“Queremos encontrar nuestra esencia”
EntrevistasRambalaya

“Queremos encontrar nuestra esencia”


Eduardo Izquierdo — 01-09-2023
Fotografía — Noemí Elias Bascuñana

Están de vuelta. Rambalaya ya está aquí. La gran súper banda de rhythm and blues de Barcelona tiene nuevo disco, Only In My Dreams(Buenritmo, 23).

En Rambalaya nos volvemos a encontrar con Anton Jarl a la batería, Jonathan Herrero a la voz, Héctor Martín a la guitarra, Matías Míguez al bajo, y Gerard Nieto al piano y el Hammond, a los que se unen ahora los vientos de Pol Prats, saxo tenor y barítono, y David Pastor, trompeta. Hablamos con Anton, quien no solo se encarga de las baquetas sino que, desde los inicios de la banda ejerce de líder espiritual y también compositivo.

Hoy viernes 1 de septiembre estarán actuando en Festivalle (Valle de Tobalina, con entrada gratuita) y el sábado 2 de septiembre en la sala Clamores de Madrid. Las entradas están disponibles en este mismo link.

Ya queda lejos, pero ¿volvemos a explicar vuestros orígenes?
¡Claro! Teníamos un cuarteto con Matías, Fer y Jonathan que tocábamos versiones al principio, y había muy buena química. Lo llamamos The Ramblers e incluimos a Héctor a la guitarra para grabar tres o cuatro temas que compuse. Tenía la sensación de que habíamos encontrado algo especial. Yo ya había compuesto temas para Koko-Jean & The Tonics y para un grupo que se llamaba Bad Stamp, pero esto me motivó mucho a ponerme de nuevo. Allí hacía las letras. De hecho, para mí, componer siempre empieza con las letras. Siempre me ha gustado escribir y después de tantos años en la batería me apetecía ponerme a ello. Cosas sencillas… Cuando The Ramblers, con Jonathan me inspiré mucho para componer, haciendo canciones para él, con esa voz, y que además tiene muy buen inglés. Tenía ganas de liderar un proyecto y llevarlo a un terreno musical que me parecía interesante.

"Si hemos de ponernos una etiqueta, con lo poco que nos gusta eso a los músicos, rhythm and blues puede estar bien"

Al principio me hablabas mucho de un proyecto de rock and roll, pero habéis acabado haciendo del rhythm’n’blues vuestra bandera.
Supongo que es normal. La cabra tira al momento. Yo escucho mucho rock. Nuestras influencias siguen ahí. En este disco, por ejemplo, me ha influido mucho Willy DeVille, y también el country de gente como Glen Campbell. Aunque podríamos decir que si hemos de ponernos una etiqueta, con lo poco que nos gusta eso a los músicos, rhythm and blues puede estar bien.

Da la impresión de que compositivamente cada vez trabajas mejor para la voz de Jonathan.
Claro, es el tiempo estando juntos. Pero no solo Jonathan, creo que toda la banda ha crecido y todos son importantes. Evidentemente, tener un vocalista como él es un lujo, pero también tener al resto de instrumentistas (y amigos) a mi lado. De hecho, hay más gente en la composición y eso me gusta mucho.

Tú lideras el grupo, pero como dices hay más gente en la composición. Es una dinámica habitual en vosotros.
En el primer disco ya hay dos temas de Matías y también hay un tema de Fer Tejero, nuestro teclista anterior. Este disco sigue esa línea, Matías vuelve a participar en dos temas, uno a medias conmigo y otro con Jonathan. “Cabin Fever” parte de un riff muy Creedence de Héctor y yo hice la melodía y la letra. Lo que me gusta de esta dinámica es que yo he hecho la mayoría de los temas, y eso marca un tono, pero la participación del resto, a su vez, hace que nos vayamos desmarcando de ese tono. Eso lo hace todo muy rico. Lo hace muy variado. Es algo que si escuchas un disco como “Superunknown” de Soundgarden, aunque o tenga nada que ver con lo que hacemos nosotros, la mayoría de los temas son de Chris Cornell, pero te das cuenta de que el resto de la banda ha ido aportando cosas y enriqueciéndolo todo. O con el “Synchronicity” de The Police pasa lo mismo.

El hecho de tener una banda como Rambalaya que es “tu” banda ¿te motiva más a componer para ella y dejar en manos de otros músicos –perfectamente capacitados evidentemente– ese trabajo en los otros proyectos?
Sí, es muy diferente. Con Los Mambo Jambo, el líder del grupo, obviamente es Dani Nel·lo y es el principal compositor. Además son temas instrumentales. Ivan Kovacevic también compone algún tema, pero el noventa por ciento o más son de Dani. Como te decía, yo me baso mucho en la letra al componer y me costaría mucho más hacerlo en un grupo instrumental. Me siento cómodo en el papel de batería de Mambo Jambo y creo que tenemos talento compositivo de sobras como para que me meta yo. Con Koko he compuesto más, adaptando la composición a ella, porque es su grupo. Es algo que me encanta hacer. Hacer canciones a medida para ella. Aunque ya no estoy con ellos porque no podía ofrecerles la disponibilidad que merecen. En definitiva, componer para Rambalaya me ofrece mucha más libertad.

Te tengo que preguntar, antes de acabar, por esos conciertos de homenaje al “Machine Head” de Deep Purple que hicisteis en Barcelona. Algo muy alejado a vuestro habitual sonido.
Sí, fue muy divertido hacerlo, y claro que estamos lejos estilísticamente, pero todos tenemos un bagaje en el hard rock. Fue una forma también de estudiarlo, un reto… No fue fácil hacer esos temas. Mi objetivo es que Rambalaya tenga una entidad fuerte como grupo. No me importa que haya influencias, como Elvis o Roy Orbison en este disco, pero para conseguir ese sonido propio no puedes pretender meterlo todo de golpe. A mí me gusta escuchar funk o heavy metal, pero no voy a meterlo todo con calzador. Quiero encontrar la esencia de este grupo. El primer disco quizá era un poquito más rhythm‘n’blues y este es más melódico. Y es así porque creo que nos hace sonar mejor. Que estamos aprovechando más el talento de los músicos.

 

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