Un trabajo en el que dejan claro que “no están para canciones tristes, ni pa’ bromas ni pa’ chistes”. Su sonido sabe a yogur caducado sin loops aditivos. “A mí no me tira mucho la electrónica”, dice Locus, “siempre me da la sensación de que tiene menos fuerza, en cambio con sonidos más reales obtienes un sonido más duro”. Ambos continúan de muy mala ostia cabalgando sobre ritmos gordos que ellos mismos “encabronan”. “Probablemente sea más agresivo que ´Non Freno´, más que nada porque no tiene ningún altibajo y mantiene la tensión de principio a fin”. Continente –bases coléricas- y contenido –discurso bien vertebrado- mantienen la coherencia. “Las letras tienen mucha más mala leche. Siempre han sido bastante crudas pero con nuestro particular sentido del humor y su mensaje”. Aquí huele algo a quemado... “¿Síndrome de Burn out?”, pregunta Locus, “puede ser, vivir en el centro de Madrid es lo que tiene, quieras o no comes mucha mierda. Estamos más quemados con el mundo que con la capital”.
"Las letras siempre han sido bastante crudas pero con nuestro particular sentido del humor y su mensaje " |
"Recuerdo los principios.. .comimos mierda y pagamos por ser inexpertos", rapea Nerviozzo. ¿Liberado ya de heces fecales? “Afortunadamente han cambiado muchas cosas pero en el fondo sigue siendo lo mismo. Supongo que es como boxear, puedes ser amateur o profesional y pegarte con tipos más rápidos y fuertes pero al final tienes que subir ahí y dar duro”. Y tanto que hasta consiguen irritar a Chojín en “El rap es esto” mostrando un flow efectivo aunque inusual en él. Se unen a clan de los cabreaos Dogma Crew (“Desagradable”) y El Hermano L lía que te lía en “Súbelo al rojo”. Con la fama que le precede seguro que pasaron al morao en un abrir y cerrar de ojos. “Sus petas por supuesto que hacen honor a su nombre”, dice Nerviozzo. “Nos acabamos cogiendo un morao pero fue después del trabajo en el estudio. Para estas cosas somos unos profesionales”, añade Locus. En 2001 vivieron su particular “Odisea en el lodo”. Ahora reciben 2005 al rojo vivo. ¿Es que no hay sitio para relajantes tonos pastel? “¿Tonos pastel?... en absoluto, eso suena muy aburrido”. "Tres discos a la espalda nos demuestran que la suerte nos detesta y aún así lo volvemos a hacer", rima Nerviozzo. “Es frustrante pero cuando lo haces por amor al hip hop más que por dinero, puedes seguir currando con la misma ilusión”. Todo ello a pesar de las temidas crisis creativas por las que ha tenido que pasar este “cabrón de aspecto tosco y cara de niño”. “Tuve un parón creativo, no es algo tan raro, al fin y al cabo tenemos nuestras vidas fuera de la música con sus complicaciones: Hipotecas, familia, trabajo... Es lo menos grave que te puede pasar si intentas hacer música mientras llevas una vida de currito normal”. ¿Algo que añadir? “Cuidado, Madrid vuelve”.
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