Rimas de denuncia
EntrevistasShotta

Rimas de denuncia

Eloy Pardo — 29-03-2005
Fotografía — Archivo

El uso del hip hop como herramienta de descripción de la realidad social se antoja como un quinto poder en alza. Aunque en ocasiones el discurso pueda sonar oportunista o postizo, las rimas del hermano de Tote King en “La Selva” (Discos Creador/El Diablo) se nos antojan sinceras y muy terrenales. La verdad está ahí fuera, sólo falta separar el grano de la paja. Y eso, a Shotta, parece dársele bastante bien.

No obstante, “La Selva” todavía contiene más rabia que ideas constructivas. Supura el disco un tremendo estado de shock tras una experiencia vital inolvidable, de esas que humanizan y ayudan a comprender el verdadero panorama del mundo. Una experiencia formativa y de transformación, necesaria para toda persona, máxime cuando aspira a comunicar ante el público. Una visita a Chile tiene la culpa de ese pesimismo vital que transpiran las letras de Shotta, en las que el grito puede más, todavía, que la solución. “El pasado verano estuve en Santiago de Chile, Tecuco e Iquique. Nos fuimos SFDK, Nico y yo a dar unos conciertos. Y te prometo que esa experiencia me ha marcado completamente. Si escuchas el tema La Habitación explico la miseria del hostal en el que dormí. Flipamos con toda la gente que venía a nuestros conciertos. ¡Nos conocían, querían autógrafos! ¡Y ni siquiera tenemos distribución allí! La gente es demasiado pobre como para comprarse discos, pero nuestros temas circulan en cintas. En una tienda vi mi propio disco copiado colgado en una pared. Cuando le dije al tío de la tienda que yo era Shotta, me lo quiso regalar”.

”Miles de personas te conocen en Chile, llegas allí, llenas conciertos, te persiguen para que les firmes autógrafos”

Que la escena chilena bulle es algo que conocieron ya 7 Notas 7 Colores. Es la nueva música del continente, aquella que expresa el descontento y el malestar social. Los cantos de esperanza de Víctor Jara, asesinado por el régimen de Augusto Pinochet, han dado paso a las desoladas rimas negativas que se construyen en la atalaya hispánica y que luego se escuchan, en la mugre, entre gentes a los que la historia y un sistema económico mundial dominado por oligarquías avariciosas impiden contar con unos servicios sociales competentes. A esa gente a los que Estados Unidos les ha negado un proyecto vital mejor, Shotta les dedica este rabioso disco, presagio de futuros mensajes más esperanzadores. “Tocar en el estadio Víctor Jara –el infausto Estadio de Chile, que sirvió de prisión contra los activistas de la izquierda chilena en 1973-fue otra experiencia que me marcó”, señala el MC sevillano, cuyo paso por Suramérica ha sensibilizado y humanizado, a tenor de la emoción que embarga sus palabras a través del teléfono. Lo cierto es que Shotta ha descubierto que allí algunos MC´s españoles son estrellas, auténticos profetas para las masas. Y eso marca “La Selva” de principio a final. Es un disco agresivo que relata la vida dentro del monstruo y que, por lo tanto, deja en muy buen lugar a Shotta porque, al contrario que mucha gente, él ha quedado tocado moralmente, ha progresado como persona. Pero, ¿cómo llega el hip hop español allí?“Debe ser Internet. Es una herramienta que difunde nuestra música en cualquier punto de Sudamérica. El hip hop español está explotando gracias a Internet, pero tiene un lado negativo: crea una forma de hip hop encerrado en sí misma. En parte es una putada para los que sacamos discos, porque miles de personas te conocen en Chile, llegas allí, llenas conciertos, te persiguen para que les firmes autógrafos… y al final resulta que no has vendido discos". Las cosas funcionan mal. En Chile, y en el noventa por ciento del mundo, muy pocos pueden comprar discos al precio que impone el Norte, precios a rebajar en cualquier caso. Hace falta un proyecto serio para que las músicas interesantes lleguen a cualquier parte del mundo. De momento, Shotta se va a la biblioteca. “He empezado a estudiar, como mi hermano Tote. Él ya está en quinto, acabando. Pero yo he comenzado este año filología inglesa. Va a ser duro, pero lo voy a intentar”. Fibra sensible no le falta, pese a que Shotta sigue siendo un alma rabiosa y callejera cuyos versos destilan nihilismo. “El chaval de la portada soy yo hace ya algunos años, de niño. Es un trabajo hecho a partir de una fotografía mía, de cuando tenía doce o trece años. Me ha gustado mucho como ha quedado, porque parece un cuadro o un graffiti. Se ha encargado de hacerlo mi colega SLK”. Del apartado sonoro destaca el trabajo de masterización y sonido general del disco, hecho por DJ Griffi de Sólo los Solo, cuyo estudio Stricky Jabugo está llamado a ser un centro neurálgico del hip hop más auténtico, maduro, sensible, humano y, en definitiva, Iberofunk. De allí deberán salir las palabras que contribuyan, entre otros muchos factores, a poner Sudamérica en el camino de “las alamedas por donde pase el hombre libre”, como dijo el Presidente socialista Salvador Allende. Sólo hace falta un buen distribuidor y unos precios ajustados. Porque MC´s buenos ya hay más de uno.

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