Rebobinando: en 2000, el grupo del momento en esto del rock patrio, Dover, arropaba a una emergente Vacazul bajo su sello-cantera Loli Jackson para protagonizar, junto a otros “elegidos”, una explosión de bandas indies aptas para el gran mercado a la que finalmente nunca asistimos: conciertos ante un público amplio, apariciones en Sol Música y los 40 Principales y luego ni rastro. Hasta hace unos meses, uno creía que Jairo Zavala, Javi Vacas, Antonio “Pax” Álvarez y Daniel Marrariaga “Charras” repartían su tiempo entre los muchos proyectos paralelos de los que también come el grupo (y el principal de los cuales reúne, bajo el nombre Tres Hermanos, a la misma formación que La Vaca en sexteto experimental con un repertorio negro: jazz, soul, funk y demás). Y terminando 2004, Vacazul se nos cuela volando en casa en una envidiable forma física y con el que parece ser su mejor disco hasta la fecha, “Vienen tiempos”. Poco a poco. “Loli Jackson sacó nuestro anterior disco, ´Radio Tangente´… y nosotros no cumplimos sus expectativas de ventas”, arranca Javi Vacas (teclados). Jairo Zavala, voz y guitarra, bebe agua: “Exactamente. Y, por otras razones, las relaciones del sello con EMI fueron hacia abajo. Por lo que sea les quitaron las alas”. “Ellos tampoco tenían experiencia en eso. Eran miembros de un grupo que de pronto también dirige un sello con otros grupos potentes. Se juntaron muchas cosas” (Charras, teclados).
"Son cuatro años, y cuatro años son mucho tiempo. Que se lo digan a Presuntos Implicados" |
Loli Jackson cerró, aunque para entonces ellos ya habían cumplido con su parte, disco y gira. Ahora “Vienen tiempos” sale bajo el sello V2, “la multinacional de los independientes” (The Datsuns, Bronx, Paul Weller, Stereophonics o The Black Crowes) y Vacazul en boca de muchos. Nada de esto, sin embargo, tiene que ver con operaciones, ni presupuestos o adelantos: dos maquetas de rock´n´roll mondas y lirondas –una fruto de un contacto no afortunado con Alejo Stivel, la otra de Daniel Alcover, quien finalmente aparece en los títulos del disco– y el viejo sistema de patear casas discográficas. (Jairo) “Ellos estaban buscando un grupo de rock con letras en castellano, y cuando les llamamos para ver si habían recibido nuestra maqueta nos dijeron directamente que nos fichaban. Les habían hablado bien de nosotros y tenían intención de conocer nuestro trabajo. Les presentamos una maqueta cutre grabada en el local. Pero esa es la que triunfa, ahí es donde se ven las costuras de un grupo”. Grabado este verano en Madrid dando un acertadísimo protagonismo al Hammond, “Vienen tiempos” no supone una ruptura radical con la tradición sonora del grupo, reconocible sin problemas pero que se mueve por terreno resbaladizo: en Google encuentro quien los coloca entre el rock’n’roll y el rock urbano, entre M-Clan y Fito y los Fitipaldis, dos ejemplos, por cierto, también incómodos al sesudo molde de qué fórmula es comercial y qué otra no lo es. A lo que viene el cuarto disco de Vacazul es a afianzar definitivamente una propuesta, a dar nombre a lo que antes sonaba a un montón de cosas –¿rock espongiforme?–, pulir aristas, aportar colores y otras cosas que se dicen sobre los “discos de madurez”. Seguridad e imaginación, pequeño saltamontes. (Vacas) “El sonido del disco es buscado, pero es lo que nos sale tras improvisar…”. (Zabala) “En tres o cuatro años hemos reunido treinta y tantas canciones, entre las que sí que es verdad que había varias donde los teclados tenían mas protagonismo… También es cierto que, en este tiempo, hemos aprendido a tocar mejor. Y nos parecía curioso, novedoso dentro de Vacazul que, a pesar de que siempre hemos tenido un sonido Hammond muy presente, mostrar que Dani tiene más recursos…”. (Charras) “Son cuatro años, y cuatro años son mucho tiempo. Que se lo digan a Presuntos Implicados”. Y tanto de dan para mucho: mientras esta entrevista tenía lugar en algún lugar de la calle Hortaleza, la población de Estados Unidos acudía en masa a reelegir a su presidente en unos comicios históricos. Los miembros de Vacazul opinan que todo es política y que el sistema electoral en Estados Unidos ha tenido una producción exagerada, por lo que debería ser candidato a disco del año. Cerrando este disco precisamente, en “Presidemente”, incluso le cantan unas cuantas a Aznar : “Te has dejado abierto el gas/ y no he vuelto a verte más”. “Política es todo. Política eres tú”, dicen, y se parten de risa.
That's an apt answer to an inetersting question