¿Qué expectativas y/o nudos en el estómago tenéis respecto a la salida de vuestro nuevo álbum “Mnemosyne”?
La verdad es que no tenemos expectativas, aunque sí sensaciones positivas, porque es un disco en el que hemos trabajado mucho y al que le hemos puesto mucho amor. El mastering corre a cargo de Silver Recordings, que también nos hicieron el master del debut. Estamos bastante contentos con el disco en general, y parece que están gustando los adelantos que hemos ido sacando.
Trata la historia tóxico-romántica-fatal entre Matthew y Ramona, y se sitúa en EE.UU. Sin embargo, es fácil empatizar con ellos. Quien dice California, dice aquí mismo… ¿Es el propio idioma inglés el que os lleva a EE.UU, es una lejanía ‘buscada’, tal vez?
Andrea: Las canciones que compusimos al principio -“Calico House” y “Greedy’s Garden”-, tienen una sonoridad concreta y nos transmitían algo totalmente diferente a las sensaciones que habíamos intentado crear en el primer álbum. A la hora de crear la letra, sus melodías me llevaban a lugares y sensaciones concretas, como si esas canciones fueran capítulos sueltos de alguna serie adolescente americana. Mi forma de crear cambió bastante en este disco. En vez de basarme en vivencias propias, empecé a contar historias en tercera persona.
¿Habrá más bandas sonoras de las idas y venidas de Ramona y Matthew, o la historia terminó?
Andrea: Diría que el disco es el principio y el fin de la relación. De hecho, Ramona muere en la canción “Grave of Steel”, mientras que de Matthew poco se sabe, porque
desaparece. La última canción, “Speak of the Devil”, es la carta de suicidio que Ramona le deja a su amiga y con ella termina la espeluznante y dolorosa historia de estos dos personajes. Cuando empecé a escribir las letras, al principio no tenían coherencia ni hilo narrativo entre ellas, eran fragmentos aislados de la relación. Pero a medida que íbamos teniendo más canciones, me pareció guay darle cierto sentido a la historia, que tuviera un comienzo y un final, y se convirtió en una especie de miniserie. En esa época estaba obsesionada con la serie “Riverdale”, y creo que su trama me inspiró muchísimo.
¿Qué aporta la batería de Julen Hidalgo al nuevo sonido de Ramona’s First Evil Boyfriend?
Josemari: Libertad. Nuestros conocimientos sobre programación de baterías son totalmente nulos. Las bases de todo nuestro primer disco se hicieron con los ritmos de un teclado Yamaha PSS-190. Jugamos un poco con esa incapacidad e intentamos hacer algo creativo, pero al final nos limita mucho si queremos hacer cambios a lo largo de una canción o simplemente buscar otro ritmo. Tener a alguien como Julen Hidalgo es genial, porque técnicamente es muy bueno, pero además tiene gusto y se adapta muy bien a las ideas que muy ‘chapuceramente’ le explicamos.
Más allá de lo técnico-instrumental, ¿qué diferencia este disco de aquel (maravilloso) debut ‘casero’?
Josemari: En primer lugar, gracias por lo de “maravilloso”. A lo mejor diríamos que no es tan ingenuo como el primer disco. Ni siquiera nos considerábamos un grupo. Ahora, aunque sigamos haciendo las canciones de forma repentina, intentamos aportar algo de coherencia. El nuevo disco contiene algunos detalles que no nos habíamos planteado hasta este disco, como el uso del melotrón o el piano vertical.
¿Qué os gustaría transmitir al oyente con “Mnemosyne”?
Andrea: Aunque en el disco se trate una temática concreta, nos gustaría que quien lo escuche pueda viajar a donde le lleven las melodías. Al igual que a nosotros nos ha llevado a EE.UU, a los demás les puede transportar a otros lugares totalmente diferentes, no solo físicos, sino también mentales. Por muy fatídicas que sean las letras, siempre intentamos que generen sensaciones de paz, seguridad, de estar a gusto. La disonancia e incoherencia que se crean entre sonido y letra en este disco juegan una parte esencial en todo lo que queremos transmitir.
Las relaciones tóxicas son un tema recurrente en vuestras canciones. ¿Es la música la mejor terapia y exorcismo?
La música siempre ha sido esencial, algo a lo que no podemos renunciar en nuestras vidas. Los dos componemos desde muy pequeños, hemos dedicado casi todo el tiempo de nuestro día a día a hacer música y, sobre todo, a aprender de ella. Todavía estamos en ello. Sobre todo en la adolescencia -cuando la mayoría pasamos malos tragos relacionados con las relaciones socio-afectivas, familiares, de amistad, etc.-, ha jugado un papel muy importante; ya sea como vía de escape para las emociones contenidas que terminan convirtiéndose en una canción; como al revés, por medio de la escucha activa de canciones compuestas por alguien, que te arropan y te dicen “estoy aquí contigo, yo también he pasado por eso”. No sé, simplemente algunas escriben diarios para vaciar emociones y otras escriben canciones, hacen música. Sea como sea, este tipo de creaciones siempre tendrán un punto de tu verdad, de esa que no cuentas a la ligera…
En concreto, “Pearled Ship” trata en parte sobre la dificultad de dejar una relación tóxica. Arrojadnos luz, por favor: ¿por qué es tan difícil cortar de raíz con algo/alguien que nos hace tanto mal?
Andrea: Hemos crecido y nos hemos socializado en un entorno en el que todo gira alrededor de las estructuras heteropatriarcales del amor romántico. Las mujeres y los hombres hemos sido categorizados siempre a través de sectores y adjetivos dicotómicos. Es decir, históricamente las mujeres formamos parte del sector privado -el
hogar y la maternidad-; y somos emocionales e inseguras: no podemos destacar. De otro lado, los hombres están en el sector público -política, poder-, y son racionales, fuertes y seguros. Todo esto afecta directamente a las relaciones románticas heterosexuales -me refiero a estas porque son las que conciernen a nuestros protagonistas-. Las mujeres, influenciadas por este modelo romántico, sentimos la necesidad de que alguien nos valore. Pensamos que si no tenemos pareja no estamos completas. Esto nos lleva a sentimientos de dependencia emocional, de hacer todo por la otra persona, de morirse por ella. Es más, relacionamos el sufrimiento con el amor. Por eso no nos alejamos de alguien que nos hace daño, porque pensamos: “si sufro por esta persona es porque la quiero de verdad”; o incluso: “si siente celos es que me quiere”, en vez de pensar que esas reacciones son tóxicas, que están mal.
“La disonancia e incoherencia entre sonido y letra juegan una parte esencial en lo que queremos transmitir”
En la canción que da título al álbum reivindicáis la confianza y el cariño mutuo en una relación, “empezando por el de uno mismo”. La melodía tiene algo de sombría, la voz de Andrea transmite una especie de llanto contenido, de dolor. Otra pregunta para filosofar: ¿por qué nos queremos tan poco?
Andrea: Todo esto tiene relación con la pregunta anterior. Es decir, una vez te das cuenta de los comportamientos innatos con respecto al amor, te das cuenta de que la relación no va a fluir de una forma sana. Esta canción, “Mnemosyne”, trata justamente de eso; de deconstruirse, de repensar todo lo aprendido y sentirse libre y conectada con una misma. En concreto, Mnemosyne es la diosa de la memoria en la mitología griega; dice la leyenda que las almas tenían que decidir si beber del río Lete y no recordar la vida pasada al reencarnarse, o del Mnemosyne, y así recordarlo todo. A través de este concepto hacemos un guiño a la importancia de la memoria y cómo podemos utilizarla tanto en nuestra contra como a nuestro favor.
Tenía entendido que el single “Retroceder” se incluiría en este disco, ¿que ocurrió? ¿No encajó? ¿Os sentís incómodos cantando en castellano?
“Retroceder” surgió como un experimento en el que intentamos salir de nuestra zona de confort y componer en castellano. La verdad es que lo hicimos pensando en sacar un EP en junio, pero finalmente decidimos sacar un disco con más canciones y más trabajado. Fue una decisión precipitada sacar este single. Quizá deberíamos haber esperado un poco y pensar las cosas sosegadamente, pero no es nuestro estilo. En ese momento pensamos que era una canción guay y seguimos el instinto. No teníamos ni idea de qué tipo de canciones iban a surgir después y no nos planteamos que la canción pudiera quedar fuera por no ir acorde al disco, que es lo que finalmente pasó.
Citáis como influencias a Broadcast, No Vacation, Loving y Sleep Party People. ¿Alguna banda/artista más que hayáis descubierto recientemente?
Andrea: Últimamente estoy obsesionada con el disco “Collapsed in Sunbeams” de Arlo Parks; también estoy escuchando mucho a Faye Webster, Mitski y The Do; y en castellano, a Rita Payés o Rigoberta Bandini. Grupos de por aquí tampoco faltan en mis listas: Belako, Kerobia, Airu...
Josemari: A escala nacional, hay unos chavales asturianos que tienen un proyecto llamado Croma Nueve, que sacaron un EP el año pasado y que suenan muy guay. A escala internacional; Her’s, Good Morning, Jessica Pratt…
El pasado año fuisteis seleccionados para las residencias de Kutxa Kultur Musika 2021 y el circuito Katapulta Tour Gipuzkoa 2021. ¿Qué aprendizajes destacáis de estas experiencias?
Aprendimos muchos asuntos burocráticos: derechos, facturas, registrar las canciones... Son cosas en las que nunca hemos querido meternos, porque a nosotros lo que nos gusta es hacer canciones, y eso da la sensación de que nos queda grande, pero al final, si queremos hacerlo bien, parece inevitable tener que pasar por ahí. También ha estado muy bien poder compartir esa experiencia con otros grupos que estaban en un momento parecido al nuestro, de creación y desarrollo.
Asimismo, ¿cómo fue vuestro paso por VillaSoundBilbao?
Josemari: VillaSoundBilbao supuso nuestro primer concierto, lo cual fue genial, porque no pensamos que fuéramos a tocar en ningún sitio. Nos introdujo un poco en la escena musical de Bilbao/Indie/Bellas Artes, en la cual Andrea siempre ha estado al loro, e hicimos migas con algunos de los grupos que participaban. También nos permitió conocer a Urtzi Iza, que se ha convertido en un guía espiritual para nosotros y que nos está echando una mano, dos y tres.
¿Qué planes tenéis para la puesta en directo de “Mnemosyne”? ¿Alguna fecha en el horizonte cercano?
El viernes 4 de marzo presentaremos el disco en su totalidad en Kutxa Kultur Plaza, en Tabakalera (Donostia). Aparte de eso, tenemos algunos conciertos para marzo/abril aún sin concretar, pero nuestro plan es aprovechar todo lo que podamos para tocar. Así que si alguien está leyendo esta entrevista y nos quiere organizar algún bolo, bienvenido será…
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