Nos visitan de nuevo en unas semanas: el 13 de junio estarán en Madrid (La Riviera), el 14 en Burgos (Andén 56) y el 17 en Barcelona (Apolo), un año después de la publicación de “Darkfighter” (Atlantic, 23) y “Lightbringer” (Atlantic, 23), séptimo y octavo álbumes de una carrera que ya sobrepasa los quince años. Por otro lado, el 15 de junio estarán actuando en el Rock In Rio Lisboa.
Rival Sons siguen siendo una de las mejores enseñas de ese rock norteamericano que hunde sus raíces en el hard y en el blues de los años sesenta y setenta para proyectar su sombra con vigor a nuestro presente. Hablo de todo esto con Jay Buchanan, su encantador frontman, el vocalista, guitarrista y compositor principal del quinteto que en directo completan el también guitarrista Scott Holiday, el batería Mike Miley, el bajista Dave Beste y el teclista Todd Ögren.
Vivías en Nashville cuando llegó la pandemia, y entonces te mudaste a tu California natal. ¿Sigues allí?
Sí, estuve cinco años en Nashville. Una ciudad fantástica para mí en la que pude trabajar en el estudio con algunos de mis héroes. Pero en 2020 tuvimos un hijo y supimos que lo mejor era volver a California para estar cerca del resto de nuestra familia. Volvimos a Los Ángeles. Pero como somos del sur de California, la transición fue fácil. Aunque a veces echo de menos Nashville.
¿Qué tal os sentís cuando venís a tocar a España?
Cada cultura, cada país, tiene su encanto. Su propia energía. Tanto si tocas ante una masa de miles de personas como en un teatro. España siempre ha sido un placer para nosotros. Recuerdo nuestro primer concierto, en el Azkena Rock, creo que alrededor de 2010 o 2011, y desde entonces ha sido una relación de amor con España. Nos alegra volver.
“Tengo amigos y familiares que piensan muy distinto a mí..., pero intento centrarme en lo que compartimos y no en lo que nos divide"
Es curioso: siempre que hablo con músicos foráneos me dicen que sienten que este es un país muy rockero, pero nosotros no lo vemos en absoluto así.
Lo entiendo. Hay tantos géneros diferentes, tantos artistas, tanta música distinta disponible para la gente ahora… Durante mucho tiempo el rock estuvo en lo alto de esa amalgama de músicas, dominaba el mundo, pero ahora está a la misma altura que muchos otros géneros con los que ha de competir, y en cierto modo ha sido relegado a lo novelty y a lo nostálgico. Y yo lo entiendo. Ahora es el hip hop el que domina el mundo, manteniendo merecidamente su estatus de innovadora forma de arte. Y creo que esa apreciación de España como un país rockero tiene en realidad más que ver con que vuestra cultura es más visceral, más física. Notas cómo el público en directo está contigo. Creo que eso es lo que les da a las bandas la sensación de que el rock es lo que prima, pero es más por la forma en la que el público muestra su aprecio.
¿Te sientes como un eslabón de una cadena evolutiva que quizá ya está fuera de tiempo?
Lo pienso, porque es inevitable ver cuál es tu posición en el mundo y en la cultura pop. Entiendo que las generaciones más jóvenes puedan pensar que lo que hacemos es como una reversión a los años setenta. Se asocia el rock a un periodo determinado de la historia. Y lo puedo entender. Igual que cuando piensas en Marlon Brando: no lo ves como un hombre viejo y obeso, sino como un tipo joven y guapo, que genera deseo carnal, porque supuso un punto inflamable en la cultura popular. Lo mismo con Steve McQueen. Los asocias a una época. Y la gente hace lo mismo con el rock. Para nosotros, la responsabilidad de portar esa llama o de pasarla a una generación nueva. Solo hacemos nuestra música a nuestra manera, y afortunadamente tenemos un público que vale la pena. Intentamos ser auténticos en nuestra forma de expresarnos, ser solo Rival Sons, porque hay muchos otros grupos dentro del rock que ya le dan otra apariencia, ya sea heavy, screamo o cualquiera de las formas híbridas en las que el rock puede presentarse. Al final, lo único que hacemos es tratar de ser fieles a nosotros mismos.
Publicasteis dos álbumes en 2023, “Darkfighter” y “Lightbringer”. ¿Habéis tenido tiempo de trabajar en material nuevo?
Escribo todos los días. Ya sea para Rival Sons, para mi proyecto en solitario o para otros. Cuando llegue el momento, Scott [Holiday] y yo pondremos nuestras ideas en común y veremos qué podemos sacar de todo ello. Pero aún no nos hemos sentado. Ya veremos.
No sois una banda explícitamente política, pero sí que se refleja en cierto modo la situación del mundo y de vuestro país en vuestras canciones.
Bueno, Norteamérica no tiene la patente de la hipocresía. Ocurre en todos los países y con todos los gobiernos. Creo que el teatro del absurdo en el que se han convertido los Estados Unidos, con la gran división política que aún se mantiene, no debe ser muy diferente al panorama de la política en España. En todas partes hay una narrativa del nosotros contra ellos. Estas cosas suponen una información para ti como artista. Primero eres artista, luego norteamericano. Ves las noticias y hablas con tu familia y tus amigos, y todo eso te informa hasta cierto punto, pero creo que casi todo lo que escribo intenta indagar un poco más profundo, en mí mismo y en mi perspectiva. Y contemplo todos estos asuntos políticos, de año electoral, como algo temporal, transitorio. Solo soy una persona que se mueve a través de todas esas estaciones. En los dos últimos discos toqué temas que consideraba oportunos, como la soledad, el aislamiento, la perseverancia y la necesidad de aguantar el tirón, de no perderte en medio del caos.
Hay una polarización, como dices, que es generalizada.
Claro que hay una polarización, yo la vivo. Tengo amigos y familiares que piensan muy distinto a mí. Gente que tiene una ideología completamente distinta y que no ve el mundo de la misma forma. Como artista, intento centrarme en lo que compartimos y no en lo que nos divide. Lo que nos une, y lo que nos separa. Lo que tenemos en común. Puede sonar raro, pero de mí depende el comunicarme con la gente tan profunda y claramente como me sea posible, y tener empatía. Si alguien a quien quiero cree en cosas muy extremas o directamente en locuras, intento entender qué es lo que le ha llevado hasta ahí. Hay que intentar no perder la visión de la persona que hay detrás de un pensamiento extremo: seguro que puedes entenderle en parte, y compartir tu paz con él, e intentar explicarle por qué piensas de otro modo. Siempre se puede encontrar un espacio común.
"Creo que cada vez que veo de cerca y en directo a uno de los grandes, me inspira. Sobre todo, cuando son muy mayores. Porque la música es la fuente de la juventud"
Habéis compartido escenario con Black Sabbath, AC/DC o Guns N’ Roses. ¿Alguna experiencia singularmente memorable?
Cada vez que tienes el lujo o el privilegio de compartir escenario con cualquiera de estos nombres… Nuestra primera gira por Europa fue con Judas Priest. A todo el mundo le gusta Judas Priest. Y luego vinieron Black Sabbath, Aerosmith, Deep Purple, The Rolling Stones, Lenny Kravitz… La lista es larguísima. Creo que cada vez que veo de cerca y en directo a uno de los grandes, me inspira. Sobre todo, cuando son muy mayores. Porque la música es la fuente de la juventud, y verles te permite atisbar cómo puede ser tu futuro, y te recuerda que esto no tiene un límite de edad. Piensa en el poder de la voz humana, por ejemplo: puedes disfrutar de una voz joven, aún sin la destreza de la experiencia, pero también de la voz temblorosa de una bisabuela, por ejemplo, que te transporta a otra época, te golpea por dentro. Poder expresarte así es algo que no tiene edad. Poder educarte junto a esos gigantes del rock, con los que hemos tenido la ocasión de tocar, es un privilegio.
Hablando del poder de la voz, me ha gustado mucho la versión de “Teardrop”, de Massive Attack, que has colgado en tu perfil de Instagram, dándole un aspecto completamente distinto.
Cuando interpreto una canción de otros, lo que intento es rearreglarlas y hacerlas pasar por mi voz como si las hubiera escrito yo. Me encanta escuchar a la gente que lo hace así. Soy escritor de canciones, ya tengo muchas mías, así que interpretar la música de otros de esa manera me encanta. Como músicos, siempre habrá esa tradición de interpretar canciones de otros compañeros. Rival Sons no hacemos muchas versiones, la verdad. En un futuro me gustaría que hagamos más. Al menos un par en cada concierto. Está muy bien celebrar la música de otros artistas.
Estoy viendo el tatuaje que tienes en la mano izquierda, que es una pluma de pavo real, y no me puedo resistir a preguntarte si tiene algo que ver con XTC, porque tienen una portada que es exactamente igual, la de “Apple Venus Vol. 1” de 1999.
Oh, me encantan XTC. Soy muy fan. Les descubrí cuando era un crío, con “Skylarking” (86), el que les produjo Todd Rundgren. Me encantó. Y también “Oranges & Lemons” (89). Pero no, este tatuaje no tiene nada que ver con ellos [risas].
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