Vas a actuar en España y nos equivocamos al pensar que es tu primera gira. ¿Qué esperas del público español ahora que eres más popular?
Bueno, en verdad es mi cuarta vez en España tocando. Recuerdo que la primera fue abriendo un show en el Sidecar de Barcelona. Fue increíble. No me conocía nadie pero la recepción fue hermosa. Eso fue en… 2016 quizás. Era muy chico, iba todavía a Secundaria. Después volví a tocar en Barcelona en 2019 y ese mismo año hice dos shows en una hermosa librería en Barcelona y un show en Madrid. Esta vez fue hermoso porque fueron shows que se agotaron y la gente estaba muy encendida. Siento que es un público muy muy muy amoroso y a la vez fervoroso, que no se guarda nada. Cantan desde el corazón y eso es lo máximo. Tengo muchas ganas de volver porque tengo un recuerdo muy vibrante de los últimos shows que hicimos en abril.
La verdad es que sorprende que publicases “Connections” con apenas diecisiete años. ¿Cómo fue el proceso desde que empezaste hasta que llegaste al primer álbum “Niños del universo”?
Fue hermoso, vertiginoso y largo. Comencé tocando mis canciones en pubs underground a los catorce años. Mi padre o mi madre me llevaban, tocaba y me iba, porque al ser lugares para mayores no podía quedarme allí. Era hermosa esa dualidad de tocar en esos lugares y al día siguiente ir a la escuela. Con el tiempo grabé un primer EP que no sé dónde habrá quedado colgado. Más adelante grabé “Niños del universo”, que es un disco que adoro y que me sigue gustando tanto como cuando en aquel momento.
"Me siento absolutamente un músico que actúa . También hay algo del actor que hace música"
Recientemente has publicado “Uno de los dos”, colaboración junto a Simón Hempe, un tema mucho más synth pop de lo que nos tienes acostumbrados. ¿Es un ejemplo de lo que será el próximo álbum?
El nuevo disco viene muy muy muy variado. Imagínate que dentro de ese mismo disco está “En la tierra”, “Viento helado”, “Uno de los dos” y un flamenco puro [risas]. Me gusta mucho hacer eso, siento que hay algo en la forma en la que abordo la composición y el modo de cantar que unifica todo y no importa mucho de qué género a qué género pase, siempre tiene ese común denominador que es la forma en la que la música atraviesa mi cuerpo y mi espíritu.
Han pasado tres años desde “El Gaviota”. ¿En qué momento creativo estás ahora mismo: uno continuista o uno rompedor?
Yo creo que estoy en un momento de integración. Mis tres primeros discos se parecen muy poco entre si, fue como una etapa de mi vida musical muy expansiva en relación a la forma en la que iba absorbiendo música y modos de grabar y componer. Creo que este nuevo álbum integra muy bien todo eso que hice antes y lo sintetiza en algo nuevo pero que abraza todo ese recorrido. Se siente la presencia de “Niños del universo”, de “Fervor”, de “El Gaviota”, pero unido en algo nuevo que a la vez no es ninguno de esos tres. La verdad es que este nuevo disco me tiene muy contento.
En cambio, “En la Tierra”, con Lisandro Aristimuño, era un tema muy acústico, sensible y espiritual. ¿Caben todos esos mundos en el mundo actual de Rocco Posca?
Yo creo que sí, que hay espacio para todo siempre que la búsqueda sea verdadera. Yo soy muy así. Estoy muy en contacto con la tierra, el silencio y el tiempo que eso trae, introspectivo, pero a la vez amo salir con amigos a tomar algo y bailar. También me gusta el ruido de la ciudad. Todo es parte y siento que todo es espiritual, no hay una cosa más elevada que otra, todo es parte de la misma expresión del ser en sus diferentes matices. Vuelvo a la integración, todo puede convivir. Imagínate que vivo a ochocientos kilómetros de Buenos Aires en medio del monte, pero a la vez me la paso de gira de ciudad en ciudad. Todo convive de un modo muy lindo.
Desde España nos resulta sencillo hablar de pop rock argentino en general, como dando por hecho que existe un sonido reconocible, pero ¿con qué artistas argentinos de ahora mismo tienes conexiones en lo musical, conexiones estilísticas me refiero?
Yo creo que con muchas bandas. Hace poco compartí escenario con doppel gangs, Francia y los exploradores, y me sentí muy cercano. Me gustan muchas cosas que están pasando en Argentina hoy en día. Podría nombrarte mil nombres.
Ahora que conocemos tanto tu faceta como actor y como músico, nos gustaría saber si te consideras un músico que actúa o te ves más como un actor que también crea música...
Me siento absolutamente un músico que actúa . También hay algo del actor que hace música. Pero la verdad es que todo siempre lo paso por la frecuencia. Las emociones, los días, las ideas, cualquier cosa. Me resulta mas fácil la vida en general cuando la conecto con la música, y yo actúo desde lo musical, no desde el significado. Cuando me llega un casting no lo hablo, lo canto. Y después cuando se ablandan las palabras puedo hablarlas.
Por lo que tenemos entendido mantienes buenas relaciones con los artistas clásicos argentinos. ¿De quién has aprendido más y de qué forma?
Sí, siempre me han tratado con mucho cariño. Fito Páez al comienzo en la época de “Niños del universo” me tiro muy buena onda. Yo iba a Secundaria con el hijo y éramos muy cercanos. Diego Uma de Babasónicos, Daniel Melingo, Melero, David Lebon… La verdad es que siempre me tiraron la mejor. Es increíble porque yo vivo escuchándolos. Son mi escuela.
Ahora mismo los puentes musicales entre Argentina y España están bastante fuertes, sobre todo en lo que rap y en música de carácter “independiente” se refiere. ¿Tienes contacto con músicos españoles?
Me gusta mucho lo que hace Muerdo, Leo Rizzi. Amo a Israel Fernández… Hay muchas cosas bonitas dando vueltas.
En Mondo Sonoro somos buenos amigos de los Bayona, sobre todo de Carlos, quien también es músico. ¿Puedes contarnos algún cotilleo sobre Carlos de los días que compartisteis durante la filmación de la película?
¡Qué grandes Carlos y Jota! [risas]. Los adoro, son familia para mí. Carlos era el tío que nos conseguía todo lo divertido, desde una red para jugar al fútbol-tenis en las esperas del rodaje hasta las mejores fiestas de la zona. Son gente muy muy amorosa y graciosa. Siempre que estás con ellos sabes que te vas a divertir mucho. Y no hace falta decir que haber formado parte de “La sociedad de la nieve” nos cambió mucho la vida a todos. Siempre estaremos agradecidos con los Bayona.
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