"Tengo cincuenta y dos años y todavía me excito con las cosas que hago"
EntrevistasRedd Kross

"Tengo cincuenta y dos años y todavía me excito con las cosas que hago"

Toni Castarnado — 11-04-2020
Fotografía — Archivo

Redd Kross están en estado de gracia. Tienen infinidad de proyectos y lo que es más importante, no han perdido las ganas de componer, de girar, de grabar discos.

La semana próxima tenían que visitar España presentando el más reciente, “Beyond The Door” (Merge/Popstock!, 19) y, aunque por motivos obvios no lo van a hacer, conversamos de todas formas con Steve McDonald, de Los Ángeles, de baloncesto, de cine, de Mötley Crüe, de la suerte de estar vivos… Y sí, también de su banda.

Hola Steve, ¿cómo estás? Imagino que en Los Ángeles.
Exacto, estoy en casa.

¿Hace buen día por ahí?
Pues mira, ni he abierto la ventana. Como quien dice, acabo de empezar el día. Espera un momento… sí, ¡está soleado!

¡Qué suerte! Por cierto, todavía impactados con la noticia del fallecimiento de Kobe Bryant, ¿no?
Mi hijo de diez años es un gran fan del baloncesto, aunque en realidad lo es la familia al completo. Mi madre era una gran seguidora y además jugaba. De hecho, el domingo la fuimos a visitar cuando mi hijo puso el canal de deportes y vimos que se había improvisado un memorial por Kobe Bryant. De repente, sientes como si te hubiese dejado un familiar. Durante un tiempo alguien vinculado a Red Hot Chili Peppers tenía buenas entradas para ver los partidos de Lakers y me invitaba a menudo. Eso sí, también me gustan los Clippers, sobre todo por Lou Williams.

"Llevo muchos años siendo mi propio jefe, tocando para otras bandas, la locura de Sparks, produciendo discos, e incluso alguna etapa en que he parado".

Bueno, en lo que concierne a Redd Kross, te quería preguntar, con la perspectiva que da el paso del tiempo, ¿cómo ves la carrera del grupo?
De alguna manera, soy un afortunado. La vida puede ser muy trágica, pero fíjate, tengo cincuenta y dos años y todavía estoy excitado por las cosas que hago. Por ejemplo, ahora hay alguien a quien se le ha ocurrido la brillante idea de hacer un documental sobre Redd Kross. Están siendo muchas entrevistas. Te das cuenta de una cosa, cuanto más vivas, mucho mejor para todos. Constantemente me preguntan por Nirvana y su legado, y yo sólo puedo decir que empezamos muy jóvenes, pronto celebraremos cuarenta años haciendo discos. En nada, haremos una gira por Europa como cabezas de cartel, eso me motiva. Desde 1997 que no me sentía con esta energía.

Curiosamente, una de las preguntas que había planteado hacerte era cómo imaginabas un posible documental sobre vosotros…
A ver, no soy el director del documental, pero por lo que percibo, está tocando muchas teclas. Hace poco estuve seis horas hablando. Fue una buena sesión, reflexioné sobre muchos temas. Lo único que puedo decir es que tener la oportunidad de contar mi historia me llena de gratitud. La vida no es fácil, estamos muy ocupados, soy padre y no paro de pensar en ello. Me hago muchas preguntas. Creo que nuestro inicio es excitante, e insisto en que éramos muy jóvenes. Eso lo convierte en algo extraordinario. Llevo muchos años siendo mi propio jefe, tocando para otras bandas, la locura de Sparks, produciendo discos, e incluso alguna etapa en que he parado. Cuando en 2006 decidimos volver con Redd Kross, no sabíamos la forma, pero sí que lo queríamos hacer.

Por cierto, no sé si vuestra historia se parece a la de Mötley Crüe, ¿has visto “The Dirt”?
Sí, la he visto. Nuestra historia es mucho más aburrida (risas). Lo más parecido que he vivido fue la gira con Stone Temple Pilots en 1994, había groupies a todas horas. Eso sí, es mucho mejor el libro que la película. Leerlo es una salvajada.

Yo estuve en ese concierto. Fue mágico. También recuerdo con mucho cariño el concierto de vuelta en el festival Azkena. Fue emocionante. Algo parecido a ver a tus superhéroes favoritos de Marvel o DC sobre un escenario.
¡Gracias! Recuerdo muy bien ese concierto, hará unos doce años. Y mira ahora, estamos en 2020 y aquí seguimos con más proyectos. Vamos a reeditar “Show World” y “Phaseshifter” en vinilo, hemos recuperado unas demos que hemos encontrado de 1990 que van a ir a un EP. Tenemos mucho que celebrar. En todo esto, España ha sido fundamental. Nos habéis tratado siempre muy bien.

Gracias Steve. Por otro lado, me gusta mucho “Researching The Blues”. Hay en él un punto de reinvención. ¿Cómo recuerdas la grabación de ese disco?
Mi hermano escribió esas canciones. En cierta manera me daba miedo porque era una nueva experiencia. Lo teníamos que acabar en dos semanas y al final tardamos cinco años.

El cine también ha sido un vehículo en vuestra música. Tengo una curiosidad, ¿has visto “Érase una vez… en Hollywood” de Quentin Tarantino?
Sí, claro. Un amigo me invitó a un pase privado, después te hacían una ruta por los escenarios de la ciudad, incluso te llevaban a la casa en la que asesinaron a Sharon Tate. He vivido siempre en Los Ángeles, me encantó la película y esa experiencia que te he comentado. Aunque cueste creer que todo aquello fuese verdad.

Acerca del resurgir del vinilo, ¿qué te parece? Y más ahora, en la era de Youtube y Spotify.
La magia del vinilo está en el ritual. La portada, poner la aguja… insisto, la clave es el ritual, no lo olvidemos. La pregunta es obvia, ¿por qué la música es tan importante para mí? Por esto y algunas cosas más. Nos divierte. Todavía somos como niños.

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