“Lo principal para nosotros es no ser autocomplacientes”
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“Lo principal para nosotros es no ser autocomplacientes”

JC Peña — 21-02-2020
Fotografía — Jake Michaels

Quinto trabajo de la inquieta banda de Nueva Jersey en una década de actividad. Una media envidiable, si tenemos en cuenta que la propuesta de Real Estate no hace más que enriquecerse.

Con el esplendoroso “The Main Thing” (Domino/Music As Usual) el quinteto se consolida en la liga de las bandas más elegantes del panorama norteamericano. En su visita promocional al sello en Madrid, el compositor y vocalista Martin Courtney y el bajista Alex Bleeker (bajo) se muestran tan encantadores como generosos en sus respuestas, y la entrevista acaba siendo una conversación a tres bandas que se hace corta. (Atrás queda definitivamente la expulsión del guitarrista Matt Mondanile, a causa de un turbio asunto de abusos, cuyo sustituto Julian Lynch se ha integrado por completo).

Para empezar, creo que hay una historia curiosa alrededor del título del álbum (“Lo principal”), ¿a qué os estáis refiriendo?
(Martin) Bueno, hay una canción titulada así, y de alguna forma concentra todo el enfoque del disco. El grupo llevaba activo mucho tiempo, diez años, nuestras vidas han cambiado muchísimo, y queríamos asegurarnos de que hacíamos el disco por las razones adecuadas: empujándonos a hacer algo que mereciera la pena. Que para nosotros tuviera un significado.
(Alex) Sí, lo que creo que descubrimos mientras hacíamos el disco, “lo principal” para nosotros es, esencialmente, no ser autocomplacientes. No hacer las cosas simplemente porque estás metido en una rutina, lo cual le puede suceder a un grupo que lleva tanto tiempo como el nuestro. Con el quinto álbum nos queríamos asegurar de no hacer algo automático, sino profundizar, hacer algo que mereciera la pena para nosotros y cualquier oyente. ¿Qué sentido tiene hacer un quinto disco si no va a poner encima de la mesa algo nuevo, interesante o especial? Ése es el punto en que estamos, y tuvimos que plantearnos la pregunta con sinceridad: ¿Qué sentido tiene esto desde el punto de vista del grupo? Además, el mundo en que vivimos es muy diferente a aquél en el que empezamos. Al final, la pregunta era: ¿Qué sentido tiene hacer arte en este clima de ansiedad en que vivimos ahora? Nos hicimos esa pregunta y descubrimos que si lo quieres hacer, tiene valor si de verdad, y perdona mi expresión, te importa una mierda lo que haces.

“¿Qué sentido tiene hacer un quinto disco si no va a poner encima de la mesa algo nuevo, interesante o especial?”.

Lo cierto es que sois bastante productivos: cinco discos en diez años. Pero no sé si con ese ritmo puedes tener la impresión de estar sacando demasiada música. No sé si vuestra reflexión va por ahí.
(Alex) ¡Es una media muy buena! (risas)
(Martin) Sinceramente, no nos da la impresión de ser tan productivos, porque te pasas dos años, a veces más, girando con cada disco. El último salió en marzo del 17, y creo que me senté a escribir nuevas canciones para seis meses después. Fue una elección consciente seguir haciendo cosas. Lo que pasa es que este disco nos ha llevado tres años.
(Alex) La idea era sacar otro muy seguido, pero sí que hay una cosa que queremos subrayar respecto al nuevo: nos hemos tomado mucho más tiempo que con los anteriores, y eso fue parte del proceso. En realidad, queríamos continuar trabajando, pero al querer hacer algo bueno, exigente y diferente, incluso aunque no fuera tan distinto a lo que habíamos hecho, estuvimos muy encima de ello. Es un disco más reflexivo.
(Martin) Exactamente. Tiene algo que Kevin (McMahon), nuestro productor, nos quería inculcar. Vino al local de ensayo incluso antes de empezar a grabar las sesiones. Nosotros habíamos estado ya bastante tiempo trabajando en el nuevo material, y le tocamos algunas de las canciones -en realidad, una pequeña parte de las que acabamos grabando.
(Alex) Ahora, haciendo las entrevistas y pensando sobre el disco, soy consciente de la importancia que tiene que se involucrara en este disco, al recordar cómo nos preguntó a cada uno por qué hacíamos lo que hacíamos con nuestro instrumento. Por qué lo tocábamos de una determinada forma.

Una pregunta peliaguda…
(Alex) ¡Sí! Y por eso la hacía. Al final, su discurso era: “Mira, realmente no me importa la respuesta, mientras la tengas. Si la tienes, sé que has pensado en ello. Y si no lo has pensado, quiero que lo hagas”.
(Martin) Recuerdo que incluso la primera vez que vino le tocamos una canción que acabaría llamándose “You” en el disco, y se quedó como: “¿Qué es esto?” Porque creo que no la pillaba y quizá le daba la impresión de que era un poco simple, puesto que es una de las canciones más sencillas.
(Alex) Creo que le sonaba un poco a The Grateful Dead, había cierta influencia por la guitarra de Julian (Lynch), y aunque nosotros somos fans, es una banda que divide mucho, y estaba como: “¿Sois conscientes de que aquí hay un poco de eso?” Y nosotros: “Sí”. Y él: “Vale”. Y, de hecho, él iba un poco por delante de nosotros diciéndonos que ese grupo mola mucho, y nosotros le respondíamos: “Sí, si ya lo sabíamos” (risas).

La cuestión es que hacéis música pop atemporal, melódicamente accesible, pero con un giro experimental. ¿Cómo encontráis el punto justo, el equilibrio?
(Martin) Como compositor, compongo lo que me suena bien, y a menudo eso es algo intangible. Quizá me limito a procesar influencias y regurgitarlas (risas), pero estilísticamente disfruto mucho escribiendo canciones pop. Obviamente, no somos un grupo pop al uso, pero no nos da vergüenza admitir que hacemos canciones pop y singles a menudo. Solemos tener un par de ellos en cada disco. Somos un grupo melódico: me gustan las melodías y las cosas bonitas, pero también esperamos que cierta profundidad y elementos experimentales emerjan de todo el proceso de trabajar las canciones como grupo. Intentamos llevarlas a un lugar más interesante.
(Alex) Creo que Martin tiene esa cosa atemporal en su manera de componer, es como un don. Es su arte. Algunos de los otros elementos llegan porque somos cinco, opinamos mucho, y todos ponemos cosas encima de la mesa.
(Martin) Y sois músicos consumados.
(Alex) Cada uno a nuestra manera, sí. Y todos tenemos influencias amplísimas. Reconocemos que hay un terreno común en cierto tipo de música accesible, y nos gusta mucho ese tipo de música, pero hay gente en el grupo que tiende a la experimentación de modo incluso abrasivo. Se trata de meter lo suficiente de eso y ver qué sale: servir a la canción de una manera adecuada, sin ser arbitrarios.
(Martin) Para mí, el equilibrio es muy inconsciente. Sabemos lo que nos gusta. Siempre quiero mantener algo de lo que yo oigo en mi cabeza, pero al mismo tiempo, también me suele encantar ver a dónde podemos ir con las demás aportaciones, siempre y cuando sean emocionantes.

¿Desecháis un montón de ideas cuando creéis que no son suficientemente buenas?
(Alex) Tiramos muchas cosas a la pared para ver qué se pega (risas).
(Martin) El proceso que seguimos cuando estamos refinando las canciones y nos sentamos en una habitación juntos y tenemos una progresión de acordes o algo, es tocar lo mismo una y otra vez durante veinte o veinticinco minutos, en un bucle. Eso es lanzar cosas a la pared. Y luego eso continúa en el estudio, cuando probamos cosas para ver qué funciona y qué no. Quizá alguien le dice a otro: “Eso que haces mola mucho, quizá deberías seguir haciéndolo, o “Qué es eso, a ver si podemos explorarlo un poco más”.
(Alex) Creo que en este disco algunos de los elementos más experimentales vinieron de gente de fuera del grupo. Era la primera vez que hacíamos algo así, meter a gente de fuera.

Os iba a preguntar eso precisamente: ¿Por qué lo decidisteis?
(Alex) Es lo que hablábamos antes: Queríamos asegurarnos de que hacíamos algo nuevo o al menos renovado, con una energía distinta. Y claro, de manera superficial piensas que hasta el momento todos los sonidos han sido creados por gente que está dentro del grupo y no somos los únicos que podemos hacer música, podemos seleccionar a un grupo de personas que nos gustan y en las que confiamos para que participen en el proyecto. Kevin, el productor, fue una de las primeras personas en sugerirlo. Y creo que estuvimos muy dispuestos a hacer cosas que no habíamos intentado antes. En la primera canción, “Friday” tienes unos sonidos de batería cacofónicos que son un muy buen ejemplo de algo que nosotros no haríamos automáticamente.
(Martin) Empezamos a explorar esto en el disco previo, con una canción que se titula “Two Arrows”. El cambio de dirección vino un poco de Julian, aunque a todos nos apetecía hacer algo más ruidoso, que no habíamos hecho hasta entonces. Es casi una reacción. No es que sea un simple: “A tomar por culo, ya hemos hecho esto en el pasado, queremos cambiar por completo”, pero tienes que hacerlo, incluso aunque sea de un modo sutil, para que lo que haces te siga resultando interesante.
(Alex) Volviendo a la canción de la que hablaba, Matt Barrick (The Walkmen) empezó a hacer eso, y añadimos efectos. Si hubiéramos estado sólo nosotros cinco, no creo que hubiéramos llegado ahí.
(Martin) Sí, y Matt Barrick fue una sugerencia de nuestro productor, aunque obviamente ya le seguíamos y respetábamos como músico. Le preguntamos si quería hacer cosas, pero claro, era algo un poco delicado para nuestro batería. Lo que pasa es que Jackson (Pollis, batería) jamás habría hecho en este grupo algo tan ampuloso, y eso es estupendo, porque por eso precisamente quieres traer a gente de fuera. El objetivo es tener otro cerebro ahí. Nos encanta lo que tenemos, pero casi nos hemos quedado sin ideas, y queremos ver qué más podemos hacer.

Os ha salido un disco doble, bastante largo. ¿Tuvisteis en mente alguna influencia específica de artistas o discos de este tipo?
(Martin) ¿Sabes qué? Yo no quería que fuera tan largo (risas). Siempre visualizo discos concisos. Aunque bueno, este disco dura cuarenta y nueve minutos, no es el más largo del mundo, se puede digerir y hemos puesto mucho tiempo y trabajo en él.
(Alex) Creo que se lo ha ganado (risas).
(Martin) Sí, lo que mola es que es como dos discos, y parece más sustancioso. Al final, cuando nos dimos cuenta de que no iba a caber en un solo LP, dijimos vale, está bien.
(Alex) Hablando de la producción, estamos ahora mismo en una habitación con unas cuantas reediciones de Stereolab (hay varios vinilos a la vista en las oficinas de Music As Usual). He estado oyendo más a esa banda últimamente, y me han impresionado mucho por eso que decías. Son buenísimos. No es que haya algo en este disco que suene a ellos, pero son muy accesibles y también muy experimentales a la vez y eso es increíble. Creo que es el equilibrio perfecto. Y ésa es mi música favorita.
(Martin) Iba a decir otra cosa respecto al tema de los dobles. Crecer con discos como los de Yo La Tengo, que son un poco demasiado largos, en plan tres o cuatro canciones por cada cara, dobles, era casi una aspiración para mí. Oyendo el test pressing era como, vaya, hay que cambiar de cara otra vez, pero…mola.
(Alex) Nos da la impresión de que es un disco más amplio, y eso se ha traducido físicamente.

“El vídeo de “Paper Cup” es precioso pero triste, nunca habíamos hecho algo así”

Me resulta obligatorio preguntaros por el vídeo tan inquietante y triste del single “Paper Cup”, con esa ardilla gigante robótica que acaba colapsando...
(Alex) ¿Te pareció inquietante? (risas) Es triste, sí…Martin puede hablar más de dónde tenía la cabeza cuando escribió la letra, pero en cuanto al vídeo, reconocemos que es raro y oscuro, pero representamos las cosas serias sobre las que reflexiona la canción de un modo ligero. Es otra manera de moverte a nuevos territorios.
(Martin) Creo que el vídeo es precioso, pero no habíamos hecho algo así antes. Lo que me encanta es que es muy artístico, pero a la vez interpreta muy verazmente la perspectiva de alguien, que es de lo que habla la canción. En realidad, son los sentimientos que todos teníamos mientras hacíamos el disco: has estado haciendo algo durante un tiempo y empiezas a sentir que quizá estás cayendo en rutinas y entonces encuentras una razón para seguir haciendo eso que tanto te gusta. La ardilla ha visto mejores tiempos, se acuerda, y parece un poco deprimida. Tiene una enfermedad terminal, si es que un robot puede sufrir algo así. Obviamente, el humor sobrevuela todo, claro, especialmente la escena con el doctor, que es como la más siniestra, pero también la más graciosa. Al final ve a este niño, que evidentemente es un de sus mayores fans y se dice: “Esto es por lo que estoy aquí, lo voy a dar todo”. Es un poco cursi, pero también súper real. Creo que se puede aplicar a otras cosas, más allá de ser músico.

Otro momento que destacaría del disco es “Also A But”, con ese desarrollo instrumental. ¿Me podéis hablar de ella?
(Martin) Me alegro mucho de que la gente nos lo esté diciendo. Es una canción compuesta por Julian Lynch, que se unió al grupo justo antes de nuestro último disco, aunque ya le conocíamos, éramos muy fans. Somos amigos y respetamos mucho su talento. Es estupendo que esté en el grupo y que empiece a contribuir, obviamente con su modo de tocar la guitarra y sus solos, pero también componiendo canciones, de un modo muy suyo: “Tengo esta cosa, no sé si…”. “¡Sí, por favor!”.
(Alex) Es una canción nueva y tiene un aire muy distinto a casi todo lo que hemos hecho. Mola mucho tener una canción así. Siempre fui muy fan de ella, pero a la vez sentía que era arriesgado, porque íbamos a sacar un tipo de canción completamente diferente en un disco de Real Estate. No sabía cómo se lo iba a tomar la gente, y nos anima mucho que guste tanto como a nosotros. Es un cambio bienvenido, o un nuevo sonido y sospecho que habrá más.

“Hay algo en los discos muy bien producidos que te hace sentir bien físicamente”

Me da la impresión de que ponéis mucho cuidado en todo el proceso técnico de la grabación: en su momento grabasteis con Tom Schick, que ha grabado a gente como Wilco o Low, este disco suena muy natural…¿Cómo os planteáis esta parcela?
(Martin) Sí, es así. Una de las cosas que sigo recordando del principio, cuando empezamos con Domino y nos pudimos permitir ir a estudios de grabación, es que en al principio teníamos un sonido lo-fi, y las texturas y la calidez de la grabadora de cinta y el lo-fi son preciosas y se pueden conseguir fácilmente. Pero en el momento en que empezamos a explorar otros medios para grabar, yo y creo que todos, queríamos que nuestros discos sonaran con una limpieza prístina. Es un objetivo difícil de conseguir, pero queremos que nuestros discos suenen realmente bien.
(Alex) Hay algo en los discos muy bien producidos que te hace sentir bien físicamente, en tu cuerpo. Tiene un valor que va más allá de lo que te guste la melodía.

Por ejemplo, los discos de jazz de los cincuenta.
(Alex) Maravillosos. Nos preguntabas antes por influencias, y te puedo mencionar discos japoneses producidos en los ochenta, los discos City Pop. Son muy diferentes a los discos de jazz, pero son tan limpios y claros…creo que hay una respuesta física a la música que nos inspira.
(Martin) Sí, de una manera progresiva, nos hemos ido metiendo más y más en un sonido más limpio, que creo que es el que mejor le va a lo que hacemos. Y queremos ver lo lejos que podemos ir con él. Y me parece que este disco está extremadamente bien hecho, le doy mucho crédito a Kevin por las mezclas. Es más complejo, pero también un poco más caótico. Por eso estoy tan satisfecho. Es como volver a traer algunos elementos que me encantan del lo-fi: un poco más de texturas.

Imagino, por lo que me decís, que estaréis entusiasmados con el auge del vinilo.
(Alex) Va en la línea de lo que hablamos. Hay varias cosas claras: la primera es que creo que con los servicios de streaming, los muy, muy melómanos quieren tener algo físico. Yo tengo una colección de vinilo y también uso servicios de streaming y creo que ambos medios son estupendos. Con el streaming puedo oír cualquier cosa en cualquier momento, lo cual es alucinante. Y luego, cuando quiero realmente una relación con la música, la tengo con el vinilo. Es lo que creo que estamos viendo con el crecimiento de las ventas de vinilo. Y además…es que tienes ¡fotos grandes!

Claro, con portadas como las de vuestro disco es necesario.
(Martin) Es una parte del todo. Queremos hacer discos que suenen bien y ofrecerlos como una pieza artística, un todo. Es un privilegio poder crear esto. Y pasas tantísimo tiempo y gastas tanta energía con la parte musical, que te parece todo un logro cuando acabas, y tienes que tener un arte que lo refleje.
(Alex) No quiero sonar a audiófilo o algo así, pero si no haces más que descargarte mp3, no te das cuenta de lo que es tener un equipo decente y dejar caer la aguja en el disco. Por eso decía que cuando un disco suena muy bien, lo sientes físicamente. Eso no lo tengo en Spotify.

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