A Dillinger Escape Plan no se les escapa la fuerza precisamente por la boca. Chris es uno de sus guitarristas y, aunque habla por los descosidos, no se trata precisamente de uno de esos habituales instrumentistas de banda dura que peca de bravucón. Más bien al contrario, sorprende encontrarse con una persona tan respetuosa y simpática. Quizás mejor usamos aquello de que perro ladrador, poco mordedor. La música de Dillinger Escape Plan ladra y muerde, pero solamente su música. «Somos normales en la vida diaria, somos como la mayoría de la gente, sí, la verdad es que parecemos gente normal. Hacer esta música nos permite hacer lo que jamás podríamos hacer en nuestra vida diaria». De ahí que su música sea violenta y salvaje, retorcida y oscura, brutal y agresiva. «Cuando componemos necesitamos tener algún sentimiento agresivo, dejarlo salir. Si cuando componemos una canción esos sentimientos de agresividad y energía no surgen, consideramos que no se trata de un buen tema y lo acabamos. La música es un medio de expresión y, por lo tanto, también puede ser una forma de dejar fluir tu agresividad, simplemente tocando música y dejando salir todo fuera».Aunque cuentan con varios splits y Ep’s en diminutos sellos independientes, ha sido Relapse el sello que les ha brindado la oportunidad de llegar con relativa efectividad al público que mejor puede entenderles. Su primer paso con el sello fue «Under The Running Board» (Relapse/K Industria Cultural, 98), al que siguió el que ha acabado siendo su primer y sorprendente larga duración, «Calculating Infinity» (Relapse/K Industria Cultural, 99), un trabajo que combina la ferocidad de Bloodlet o Today Is The Day con la desconcertante sintaxis de No Means No o Mr. Bungle. «Por fin hemos hecho un disco largo, un disco con la suficiente duración como para expresar lo que somos realmente y poder tener más posibilidades para experimentar. Y eso es algo que no pudimos hacer antes, así que considero que hemos pasado a otro nivel. Lo que más nos cuesta es componer, tardamos mucho y quizás es porque somos un poco vagos. No acostumbramos a trabajar muy duro y hacemos muchas partes por separado. Sé que no es algo normal, pero estamos acostumbrados y cada vez nos resulta más sencillo trabajar así». Pues cualquiera lo diría, porque aún sin trabajar duro, Dillinger Escape Plan no han dejado de girar por los Estados Unidos desde hace un par de años. «Hacemos una música que nos permite entrar en varias escenas a la vez porque tiene elementos muy distintos, por ejemplo hemos podido tocar con Mr. Bungle, pero no tenemos ningún problema en actuar junto a grupos de punk o hardcore». De todos modos, quieran o no, existe una serie de puntos en común que les acercan a nombres como los de Converge, Coalesce o incluso a Unsane. «Sentimos que pertenecemos a su misma escena. Hacen una música agresiva, tienen una actitud parecida y nuestras influencias vienen sobre todo de la escena hardcore, porque es el movimiento por el que nos sentimos más atraídos. Aunque nosotros empezamos haciendo música heavy, death metal para ser exactos. Nos fijamos en la energía de ese tipo de bandas, nunca habíamos visto tanta fuerza y una música tan rápida. Era algo que me excitaba mucho y a partir de entonces empecé a hacer ese tipo de música. De todas formas, te diría que tenemos influencias muy dispares, grupos de hardcore, las primeras bandas de Earache, incluso gente que hace jazz». A eso se le llama amplitud de miras.
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