“La música tiene poderes, igual que la palabra”
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“La música tiene poderes, igual que la palabra”

Jaime G. López "Desperdicios" — 31-05-2017
Fotografía — Foto promocional

Sara Iñiguez estrena su reválida anglófila "The Game" (Rock Izar Records 2017), un nuevo y brillante trabajo donde las melodías Pop se construyen sobre cuidados arreglos vigorosamente armonizados que volverán cautivar al oyente que se asome a “su juego” sin necesidad de compartir necesariamente las raíces de la artista. Sus discos enganchan y crecen con las sucesivas escuchas. Se encuentra en estado de gracia compositivo y se nota. Su nueva rodaja irradia iluminaciones sonoras.

Sara cuéntanos ¿Cuáles son para ti las principales diferencias entre este nuevo disco, The Game, y tú anterior trabajo, Barman? ¿Podemos hablar de afianzamiento de un modelo más que una evolución hacia otras sonoridades?
Bueno, te puedo comentar que el otro día, en el coche de mi amigo Indy Tumbita sonaba "Barman", y hacía siglos que no lo escuchaba. Casi desde que lo grabé. Lo pude escuchar por primera vez y lo ví como un disco que tenía mucha coherencia de sonido y composiciones, muy elaborado y con mil detalles. Quizá también más plano en cuanto a tiempos y mis formas de cantar se asemejaban mucho más entre canción y canción.

Este nuevo disco tiene más saltos en cuanto a ritmo y más diferencias entre canciones. Tiene menos detalles de arreglos, y mi forma de cantar ha dado un salto. La voz se estira más. No sé si hay una evolución hacia otras sonoridades, quizás "The Game" suena más primitivo. Más “afilado”.

A nosotros nos ha parecido un disco muy cohesionado en su sonido donde las canciones a pesar de su innegable individualidad forman un todo muy coherente y con un sonido común. ¿Ha sido esta tu intención? ¿Es tu forma de trabajar? ¿Cómo músico crees más en el disco que en la canción?
No he buscado nada realmente...ni siquiera que las canciones enganchen. Lo único que busco cuando selecciono las canciones que van a ir, es sentir que yo me lo compraría. Para este disco tenía hechas bastantes más canciones de las que al final salieron en él. Descarto mucho. Quizá si me paro a pensar en discos de otros artistas me encanta el concepto de álbum, más que el de las canciones. Me gustan los discos que tienen los hits, pero luego tienen alguna pequeña canción escondida que no podría ir en un single, pero que tiene todo el sentido dentro de ese álbum. Igual inconscientemente me ha salido así.

No obstante se ven canciones redondas y con muchísimo potencial individual como “The Game” o “A Quiet Place”. Háblanos de ellas. 
“A Quiet Place” es una versión de Garnet Mimms and the Enchanters del año 62, que escuchábamos en Londres, en el verano del 90 cuando éramos mods, y recoge una etapa muy fascinante de mi juventud. También la letra se ajusta precisamente a mis necesidades del momento, la necesidad de un entorno tranquilo, sin ruido. La canción está bastante cambiada, que es de la única manera que concibo una versión. Es una reinterpretación de la canción, haciéndola mía.

“The Game” es un poco la canción que engloba el concepto con el que he querido bautizar todo el trabajo, para hacerlo más redondo. Para mí es un giro de composición, un pasito más adelante. Habla del juego de la vida. De ver la vida como el Juego que es, esta existencia a la que venimos donde nadie, nadie puede explicar en qué consiste ni qué es. Si cambias la forma de ver las cosas y reconoces que no tienes ni idea de qué es esto, ni qué haces aquí, la actitud se vuelve mucho más abierta, mucho más humilde, observadora y despierta, como cuando vas tú solo a un país extranjero. No dar nada por sentado, y aprender lo máximo a cerca de todo. Gana el Juego, el que despierta y se da cuenta de que nada es realmente real. Que todo cambia al instante si cambias la forma de verlo. Que en realidad tu “personaje” es artificial, y hay algo más grande guiando los mandos de tu vida, eso más grande eres tú mismo, en una versión más grande. Esa versión no tiene edad, ni profesión, ni sexo, ni apellido, ni nacionalidad, siempre ha existido y siempre existirá. Si permaneces dormido, tus miedos llevan los mandos y la vida es una pelea. Si despiertas entras en otra dimensión, donde tus capacidades superiores llevan los mandos, y esto se convierte en un juego.

Otro tema que destaca a lo largo de todo el disco son los arreglos tanto instrumentales como de armonías vocales que dotan al trabajo de gran personalidad elevando canciones como “Bessie“o “Teenage Heartbreaker”. En el buen sentido son arreglos con reminiscencias a la edad dorada del pop ¿Llegas ya al estudio con una idea en la cabeza? ¿Surgen junto al productor Mauro Mietta?
Llego al estudio con las ideas bastante claras, los arreglos son míos en casi la totalidad de las ocasiones, pero con Mauro tengo una forma muy rápida de trabajar en la que todo es muy ágil y no se pierde nada de las ideas. No me gusta mucho “hablar” de música. Me gusta grabar música, escuchar música o tocarla. Con él es fácil. El escucha lo que hay y calza perfectamente mis ideas con sus ideas, dándoles el espíritu que estoy buscando. Pero la que da la última palabra soy yo. Hasta que no oigo lo que quiero, no paro de buscarlo.

A propósito de tu productor, Mauro, formáis un buen tándem con dos grandes trabajos ya a vuestras espaldas. ¿Cómo llegas a él? ¿Consideras que "Barman" y The Game le deben parte de su sonido?
Mauro y yo nos conocemos desde hace aproximadamente 10 años. Le conocí en un concierto de Deluxe, cuando tocaba con Xoel. Claro que Barman y The Game le deben parte de su sonido! De todos modos, Barman lo mezclamos entre Mauro y yo, y The Game lo he mezclado con Ibon Larrañaga. El resultado es diferente, pero me gusta, porque así voy cambiando y probando otras cosas. Es importante no depender de nadie, el siguiente disco me gustaría grabarlo con alguien diferente.

Háblanos un poco de las letras, ¿suelen tener un carácter más autobiográfico, prefieres crear personajes o tiras más de observadora de lo que pasa a tu alrededor? ¿Cómo te definirías como letrista? ¿Cuáles son las letras preferidas en este disco?
Hay de todo. Me gusta mucho describir la realidad tal y como la veo. Si no, es muy difícil. También uso las letras como conjuros mágicos. Si quiero o necesito algo, lo escribo y lo canto. También las uso como oraciones de agradecimiento. Para qué dejar las cosas a la mitad de su utilidad, cuando se pueden usar en su totalidad? La música tiene poderes, igual que la palabra. Si lo mezclas, es una bomba de relojería. Lo aprovecho y lo utilizo.

"Si el arte no sacude, no conmueve, es que no está cumpliendo su función"

Me gusta dejar las letras bien para mí, y no escribir cualquier cosa. También me gusta no repetirme en exceso, aunque eso casi no tiene solución saliendo de una sola persona. Pasa como con la música. Es inevitable tener un sello. Pero lo que más me gusta, es que las letras de las canciones sirvan para algo. Que despierten un poco a la persona que las escucha, que les hagan plantearse cosas, como antes decíamos, cosas que dan por sentadas. Si el arte no sacude, no conmueve, es que no está cumpliendo su función. Es muy difícil autodefinirse en nada, la verdad. Prefiero que lo hagas tú.

Y una curiosidad “Dead on the Snow” parece un tétrico relato navideño. Háblanos de ella.
“Dead on the Snow” es un villancico de desamor. De abandono en Navidad. Es mi “It´s my Party” personal. Una canción alegre en lo musical con una letra dramáticamente desesperada que también es muy cómica. Me río de mi misma en esa canción. Porque ya había pasado la tormenta cuando la escribí, ¡claro!

Es frecuente  que a los músicos se os asocie con determinados artistas como influencias de vuestra música y al final se carga con la misma referencia largo tiempo. En tú caso el lugar común es hablar de Carole King pero estoy seguro que nos puedes hablar de otros músicos que aunque sea en pequeñas dosis puedan encontrarse en tú música. Sorpréndenos. 
No sé si te sorprenderías demasiado si te hablo de Tony Joe White, de Nina Simone, de Brian Wilson, de Harry Nilsson...pero quizá si te sorprenderías algo más si te hablo de gente que me encanta como Rage Against the Machine, o Pentagram. Yo que sé. Cada vez que oigo algo que me mueve absorbo todo lo que puedo. Luego lo saco de forma que ni se nota la influencia, pero algo hay de todo. Hay literalmente miles de artistas que me conmueven por una razón o por otra. Por su música, o simplemente por su actitud ante la vida.

Con la reciente muerte de Chris Cornell en casa llevamos días de luto sin parar de escuchar sus canciones desde que nos levantamos. Hay artistas que nos han salvado en diferentes momentos y les debemos literalmente la vida.

Ya que comentábamos antes el tema de los arreglos y la producción nos gustaría saber tus productores favoritos y el motivo de tu elección. 
No tengo en ese ámbito muchas manías. Hay producciones que para unos estilos no se podrían usar, pero en otros ¡son perfectas! Hay millones de formas de producir y muchas funcionan bien. Hay muchos productores buenísimos en mil estilos. Tiene que funcionar con la canción. Pero si la canción es maravillosa aunque esté mal grabada, da igual. Hay discos que sí, joder te da pena porque dices, qué discazo y que pena de producción, pero te lo compras. Hay discos que no me gustan y están grabados de puta madre. Y luego hay muchos que simplemente registran las canciones sin dañarlas, pero sin aportar gran cosa.

La última vez que realmente me impresionó una producción, casi hasta tal punto que superaba al discazo que la traía fue Loser, de Beck. Beck me dejó flipada. Eso es inventarse algo cuando ya se creía que estaba todo inventado. De ahora también me gusta mucho el trabajo que ha hecho Dan Auerbach con Dr John. De los primeros 70 ya ni te hablo porque la mayoría eran espectaculares de bien hechas, pero sin embargo muchas otras producciones me encantan porque son una “guarrería”, como ciertos discos de Capitain Beefheart, o Music Machine, o discos de los 50 como Dale Hawkins, en los que el productor ni siquiera figura en los créditos...

Respecto a esta Gira creo que tienes una fecha especial, ¿verdad? Me refiero al BBK Music Legends donde tendrás oportunidad de compartir cartel con Georgie Fame y otras luminarias el próximo 2 de Junio en Sondika (Vizcaya). ¿Cuéntanos porque es tan especial para ti? 
Bueno, para mí es muy especial tocar en un festival de Leyendas, cuando todavía ni ha despegado mi carrera. Pero está claro que para algunos ya lo soy jajajaja. Fuera de bromas, es muy especial compartir cartel con Georgie Fame, que en gran medida ha modelado mi vida y mis gustos musicales. Soy fan de Georgie desde que tenía unos 15 años, y nos conocimos una noche alrededor del 2000 en la Manga del Mar Menor. El había tocado por allí con los Rythm Kings y pasamos una noche bien divertida charlando de bar en bar.

Además también toca Van Morrison, que por supuesto ha estado presente en mi vida desde que tuve algo de uso de razón musical. Tanto su época Them, cuando era más jovencita, como su época en solitario años más tarde, cuando estaba explorando más música de autor de los 70.

También es muy especial porque saldré a tocar bien rodeada de amigos y compañeros de siempre, como Natxo Beltrán y Jokin Salaverria, que son como hermanos, con Nerea Alberdi y Noemí Santamaría a los coros y cuerdas, Adrián Barcena a la guitarra, y Alex Blasco a los teclados. Todos son amigos y gente muy cercana, además de grandísimos músicos. A los vientos me acompañarán Jose Ballester y Julen Rodríguez. Realmente la mejor manera de ver a Rubia es así, haciendo justicia a los discos, con las canciones bien arropadas, y bien arregladas. ¡¡Recomiendo no perdérselo!!

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