Quemando rueda
EntrevistasMinistry

Quemando rueda

Redacción — 23-08-2004
Fotografía — Archivo

Las cosas han cambiado. Paul Barker, parte cabal y responsable de Ministry, ha dejado la nave, dejando a Al Jourgensen al mando. Tan descerebrado como audaz, éste ha tomado el timón, brindándonos un disco tan poderoso como "Houses Of The Molé". Ahora, dice, se siente liberado e incluso más tranquilo que antes.

"Es como en los matrimonios. Llevas veinte años con una persona y llega un día en el que te cansas de follar con ella. Ya no había motivación para seguir juntos, así que ahora me siento como si volviera a tener quince años, como si fuese un punk revolucionario". Jourgensen contesta así a mi primera pregunta. Está sentado en la terraza de un hotel en Barcelona, justo frente a la denostada sala de fiestas El Molino. Allí goza del sol y de los dos únicos vicios que le quedan: el vino y el tabaco. Mientras, no cabe en su felicidad. "Me gustaría vivir en Europa, en París o en Barcelona. Vivo en Texas, pero en la parte que está tocando con México. Me encanta aquello, es un estado muy grande. Me gusta menos la gente de dónde es Bush, pero el lugar en el que nosotros vivimos es diferente, es como estar un poco más cerca de Europa". Ministry tienen un nuevo disco, pero parece que a Jourgensen le chifla hablar de política, así que me transmite su alegría por el cambio en el paisaje político español. "Si Michael Moore es el enemigo público número uno de George W. Bush, yo soy el número dos. Estoy encantado con que haya ganado las elecciones Zapatero, porque lo de Madrid fue un ataque al gobierno opresivo que había antes en vuestro país". Volviendo al disco, debemos subrayar que el título de todas las canciones empiezan con la letra "W", que también aparece en la portada, lo cual podría llevarnos a pensar que estamos ante un disco temático, con la crítica a la política americana como motor principal. Por lo que parece todo resulta ser una mera coincidencia.

"Si Michael Moore es el enemigo público número uno de George W. Bush, yo soy el número dos"

"En la portada sale el reverso de una moneda de dólar y el símbolo de la energía, que simboliza lo positivo que hay ahora en mi persona y en este grupo. Una vez hecha sí pensé que también podía significar un deseo de cambio, de acabar con el ataque político que estamos viviendo. Lo de la ´W´ fue un accidente, una casualidad, aunque cuando me fijé pensé que podría convertirlo en una campaña crítica contra Bush. Si sale alguna vez del gobierno me podrás ver borracho y desnudo celebrándolo y diciéndole ´fuck you´ con el dedo. Será muy pronto, porque la gente de entre veinte y treinta años que antes no votaba ahora lo hará masivamente. No existe nada entre demócratas y republicanos, así que las posibilidades están al cincuenta por ciento". Musicalmente estamos ante un disco frenético, como si trazases curvas a trescientos kilómetros por hora, un trabajo que retumba en el cerebro como si nos pinchasen con una aguja de coser entre las costillas. "Lo grabé rápido, sin demasiados experimentos. Quería algo real, un disco que sonase como yo y los chicos tocando como punks. Cada disco es como una foto de mi vida, supone una etapa, y esta es una en la que me siento muy feliz. Paul era un tipo muy retorcido y yo soy una persona más optimista, por eso ahora me siendo liberado de algún modo". Por otro lado, sorprende que el intervalo de tiempo entre la publicación de "Animositisomina" y de "Houses Of The Male" haya sido tan corto, sobre todo teniendo en cuenta que, normalmente, Ministry siempre se han tomado su tiempo antes de sacar un disco nuevo. "No ha pasado mucho tiempo porque quería grabar rápido, porque me entraron prisas, porque estaba ansioso, porque quería enseñarle por fin a la gente quién soy yo de verdad. Entre ´Dark Side Of The Spoon´ y ´Animositisomina´ hubo un tiempo muerto demasiado largo, así que no quería que esta vez ocurriese lo mismo. Ha habido menos preparación y casi todo se ha generado en el estudio". Tan activo y entusiasmado está nuestro protagonista que incluso ha decidido resucitar a Revolting Cocks, aquel entretenido proyecto con el que descargaba las tensiones que le producía Ministry. Aún tenemos fresca en la cabeza aquella absurda pero refrescante versión del "Do You Think I´m Sexy" de Rod Stewart. "Cuando acabe de hablar contigo voy a seguir componiendo para Revolting Cocks. Tenemos a un nuevo cantante y estoy entusiasmado con la idea de volver a trabajar con el grupo. Mantendremos el mismo concepto, igual de estúpido, pero esta vez la versión que haremos es el ´Purple Haze´ de Jimi Hendrix. Será también graciosa, ya lo verás, va a ser un retorno muy divertido".

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