoda, como confirma el hecho de que prácticamente todas las cantantes a las que les pedimos -con vistas a este texto- su opinión sobre lo que representa la eclosión de Lourdes para el pop español se hayan negado a responder…

Ajena a todo eso, ella mantiene un discurso a la contra de quienes se toman a sí mismos demasiado en serio. “Hago pop, entretenimiento, no cultura. Y esta distinción me parece importante. Yo me encuentro mucho más cómoda encuadrada en esa ligereza. Creo que a menudo llamamos arte y cultura a cualquier cosa…”. Y despeja cuando se le llama la atención por la cita a Leonard Cohen en “Everyday, Everynight”. “Me gusta su música, forma parte de mi vida y como tal aparece ahí”. Como ese 14 de enero que da título a un tema y que no termina de aclarar de dónde viene. “Es la fecha de un aniversario…”. ¿El día que conoció a su pareja, tal vez…? Alguien que se ha instalado con tanta fuerza en su vida que hasta se permitió sugerirle quién debía ser el encargado de registrar su nueva colección de canciones. “Es muy musiquero y le encantan las producciones de Dave Fridmann. Teníamos como referencia los discos de Splaklehorse, pero como al final Dave tenía una agenda muy apretada su agente nos recomendó trabajar con Tony Doogan y los músicos de Belle & Sebastian”. Un cambio de tercio total. “Sí, total”. Tanto que visto desde fuera podría parecer que no había una estrategia clara cara a este disco más allá de contar con un productor de prestigio internacional. Y aquí pone mala cara. “Independientemente de que fuera Dave o el productor haya sido Tony, todo el rollo nostálgico del disco ya estaba reflejado en las maquetas y eso debían trasladarlo al disco. Si lo hubiésemos hecho con Dave y hubiera intentado llevárselo a un sonido etéreo al estilo Mercury Rev no le habría dejado…”.
Lourdes ha sido coherente, sí, y en ese sentido se da por satisfecha. “Mi objetivo era hacerlo bien, hacerlo a mi gusto. Que pudiera ponerme el disco pasados tres meses, y dentro de un año, y cuando tenga hijos y nietos y lo que sea. Y el objetivo está cumplido porque estoy supercontenta con este disco, porque me gusta escucharlo”. Pero hay más. “Fuerteventura” podría suponer un hito dentro del pop español, la demostración palpable de que algo ha cambiado y hay una forma de hacer las cosas más allá de los “Alboranes” y los “Pitingos” de turno, una forma de hacer las cosas que resulte tan viable en lo económico como gratificante desde el punto de vista artístico. “Fuerteventura”, confirmada su publicación en Chile, México, Francia, Dinamarca, Taiwán y Corea, pendiente la delegación de Sony España de la respuesta de Japón, Alemania, Suiza, y Estados Unidos, debería al menos aspirar a ello. “Es un proyecto ambicioso para Sony, desde luego, pero yo no puedo tener todo eso en la cabeza si quiero seguir escribiendo canciones. Sólo sé que no quiero verme haciendo discos y canciones que ya no me gusten, ¿entiendes? Soy muy exigente conmigo misma y necesito que lo que haga lo pueda defender. Y si te soy sincera yo me veo sacando uno o dos discos más y parando para dedicarme a otra cosa. Quiero parar, tengo la obsesión por parar, sí. Porque quiero tener hijos y dedicarme a ellos. ¿Quieres saber cómo veo el futuro? Pues así lo veo…”.

7 comentarios
  1. Ole y ole. Con un par y para alante.

  2. Jefaza!.Para mi es más q una artistaza y lo q me transmite no se puede explicar con palabras.
    Sigue así guapa, los que te admiramos te deseamos todo lo mejor y gracias por acompañarme día tras día, no me aburro de escucharte...

  3. Buenísima entrevista. Con ella queda clara que fue ella la pionera de tantas que hoy se niegan a elogiarla pero bien que corrieron a imitarla.

  4. Nos vemos en el concierto de Barcelona en L'Auditori!!

  5. No soy un seguidor incondicional, partiendo de que no es mi estilo favorito, hay canciones que me gustan pero el disco entero me cuesta un poco, al margen de ello me ha gustado mucho la entrevista. Adoro las actitudes honestas. Traza tu propia senda que es un buen camino!

  6. Ella misma rebaja su importancia al decir que hace entretenimiento y no cultura; como si la música de Beethoven, que es cultura, no entretuviera. No; sólo existe mala y buena música. Ella no es Beethoven, obviamente, pero al menos canta bien.

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