Al otro lado del teléfono, Arturo García, co-fundador junto a Estrella Román de Cecilia Ann, me dice que está escuchando el nuevo disco de Belle And Sebastian. "Me gusta, no podría decirte si me gusta más o menos que los anteriores, simplemente me gusta lo que hacen y me convencen siempre". Declaración que define la postura de muchos fans de los de Glasgow, aunque otros piensen que se trata de un disco menor. Igual podría pasar con "Si yo te contara", producido por Carlos Hernández en el Refugio Antiaéreo, un disco que puede convencer, pero que tal vez podría haber llegado un poco más lejos. Hablamos de enmarcar este disco en su momento y en la trayectoria del grupo de Granada, sin necesidad de decir que es su mejor trabajo -ojalá eso saltara a la vista- o hablar de pasos en falso.
"Pienso que en este país el pop adolece mucho de canciones y le sobran fórmulas"
Se trata de celebrar el regreso de un grupo que ha constatado lo grandes cronistas y creadores pop que han sido siempre (muy por encima de la media en este país), con espíritu crítico, claro. Hay que criticar, por ejemplo, que al final el disco tenga diez canciones por falta de tiempo para grabar, en lugar de las doce planteadas en un principio. Este factor implica que el disco sepa a poco y hasta que parezca estar limitado en construcción y planteamientos. Hay quien apunta incluso una falta de brillo. Nuestros amigos, recién salidos del silencio, vuelven a darnos claves con sus canciones y sus palabras para mostrar si asimilan una situación distinta a la que encontraron con "Suenacuento" (Elefant, 00). Tres años que han cambiado a todos los protagonistas de esta historia: el grupo, el publico y las pretensiones de las nuevas bandas. "Pienso que en este país el pop adolece mucho de canciones y le sobran fórmulas, no sé si es porque el panorama es tan desalentador que los grupos buscan fórmulas con las que llamar la atención y se está dejando de lado lo que es hacer canciones. Básicamente nosotros nos hemos propuesto hacer un disco de canciones obviando artilugios y fórmulas y creo que lo hemos conseguido". Al menos lo que sí han conseguido es mantener una propuesta que, loable en su búsqueda de la coherencia, no ha cambiado demasiado desde el 97: pop colorido, de letras y de melodías. "Los cambios han sido en nuestra visión del aspecto externo o funcional al grupo, pero en el aspecto artístico seguimos teniendo las mismas ideas que cuando empezamos y en este disco lo que hemos intentado es plasmar o recuperar lo que no hemos podido dar en los discos anteriores.... Después de ´Suenacuento´ hubo un cambio de formación y sentimos que teníamos una deuda pendiente con la gente y con nosotros mismos". Una conclusión a la que se llega después de haber dado con una fórmula eficaz -ellos la utilizaron en su momento- que convenció a mucha gente y que les llevó a recorrerse la península en un ir y venir de actuaciones vitamínicas. "Nosotros empezamos esto como una carrera. Cuando sacas el primer disco y eres joven esprintas muy rápido y llega un momento en el que te falta el oxígeno y te queda mucha carrera. Nosotros consideramos que no podíamos parar, por eso para el tercer disco necesitábamos confianza en nuestros compañeros de grupo -actualmente a Arturo y Estrella les acompañan Daniel Guirado y Miguel Rueda- y una confianza en nosotros mismos a nivel de músicos que nunca habíamos tenido". Y por supuesto la confianza de un sello que respalde. "Con Elefant simplemente se acabó un ciclo. Llevábamos tiempo sin sacar nada, el mercado no funcionaba bien a nivel del sello y no podían hacerse cargo del disco. Nosotros no podíamos esperar. Buscamos una solución intermedia apareció Intromúsica y entre todos hemos intentado sacar el disco adelante, tenía que salir este año porque si no se corría el riesgo de que no saliera". Digamos que aquí acaba la valoración de los precedentes al disco, que en general apuntan la desmotivación en la última época de un grupo que nació con la explosión independiente y que ha visto la escasa relación entre esfuerzos y resultados. "Necesitábamos tomarnos un respiro, no queríamos que nuestra propia carrera nos desquiciara más de un minuto. Hemos estado a punto de irnos al carajo, juegas con fuego cuando te apartas tanto tiempo, es una cosa que a mi siempre me ha jodido eso de estar en el meollo, pero desgraciadamente es así. Si faltas un momento, en seguida piensan que no vas a volver y te quitan la silla; no sé si la silla está libre pero bueno… nos llevamos una debajo del brazo como hace la gente cuando va a las procesiones. Quien nos conoce sabe que en derrochar energía y esfuerzo no creo que haya todavía quien nos gane".
"Si faltas un momento, en seguida piensan que no vas a volver y te quitan la silla; no sé si la silla está libre pero bueno…"
Energías renovadas y apoyadas en la existencia de "Si yo te contara". Un disco que vuelve a mostrarnos la capacidad melódica de Arturo y Estrella: nuevas y sutiles visiones en las estructuras, mejor conjunción vocal y canciones más robustas aunque quizá poco explotadas. Además muestra una evolución que Arturo describe perfectamente. "Como primer disco, ´Un segundo´ -Elefant, 98- era la voz de la inocencia, un disco muy intuitivo, directo, mostrábamos todo lo que teníamos, que tampoco era mucho en aquellos momentos... Con ´Suenacuento´ quisimos aprender todo muy rápido y demostrar que ya éramos un grupo maduro, que sabíamos utilizar muchos recursos y a lo mejor no era así y debíamos haber sido más naturales. Ahora queríamos hacer un disco espontáneo y de canciones… un poco lo que quisimos hacer con ´Un segundo´ pero aprovechando el poso que ya vamos teniendo. Normalmente a los grupos se nos obliga a que el tercer disco sea el de la madurez o un giro increíble en el sonido, nosotros simplemente hemos querido aunar los dos anteriores, corregir o ajustar lo que quisimos hacer en esos discos". Primero dejaremos a Arturo que diga si cree que lo han conseguido. "Creemos que a nivel de canciones lo hemos conseguido, tal vez con más medios podríamos haber sido más ambiciosos para hacer un disco más completo instrumentalmente, pero a nivel de canciones, de voces y de impronta estamos muy contentos porque son las canciones o el disco que siempre quisimos tener, sin fisuras. Con este disco Estrella y yo nos hemos quitado muchas espinas". En general me parece un disco incompleto. Más de la mitad tiene una calidad y cercanía impecables, pero siento que algunas composiciones no están a la misma altura, algo que lleva a plantearse si se evidencian dificultades compositivas -"reconozco que me cuesta mucho hacer canciones"- o falta de pretensión. En ambos casos, el resultado, hoy día, tiene un espejo más exigente en el que mirarse, simplemente en contraste con el panorama actual respecto al pop que existía en el 2000. "En la escena independiente en el último año no se ve que la cosa haya evolucionado mucho, se ven los mismos nombres siempre arriba, creo que es algo innato en este país el elevar a alguien y mantenerlo ahí todo el tiempo posible. Han pasado doce años desde la primera explosión independiente, parece que nos hubiéramos dormido, nos despertáramos y no hubiese pasado el tiempo. Todos somos muy cómodos, los músicos, la prensa... nos gusta elegir un perfume y no soltarlo. Hay muchos grupos jóvenes que tienen muchas cosas que decir y no pasan de la primera fase. Nosotros nos hemos planteado que tenemos nuestro disco y que ya va llegando el momento de dejar paso a los que hay por detrás...
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