Jon Spencer, el grande, el imitado-inimitable, la fiera sexual (y bla, bla, bla) es capaz de arruinar el día al entrevistador más pintado... Esto ya se ha dicho en esta revista. Pues resulta que, cuando este borde maleducado se pone al teléfono, es una persona amable, paciente y capaz de resultar hasta simpático. “¿De España? ¡Hola!”, dice en español. Uno piensa que se ha equivocado de número. “Venga, just relax, la entrevista". Después de haber entrevistado en varias ocasiones a Jon Spencer desde 1996, esta ha sido la más extraña. La Blues Explosion atraviesa horas bajas y Bauer y Simmins se han dado cuenta. Se han reinventado, han cambiado de nombre y de pronto se han vuelto serios... de verdad. ¿Es la crisis de los cuarenta de Jon Spencer? A partir de “Damage!”, el grupo deja de llevar el nombre de Jon Spencer, y se queda únicamente en Blues Explosion. “Llevamos doce o trece años siendo la Blues Explosion, los tres juntos en un grupo y la gente lo sabe: en los conciertos les chillan tanto a ellos como a mí, así que ya no quiero ser el protagonista de nada. Era ridículo mantenerlo igual, de hecho, recordarás que nunca me ha gustado que las fotos me las hicieran a mí solo". Lo recuerdo y lo confirmo, pero de algún modo se sigue alimentando una discusión en la que los contendientes enfrentan la grandeza del mito del showman Spencer, a la valía más o menos cuestionable de la música del grupo aislada de cualquier imagen mega-cool. “Es inevitable. No lo entiendo muy bien y a veces es frustrante porque no siempre la gente se toma en serio a la Blues Explosion por este personaje y algunas de sus interpretaciones". ¡El mismísimo Jon Spencer hablando de si mismo en tercera persona! “Es un poco como lo que le pasa a Little Richard, uno de los más grandes de todos los tiempos. Es la reina del rock´n´roll, pero hay un personaje, una personalidad, y una parodia que superan eso. En nuestro país debería ser un héroe nacional, pero no se le entiende bien. Así que no creo que estemos tan lejos de lo que le ocurre a Little Richard".
"Uno de los clichés es que si te dedicas al blues, de algún modo estás vendiendo tu alma al diablo" |
La Blues Explosion es un trío de tres que no soportan estarse quietos ni para salir en la foto. Aunque mantengan un estilo fácilmente reconocible, cada vez que han hecho una cosa acto seguido se dedican matemáticamente a lo opuesto, y eso en psicología tiene un nombre. “Siempre va a haber una reacción automática contra el disco anterior. No es algo que decidamos ni que estemos intentando todo el rato. ´Damage!´ es diferente de ´Plastic Fang´, pero se construye encima de lo que aprendimos en ´Plastic Fang´ sobre composición, trabajo con productores, y cohesión de un disco. Crece de ahí, pero no creas que es un rechazo de ningún otro disco". No se lo cree ni él. “Plastic Fang” era rock clásico patillero, y “Damage!” es tan negro y experimental para la Blues Explosion, que aparece hasta Martina Topley-Bird reverdeciendo los laureles del “Maxinquaye” de Tricky. De hecho se la podrá ver junto al trío en parte de la gira de “Damage!”. “No se trata de que hayamos querido hacer un disco experimental, sino que queríamos trabajar con un solo productor otra vez, y no encontramos a nadie adecuado, así que comenzamos a buscar gente diferente que tuviera un punto de vista interesante. Y en ese punto sí te puedo decir que me interesa la experimentación".Harto de repetir eso de “The Blues is number one” y de aullar como un lobito en celo, Jon Spencer dice ahora en su disco que “su” blues no es cosa del maligno. ¿Hacía falta decir eso en 2004? He aquí una de las confesiones más directas que me haya hecho nunca Spencer, transcrita tal cual, con reiteraciones y dudas. Vale la pena. “Eso del diablo es de ´Help These Blues´, una de las canciones que hay en el disco que habla directamente sobre el blues. Trato de hablar en voz alta y de entender mi relación con el blues y explicar su concepto. Y no quiero decir que sea una broma, pero es una vieja idea que el blues es la música del diablo. No es necesario que yo lo diga, pero es necesario que la gente lo oiga. La canción trata sobre lo que es el blues, y eso es de lo que trata ´Damage!´. Nosotros somos una banda de rock´n´roll, pero no estaríamos aquí si no hubiera sido por el blues, es algo que me planteo ahora constantemente, porque he cumplido cuarenta y todavía estoy haciendo el mismo tipo de música desde hace... Sé que tengo que ser consciente de cómo evoluciona mi cuerpo, puedo sentir cansancio y dolor. Sé cómo afecta a mi familia el hecho de estar de gira todo el rato lejos de los míos, y quiero saber ahora cómo afecta eso a mi blues y a mi rock´n´roll, porque uno de los clichés es que el blues es una música maldita del infierno, y que si te dedicas al blues, de algún modo estás vendiendo tu alma al diablo. Y, aunque no lo parezca, es una canción seria que es parte de mi vida que trato de entender a través de la composición”.La conversación dio para más. Hablamos sobre los colaboradores del disco y su preferencia por la gente con experiencia, sobre su participación en "The Soul Of A Man" de Wim Wenders para la serie sobre la historia del blues de Martin Scorsese y sobre lo ridículo que es un grupo de rock cuando no pide ayuda a otros para sus grabaciones ni deja que les aconsejen a riesgo de perder su pizquita irreconocible de personalidad, pero al ir a despedirnos, hablamos de algo que supera lo anecdótico: era el mismo día que R.E.M. estaban en Madrid haciendo campaña de “Around The Sun”, y promoción de John Kerry. “Esto me interesa. Respeto a R.E.M. por todo lo que tratan de mover a la gente por muy diferentes causas, y el caso es que lo consiguen, por eso trabajan así. Pero no todo el mundo está tratando de mover a la gente, sino haciendo la misma mierda de siempre, sobre todo en un momento tan turbulento como éste en el que todo el mundo está discutiendo sobre el futuro en los medios de comunicación".
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