Gemma Polo (cantante) y Clàudia García-Albea (violinista) nos guían a través del proceso de creación del álbum y reflexionan sobre la evolución del grupo tras diez años desde el lanzamiento de su primera maqueta.
Si por algo se conoce a Roba Estesa es por su vena reivindicativa a la par que festiva que lleva presente desde los inicios. “De lo bo, lo millor” sigue con la misma intención, pero parte de una premisa un tanto distinta a las anteriores. “La cotidianidad siempre ha estado presente en nuestras propuestas, pero se relataba a través de imaginarios, paisajes o abstracciones”, explica Gemma, “ahora encontramos la potencia de lo político más allá de los grandes marcos teóricos del discurso”.
Desde el erotismo, a la represión, la fiesta y la precariedad, “que nuestras vidas en si sean políticas tiene ahora más presencia de una manera horizontal en lo que hacemos”, indica Clàudia. Además, Gemma manifiesta entre risas que “desde el margen y desde la extrañeza, lo único que puedes hacer, más allá de utilizar la rabia como motor, es celebrar que nuestras realidades son, y me tendrán que perdonar, mucho más entretenidas, divertidas e intensas que las de los señores”.
"No éramos nada puristas con el primer disco y no lo seremos ahora”
Sobre afrontar la crisis de los 30, ambas comparten la intención de presentar una visión crítica de lo que comúnmente se entiende como normativo: “Como se ha expresado muchas veces es desde la frustración de no estar casada y con hijos, pero nuestros modelos vitales no son nada así”. Añaden que trabajar esta crisis con otros referentes permite apreciar que “nuestra vida de ahora seguramente será también la que tendremos con 40 años”. Sin embargo, más que encontrar confort en el sistema que precariza, se trata de aprender a relativizar.
Y es que “De lo bo, lo millor” es “un disco frenético, con muchos altibajos emocionales, de media horita para que te dé tiempo a escucharlo de camino al curro, antes de que te moleste el jefe”, destaca Gemma. Solo hace falta echar un vistazo a las colaboraciones para palpar el ritmo que se llevan: “El <3 A 1K” con Tremenda Jauría, un tema eufórico sobre cómo cuidar a nuestros vínculos entra tanta precariedad laboral; “AMB CALMA” junto a Antònia Font, un retrato de cómo atravesar lo malo del día a día celebrando los pequeños detalles de la vida; y “1312” de la mano de La Furia, un grito de rabia contra los abusos de poder.
A nivel de sonido, el nuevo LP es lo más ecléctico que han hecho hasta la fecha. Tiene que ver con que “hay mucha gente detrás de las canciones, creando e imaginando con inspiraciones diversas”, comenta Clàudia. Además, destacan el bagaje de experiencia que poseen, el cual les ha permitido crear desde un nuevo punto. En palabras de Gemma: “No es la metodología del primer disco. Nos hemos dado más permiso que nunca. Si nos ha apetecido hacer algo un poco tonto, o algo muy sexy, pues eso hemos hecho”. Trabajar con distintos productores significa a su vez experimentar desde lugares distintos, aunque mencionan que no son “muy frikis musicales”.
Son los instrumentos los que siguen tomando protagonismo por su permeabilidad. Clàudia, que es la violinista de la banda, explica cómo el violín en una canción puede hacer de sinte, en otra de guitarra, en otra de cavaquinho, en otra de guitarrón cuando el guitarrón está haciendo de percusión… “No tiene por qué tener cada instrumento siempre el mismo rol, y eso también da riqueza y variedad”, ilustra. Por otra parte, cuenta que para este álbum han bebido de referentes como Rodrigo Cuevas y Queralt Lahoz, quienes están jugando con juntar lo tradicional con la electrónica: “Algunos temas incluyen este aspecto a nivel de producción musical”.
Es el caso de “Verge de la Llibertat”, el imponente cierre del disco. Aunque el sonido electrónico sea más novedoso, en cierta medida esto no es para nada algo primerizo en Roba Estesa: “Nosotras siempre nos hemos relacionado con la tradición en un sentido de temática, letras y música, melodías o estructuras de canciones, de una manera extremadamente ligera, simpática y juguetona. No éramos nada puristas con el primer disco y no lo seremos ahora”.
“Es mucho más fácil decir cosas directamente cuando te importa poco lo que digan de ti, que cuando tienes 20 años y te afecta más"
En relación con el título del LP, “De lo bo, lo millor” se refiere a que los temas que han entrado son los mejores de las mil propuestas que había y se han descartado. “También hay mucha ironía y mucho sarcasmo. Es como esta falacia del éxito y de lo que es bueno y lo que no. Al final somos un colectivo que nos sentimos orgullosas de lo que somos. Este disco es el pequeño homenaje a nuestras realidades”, explica la cantante.
Más de una década tirando adelante un proyecto musical dan para mucha evolución. Pero ¿cómo encontrar el equilibrio del cambio entre la voluntad interna y la presión externa de la industria? Si hay un elemento que jamás se pondrá en duda, ese es el formato banda: “Como público nos parece súper potente ver un concierto donde hay personas tocando instrumentos”, afirman. Sin embargo, también abrazan el cambio como algo orgánico y natural: “No lo problematizamos. Si estamos sucumbiendo o no a unas expectativas de la industria, pues tal vez sí, pero tampoco nos parece conflictivo”.
Frente a la realidad de que a las artistas disidentes se les exige más que aquellas que encajan en la cisheteronorma, Polo comenta lo siguiente: “Nosotras cuando parecíamos heteros ganamos muchos premios. Cuando empezamos a cortarnos el pelo, a enseñar los pelos, a tener estéticas menos normativas... ya no fue así. Es más difícil de mirar, lo entiendo, porque seguramente te despierta o te remueve cosas que no entiendes, y por tanto no lo puedes clasificar. Socialmente todavía no estamos en el punto para que los medios abracen esto”.
El nuevo trabajo de Roba Estesa muestra una madurez musical palpable, que aun así mantiene las huellas de su proclamado folk calentó. Más allá, incluso, se trata de una madurez personal y grupal, que impregna también el discurso y la lírica e interpela a la oyente de forma más explícita que nunca. En palabras de Polo, “Es mucho más fácil decir cosas directamente cuando te importa poco lo que digan de ti, que cuando tienes 20 años y te afecta más. Ahora ya... no sé si no nos importa o si nos hemos hecho la coraza lo suficientemente dura como para estar preparades para recibir los golpes”.
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