"¡Qué más da lo que te diga la gente, si igual le gusta a una señora que escucha tu música en su casa de Alabama!" |
Para los cómodos, podríamos situar el objetivo vital de "Cuando termines con todo, habrá acabado contigo", en la órbita de los francotiradores emocionales, aunque no sólo consista todo en saberse cada canción de Red House Painters de memoria. "Yo creo que Joni Mitchell es la influencia más grande para cualquiera americana que haga música, aunque sólo sea porque apareció en una época en la que todo estaba muy controlado por los hombres... Hay gente a la que le recuerdo a Dylan, pero, en todo caso, lo dejaría en Woody Guthrie, que le encantaba a mi madre". Rastros clásicos en una ¿cantautora? que ya ha debutado en Estados Unidos ("Come Home", la estupenda canción que abre el Ep, ha sido seleccionada para un recopilatorio de Darla Records) y que, después de su bautizo, piensa en avanzar con otro Ep y el largo consiguiente en el horizonte. "Luego me dirá la gente, ´es que los artistas siempre pensáis que lo último que hacéis es lo mejor´, pero creo que siempre puedo ir haciendo las cosas un poco mejor". Por ahora, concentrémonos en lo que hay: seis temas grabados junto a su fijo batería David Fernández ("El Pelos" en A Room With A View), y puntuales aportaciones de Ari (bajo en Staygold Ponyboy), lo que le acerca, de manera casual, a la más normal alineación de Jason Molina en Songs:Ohia ("Todo el mundo me dice: ´¿uf, y el bajista dónde está?´, pero realmente pocas veces lo echo de menos. Además, con David me entiendo bastante bien"). Este mini CD, grabado por Carlos Torero, contó también con la presencia (producción, arreglos, ayuda en general) de los Migala Abel y Coque, lo cual se deja entrever en varios de los fondos sonoros que colorean las normalmente básicas -sin que sea un defecto-, composiciones de Irene. "Quería estar abierta a todo y dejarlo siempre que me pareciera interesante y que me pegara con el ambiente de la canción. Además, pasé muchos años siendo la sombra en los grupos, y recibiendo críticas como: ´Irene, ¡pero si eso suena como a Meredith Brooks!´, y tener a dos frontmen como Abel y Coque subordinados al proyecto Aroah me parecía increíble. Tocan Migala en el disco, y se nota". De los que, por cierto, no esconde una sincera admiración. "Abel me decía en el estudio que el único libro que merecía la pena leer en ese momento era "Franny y Zooey" (de "El guardián entre el centeno" de J.D. Salinger), por aquello de: ´Hazlo por la mujer gorda´... ¡Qué más da lo que te diga la gente, si igual le gusta a una señora que escucha tu música en su casa de Alabama!". Hay en el disco cuatro canciones cantadas en inglés (¡y clamemos al cielo por más almas bilingües y menos escandemor!) que, curiosamente o no, desembocan más directas al estómago del oyente (impresionantes "320", "Eder, Simone" o "Fade") que las dos perlas pop de "Recuerdos" y "Mi sitio está aquí". "Son más inocentes porque llevo menos tiempo componiendo en castellano. Grabé una maqueta, y metí "Mi sitio está aquí" casi de broma, y a la gente le termina llegando más una letra en español. Es más arriesgado, todo el mundo sabe lo que estás diciendo, y tienes menos soltura. Como tercer factor añadido, yo no escuchaba música en castellano, ahora escucho algo, pero siempre mucho menos que en inglés". Palabras claras en una chica que, pese al supuesto desorden, llegará lejos. "Cuando termines con todo, habrá acabado contigo" es muy bueno, y se intuye que, desde ya, sabe perfectamente qué hacer y cómo. Melancolía y feeling acústico, guitarras intrincadas y una voz preciosa entre sinceridades, mentiras, y un poco de teatro: "Soy una persona muy caótica, quería ser ingeniero". ¿Quién apuesta?
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