Rita Payés tiene un imán. Quién se le acerca, desea trabajar a su lado. Nombres como los de Jon Batiste, C.Tangana o Silvia Pérez Cruz son solo un ejemplo. A los veinticuatro años de edad ha vivido lo que otros músicos no consiguen siquiera acariciar en una vida entera. Queda ya lejos su paso por la Sant Andreu Jazz Band, su hermoso “Lua Amarela” (16) o incluso la aventura junto a su madre, Elisabeth Roma [el disco “Como la piel” fue toda una revelación]. Su presente ahora es otro, el que refleja “De camino al camino”, un trabajo que muestra a una artista que se asoma por distintos rincones de su personalidad. “El disco se gestó canción a canción. Cada una es de su padre y de su madre, pero al final, cuando las juntas, todo cobra un sentido. En cualquier caso me siento muy libre porque me gustan cosas muy distintas”, me comenta en persona. Hemos quedado en una cafetería del Poble Nou de Barcelona. Su casi recién nacida hija duerme plácidamente mientras charlamos. Rita Payés es una persona tranquila y que, en apariencia, parece tímida. Luce una bonita sonrisa fruto de la sinceridad con la que habla. Reconoce que, en esta nueva vida, ha descubierto que la paciencia es elástica. La cantante y trombonista ha grabado un disco que es una fotografía de este momento. Por eso, al margen de los planes que puedas tener, destaca la importancia del aquí y el ahora. “Fíjate, no era consciente de que el disco salía ya. No te das cuenta y lo tienes a la vuelta de la esquina. Es algo muy real. Y es que, en realidad, no nos planteamos una fecha concreta. Es cierto que nadie recomienda publicarlo en medio del verano, a no ser que tengas un hit de temporada, que no es el caso, pero no queríamos esperar. Como es un disco que pide un poco de paciencia, así la gente tendrá tiempo de descubrirlo poco a poco. Por ello teníamos la sensación de que daba igual cuando saliese. Al final, el que lo quiera escuchar, lo escuchará. De todos modos, tengo que reconocer que yo desconecto un poco de esas cosas del marketing”.
“Sería ideal sacar disco solamente cuando lo sientes. Uno cada diez años, o tres en un mismo curso, si es que los tienes"
La artista de Vilassar de Mar, tal y como declara en el título del disco, prefiere degustar el proceso y no precipitar las cosas. “Es algo muy de la sociedad actual. Esa necesidad de correr para hacerlo todo. Yo intento que eso me resbale. Un disco puede ser la grabación de un solo día o un proceso mucho más largo. Este pensaba que sería más rápido de lo que finalmente ha sido. Además, como estás tan metida en tu trabajo, no te das cuenta de lo que sucede fuera. Son procesos muy románticos, pero no es la realidad. El mundo no espera. Por ello debes intentar disfrutar el momento al máximo”. Lo cierto es que es prácticamente imposible escapar de las normas que marca una industria que no pone freno. Si quieres subirte al tren debes estar preparado para afrontar los retos que se te plantean. “Sería ideal sacar disco solamente cuando lo sientes. Uno cada diez años, o tres en un mismo curso, si es que los tienes. Es esa fina línea sobre la cual los artistas necesitamos tiempo para crear, y eso, en este país, no está reconocido. No hay ayudas. En Francia, en cambio, sí tienes un sueldo que cubre esos espacios. Me gustaría pensar que aquí hay gente pensando en esas cosas”.
Aunque, de primeras, se asocia el nombre de Rita Payés con el jazz, es mucho más que eso. En su universo entra también la canción de autor, el pop, la música clásica o la bossa nova. No se pone límites ni barreras. “Sigo en el camino. Es algo que no me preocupa porque me siento muy libre en el sentido creativo. Este disco ha salido así, pero el siguiente ya se verá si será diferente o no. No me pongo limitaciones y sé de dónde vengo. Y me gusta, porque no creo que me tenga que encasillar en ningún lugar concreto”. De ahí que haya invitado al estudio a artistas que la han ayudado a explorar caminos distintos. Hablamos de Yeray Cortés, Lau Noah o Lucía Fumero, quienes aportan su sabiduría y una necesaria frescura. “Es una maravilla tenerles en el disco porque son músicos que admiro mucho. Nos conocemos desde hace años y aprendo gracias a ellos. Y por ahí anda también mi hermano Eudald, que me ha escrito ‘Alma en vilo’”. O que haya apostado mucho por unas cuerdas que ella misma ha arreglado. Un poco a la forma y estilo de Sílvia Pérez Cruz. Cabe recordar que Rita fue una de las invitadas al coro que Pérez Cruz presentó recientemente en el barcelonés Grec. “Lo que está haciendo Sílvia es increíble y lo del Grec fue una bomba. Lo que dicen es cierto, su voz ha marcado a una generación. Todos tenemos una influencia suya muy fuerte porque lo que hace es muy potente. Y también la admiro por todo el concepto que hay en todo lo que hace”.
Ya que hablamos de conexiones, recordemos que Jon Batiste contó con ella en “My Heart”, una de las canciones de su celebrado “World Music Radio”. “Que surgiese aquello fue una suerte muy inesperada. Me pasó unos audios y me dijo que hiciera con ello lo que quisiera. Pero lo que me sabe mal es que todavía no he conseguido conocerle en persona”. Y claro, no podías despedir la charla sin hablar de C. Tangana, con quien giró. Tanto impactó al madrileño la magia de Payés que “Comerte entera” es una canción que surte tras escuchar en profundidad su música. “El documental ‘Una ambición desmedida’ me gustó mucho porque hacía tiempo que no les veía. Y de golpe verlo y rememorar todo aquello me pareció muy bonito. Fue una oportunidad de recordar aquella gira, una experiencia bastante loca y que me siento muy agradecida de haber podido vivir”.
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