Amante del punk de Black Flag,
del viejo blues que tocaban a las orillas del Mississippi y del metal de
Slayer, Scott H. Biram es un músico que va a la suya, que toca con una vieja
Gibson fabricada en 1959. Biram es una persona que superó un duro accidente y
tres años de alcoholismo, todos ellos retratados en una pieza titulada “Still
Drunk, Still Crazy, Still Blue”. “Muchas
de las canciones del disco son una reacción a ese periodo, como una especie de
cura sacando toda la mierda que tenía dentro. Esta canción surgió el día que me
levanté por la mañana y aún estaba borracho de la noche anterior, intentando
escribir una canción mainstream de
country”. Como todo músico inquieto, él también ha evolucionado con el paso
del tiempo. “En mis tres primeros discos
me dediqué a tocar versiones de blues antiguo, en los siguientes empecé a escribir
y a capturar un sonido que buscaba desde hacía tiempo, y con este me he
acercado más. Ya veremos qué pasa con el siguiente, si bien intuyo que será
todavía más acústico simplificando el concepto general de mi música”. Scott
H. Biram defiende que el tocar en solitario le permite controlar siempre la
situación, decidir por cuenta propia, con la ventaja además de no compartir
salario con nadie. Incluso en estudio prefiere trabajar a su bola. “Hago mis discos en un estudio que tengo en
casa, eso me permite producirlos yo mismo, aunque me lleve más tiempo hacerlo.
En el pasado era todo más real, ahora he utilizado otras técnicas incorporando
nuevos sonidos. He tardado dos años, ya que he pasado mucho tiempo en la
carretera, pero lo cierto es que disfruto mucho con mis conciertos. Quiero que
sean actuaciones muy viscerales que te golpeen en la cara. Lo principal es que
cuando acabe la gente piense que ha visto un buen espectáculo de rock”.
Scott H. Biram estará tocando los días:
El 19 de abril en la Sala Tartufo (Bergara)
El 20 abril en la Sala Ritmo y Compás (Madrid)
y el 21 abril en la Sala Rocksound (Barcelona)
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