“Cuando una canción funciona es como cuando montas en bici en un día soleado”
EntrevistasReal Estate

“Cuando una canción funciona es como cuando montas en bici en un día soleado”

JC Peña — 08-03-2024
Fotografía — Archivo

Real Estate regresan con Daniel(Domino/Music As Usual, 24), donde dejan a un lado su faceta más cerebral para centrarse en las canciones redondas de pop de guitarras. Y lo consiguen con creces.

No hace falta ser muy perspicaz para descubrir en Daniel la huella de The Byrds, los R.E.M. clásicos, The Feelies o bandas australianas reverenciadas como The Go-Betweens. Guitarras arpegiadas cristalinas y el reinado de las melodías luminosas y los estribillos. Con su propio carácter, claro.

Ese espíritu siempre ha formado parte de la banda, sólo que ahora brilla condensado en brillantes píldoras sonoras de tres minutos. Conversamos en un hotel madrileño con un jovial Alex Bleeker, bajista de un quinteto que no afloja en su control de calidad. Su anterior LP coincidió con la pandemia. Me acuerdo bien porque los entrevisté poco antes de que todo estallara.

Supongo que vuestra intención era hacer canciones más pop que nunca.
Sí, a grandes rasgos era el objetivo, incluso antes de componer ninguna canción.

¿Ha sido una reacción al periodo horrible de la pandemia y todo aquello?
No nos dimos ni cuenta. Algunas canciones tratan eso en las letras de forma muy directa. De cómo salir de aquello y lo que se siente al otro lado. Lo que es curioso es que aunque no recuerdo los detalles, estoy seguro de que en la entrevista que hicimos hace cuatro años el tono era mucho más serio. No teníamos ni idea de lo que iba a pasar, pero estábamos al borde del precipicio. Hace justo cuatro años el mundo se iba a cerrar semanas después. Y aquel disco -del cual estoy muy orgulloso- tiene un tono como de ansiedad oscura, es más pesado. En aquel momento estábamos como diseccionando el clima de oscuridad política en que vivíamos, y algo ominoso nos venía encima.

Entiendo.
Creo que salir de algo tan intenso ha sido un alivio que necesitábamos. Como de búsqueda de la luz. Insistimos en que el anterior disco era muy maduro por su profundidad y el feeling que tenía, y ahora pienso que este disco, que es mucho más pop, ligero y brillante, es de hecho más maduro, porque no estamos tratando de hacer otra cosa.

“Hablamos mucho de “Automatic For The People”, de R.E.M.”

Bueno, buenas canciones con buenos estribillos. No es poca cosa…
Sí. Y sabemos que se nos da bien. ¿Por qué no íbamos a tratar de hacer lo que se nos da bien lo mejor que fuéramos capaces?

Sin pensar demasiado. Que puede ser contraproducente, ¿no?
Creo que eso es cierto. Una parte de nosotros no queríamos pensar de más en cuanto a los arreglos y otras cosas. Queríamos ser muy clásicos. Hay mucho piano, órgano y guitarra acústica, en lugar de sonidos sintéticos. Un enfoque muy pegado a la tierra e inmediato.

¿Teníais en mente específicamente a los primeros R.E.M., The Go-Betweens y ese tipo de grupos?
Sí. Los discos de finales de los 80 con ese sonido de guitarras arpegiadas han sido siempre un faro en todo lo que hemos hecho. En este caso en particular hablamos mucho de R.E.M. Sobre todo de “Automatic For The People”. De cómo suena, de cómo les metió en una nueva fase dentro de su carrera, con canciones pop muy directas. Antes incluso de meternos en el estudio lo habíamos escuchado mucho. Lo teníamos en mente, sin duda.

El disco suena precioso. Está grabado en un estudio de Nashville, que es una de las ciudades más musicales de tu país y de todo el mundo. ¿Por qué?
Fue un accidente feliz. Llevamos quince años con el grupo, y en Estados Unidos hay lugares emblemáticos para hacer discos: hemos hecho el de Nueva York, el country en el bosque, el de Los Angeles…Y Nashville es otra gran estrella de las ciudades musicales. Pero en realidad vino dado por trabajar con nuestro productor Daniel Tashian, que es de allí y pertenece a esa escena. Nos lo propuso él. Y pensamos que por todas estas otras razones sería perfecto.

¿Le conocíais, era amigo?
No le conocíamos personalmente. Éramos fans del disco de (la cantante) Kacey Musgraves, por cómo sonaba. Además de que las canciones son estupendas. Nos pareció que nos podía ayudar mucho. Así que él fue la fuerza motriz para grabar allí. El estudio (RCA Studio A) es un lugar muy histórico: Dolly Parton grabó en la sala. Y leyendas de Nashville como Willie Nelson, Waylon Jennings, Chet Atkins. Moló muchísimo.

¿Cómo afrontasteis la grabación en relación al anterior o a otros álbumes?
En cierta medida fue más fácil que otras veces por lo que te contaba: no pensamos demasiado las cosas. Fue igual en el sentido de que Martin (Courtney) es el compositor principal. Por norma general, él lanzaba la idea -aunque hay una que compuse yo- y todos la trabajamos en el local, para ver qué funcionaba. Era como tocar en directo. Para nosotros tocar en vivo siempre ha sido importante, pero en este caso queríamos que fuera simple e inmediato. ¿Cómo va a sonar cuando lo toquemos? Como no pensamos mucho, dejamos que sucedieran accidentes. La razón principal por la que elegimos a Daniel como productor es porque él también es muy buen compositor. Le dijimos que queríamos que fuera un disco más pop. Y nos ayudó mucho a conseguirlo. ¿Queréis hacer un disco pop? ¡Pues fuera la intro de cinco minutos! Nos ayudó a prescindir de cosas y estuvo muy involucrado en el proceso, lo cual para nosotros era una novedad.

“El grupo ha pasado por puntos muy altos que parecían victorias y bajones muy confusos”

Es verdad que casi todas las canciones son muy cortas.
Sí, pero no era tanto la duración, como quitarles la “grasa”. Sacamos cualquier cosa que no tuviera que estar por alguna buena razón.

La excepción es la última, “You Are Here”.
Sí, y es lo que mola, porque pensamos que todas las canciones tenían que ser muy pop, pero la última es un poco más experimental y expansiva. Eso está bien. Le hace un guiño a la otra cara del grupo, que todavía sigue ahí. No lo hemos abandonado. A fin de cuentas es un disco de Real Estate, y tenemos esos momentos.

¿Cómo se hace una canción pop de guitarras que sobresalga en 2024?
(Se ríe) Si lo piensas es peor, porque al final, ¿para qué lo haces? ¿Por qué grabar un disco con dos guitarras, si ya existen The Beatles? O incluso R.E.M. y The Go-Betweens…Se trata de dejarte ir teniendo estas influencias, sin pensar qué supone hacer una canción pop en 2024, con todo el peso de lo que tienes detrás. Se trata de hacer buena música pop porque la sabes hacer bien. Creo que nuestro disco anterior es bueno, pero me parece que hay mucha reflexión y suena un poco cerebral. Éste es un disco más de tocar y ya está.

Supongo que sabes cuando tienes una buena melodía o estribillo, que es algo instintivo.
Sí. Cuando lo tienes, lo sabes. Incluso sabes qué canción va a ser single. Con este disco ha sido muy difícil, porque todas las canciones son muy poperas, y muchas de ellas podrían ser singles, pero tuvimos claro desde el principio que “Water Underground” sería el primero. No sé cómo describirlo, todo encaja y funciona. Es como cuando montas en bici en un día bueno y todo está en su sitio. Sientes lo mismo cuando tocas una canción y pasan las cosas adecuadas. No lo sientes si a la canción le falta algo. Sabes cuándo tienes que continuar mejorándola.

¿Y qué me cuentas de esa canción, “Water Underground”?
Fue la primera canción que compusimos para este disco. O la primera que tocamos juntos. Fue la primera que nos flipó, y todavía nos flipa, así que se quedó tal cual. Pero algunas de las partes que más me gustan se improvisaron en el estudio. Teníamos las guitarras, los acordes y la melodía vocal. Y un día Daniel dijo que tenía una idea para los coros. A mí me había venido una idea en un sueño, unos coros tipo “Fall On Me”, y fueron como la guinda del pastel. Me encanta que estén ahí.

¿Hastá qué punto dejáis espacio para improvisar cosas en el estudio?
Cuanto mayores somos, más lo hacemos. La razón por la que hemos trabajado con un productor esta vez es que en la mayoría de los discos nos hemos ocupado de las canciones, mientras el técnico hacía el sonido. Esta vez queríamos un productor que también fuera compositor. Él cambió algunas canciones, aunque no tanto. Pero proponía cosas que estaban bien y que acabamos metiendo. Por eso trabajas con gente así y les pagas. Tienen talento.

“La música no debería ser una competición, pero el negocio sí lo es”

¿Por qué el título “Daniel”? ¿Se refiere precisamente a él?
Cada uno tenemos una opinión diferente (risas). Yo tengo un “Daniel” en la cabeza, pero no se lo digo a nadie. Y si le preguntas a Martin o a cualquiera, te darán otras respuestas. Queríamos que el título fuera el nombre de una persona, para que tuviera energía, carácter. No sé por qué lo llamamos así, pero me encanta. Todavía no te puedo decir por qué suena tan a propósito.

Quince años ya desde que empezasteis. ¿Sois los mismos?
¿Te refieres a personal o espiritualmente?

¡Ambas cosas!
Bueno, no somos los mismos, y además hemos crecido mucho. Lo que te puedo decir es que esta formación que tenemos ahora da una sensaciones buenísimas. Nos llevamos muy bien. Y eso se nota, lo puedes escuchar. Hay mucha armonía interpersonal, y todo el mundo está en el mismo barco. Porque está bien cumplir quince años con un grupo, pero es difícil. Es como una relación a largo plazo. Te lo tienes que currar.

Desde luego. Los grupos son complicados.
Es difícil, no te voy a mentir. Una banda como la nuestra normalmente la forma gente más joven, y se basa en lo que está de moda. Creo que llegamos en un momento en el que había mucho interés por la música que hacíamos. Y el paisaje musical ha cambiado tanto como todo lo ha hecho en estos quince años. Creo que en la música quince años son siglos. Seguro que a ti te pasa lo mismo. Y es difícil, pero también una pasada poder seguir. Lo que pasa es que cuando llevas un tiempo, la gente te da por sentado. Y con las obligaciones familiares cuesta más. Diría que lo más complicado es girar. Que a mí me encanta y tienes que hacer. Pero tres miembros del grupo tienen niños, y las cosas no son igual con veinte años que cuando te acercas a los cuarenta. Hacerlo sostenible financieramente y con tu vida familiar cuesta, pero estoy muy agradecido.

“La formación que tenemos ahora nos da unas sensaciones buenísimas”

Es que salen muchísimos discos, y bastantes son bastante buenos.
Lo sé. ¿Y cómo destacas entre todo eso? Lo curioso es pensar de este modo, cuando la música no debería ser una competición, pero el negocio sí lo es. Todo lo que podemos hacer es tomárnoslo con sentido del humor. Si no nos tomamos demasiado en serio, la gente adecuada nos encontrará y nuestra música resonará en ellos.

¿Qué dirías que ha sido lo más difícil en todo estos años?
Bueno, ha habido peleas, se ha despedido a gente…y se han ido algunas personas.

¿Ah, sí?
Sí, El batería anterior se fue porque no quería girar. Si no quieres estar en un sitio acabas resentido, y es absurdo. Ha habido puntos muy altos que parecían victorias, y bajones muy confusos en los que no sabíamos cómo seguir. Pero al final, la música sigue siendo buena y la gente sigue viniendo a vernos. Mientras tengamos eso, creo que seguiremos haciéndolo funcionar lo mejor que podamos. Y la dinámica actual es muy potente, lo cual está muy bien cuando has cumplido los quince.

Espero veros tocando por aquí. Por cierto, ¿os gustan los festivales?
No tanto como antes. Creo que han cambiado. A ver, Primavera Sound es uno de nuestros favoritos, es increíble. Y muchos festivales españoles son estupendos. Pero te voy a poner un ejemplo: Coachella era el típico festival americano en el que tenía todo el sentido que tocara Real Estate. Y ahora se ha convertido en el mayor festival de pop comercial. Así es como la música y la cultura de festivales han cambiado…

Lo que hacen algunos de esos grandes eventos es programar grupos totalmente distintos con la esperanza de reunir todos los públicos. Lo cual es un enfoque extraño, ¿no?
No lo hacen todos, pero los corporativos sí. Y nuestra gente no funciona así. Creo que la mayor parte de nuestros fans prefieren festivales pequeños con bandas similares a la nuestra. En los eventos masivos no creo que esté el tipo de fan interesado en lo que hacemos. Muchos de nuestros fans se han hecho mayores como nosotros, tienen críos y obligaciones, y no van a ir a un festival a ver a dos grupos que les interesan, ni a estar de fiesta toda la noche. Si me dan a elegir, yo prefiero tocar en una sala, donde puedes tocar más, hacer prueba de sonido y todo eso. Pero, por supuesto, los festivales son muy divertidos y si tocas en el adecuado, es estupendo.

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