2012 fue un año bastante amargo para Mucho. Cambios de formación y de discográfica, pocos conciertos… nada hacía prever que el siguiente fuera a ser mejor, hasta que entraron en el local a componer nuevas canciones. Ya no podían seguir jugando la carta de su pasado en The Sunday Drivers, así que era momento de enfrentarse a los miedos. Martí Perarnau ha superado los suyos disfrutando por primera vez de ponerse delante del micrófono. El resto, a la vista de “El Apocalipsis según Mucho”, también. “Sobre todo es un Apocalipsis personal, la penitencia que hemos pasado hasta llegar aquí y cómo afrontar las cosas de otra manera. Es un disco que habla sobre ser uno mismo, y la confianza en que si todo acaba, lo que venga después puede ser mejor. No creo que sea un trabajo pesimista, de hecho la música es muy luminosa”.
El castellano, otro de los temores que se ha quedado por el camino, brilla ahora en todas las letras. “Lo que más nos ha costado ha sido encontrar la manera de escribir. Fue bastante drama el hecho de encajar la letra en castellano en una forma de componer que estaba orientada al inglés. En este disco ha sido más fácil porque de algunas canciones ya tenía la letra escrita. Ahora estoy muy contento y no me veo cantando en inglés nunca más. Me gusta que me entiendan”. Han grabado en los estudios Blind Records con producción de Fluren Ferrer, Santos Berrocal y Ricky Falkner, y no suenan arrogantes al afirmar que hacen algo diferente, al menos en nuestro país. Y si lo dicen es porque realmente lo creen. “Queríamos hacer una producción que fuera radical en el sentido de que si queremos que suene cósmico, vamos a hacerlo realmente como si fuera un viaje con muchas capas y mucho aire. ¿Por qué los guiris lo hacen y a nosotros nos cuesta hacerlo si funciona?”.
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