Para Animal Collective la música ha sido siempre un juego sin reglas. En cada uno de sus trabajos parecían hacer borrón y cuenta nueva. No sólo empezar de nuevo como banda sino inventar de cero cualquier concepción que pudieran tener sobre la música. Hay temas recurrentes, sonidos favoritos, pero cómo estos interactúan y fluyen es fruto siempre de una experiencia nueva y de las circunstancias que rodean a las cuatro personas que integran uno de los proyectos musicales más excitantes e importantes de los últimos años.
"Nuestra intención no es ser un grupo difícil. Queremos ofrecer una experiencia positiva"
“En un año pasan muchas cosas”, comenta David Portner al otro lado de la línea telefónica. Avey Tare se ha pasado buena parte de 2008 de gira junto a Panda Bear (Noah Lennox) y Geologist (Brian Weitz). Quien no les acompañó fue Josh Dibb, Deakin, que decidió tomarse un respiro de giras después de la grabación de “Strawberry Jam” y cuya ausencia condicionó tanto el repertorio en directo del grupo el pasado año como la orientación que ha tomado “Merriweather Post Pavilion”, continuación a su trabajo más exitoso, y en el que Animal Collective redondean esa combinación de melodías, psicodelia y polirritmia que pudimos ver en acción en la pasada edición del festival Primavera Sound.
"Las melodías de ‘Merriweather Post Pavilion’ son más suaves"
“Después de grabar ‘Strawberry Jam’”, explica Portner, “a la mayoría nos entusiasmaba la idea de salir a tocar el nuevo material, pero Josh ya tenía decidido que no iría de gira. Estaba algo quemado y quería quedarse en casa durante un tiempo, una decisión que respetamos. Para entonces ya se había preparado un pequeño tour mientras se terminaba la mezcla del álbum. Así que estaba claro que deberíamos trabajar con nuevas canciones, porque no queríamos tocar material antiguo sin Josh”. Ésa fue la génesis de “Merriweather Post Pavilion”. Portner, Lennox y Weitz acababan de descubrir lo que podían hacer con un par de cajas de ritmos y samples y decidieron crear un repertorio completo que combinara bien con lo que acababan de dejar grabado para “Strawberry Jam”. “Noah y yo empezamos a trabajar con nuevas melodías un par de meses antes y nos estuvimos enviando demos de las canciones. Conseguimos juntarnos para ensayar un par de semanas y de allí salieron doce temas nuevos”. En otro grupo, el semi-abandono de un miembro hubiera supuesto un grave problema, probablemente su expulsión y reemplazo inmediatos, etcétera, pero Animal Collective lleva una década funcionando al margen de las convenciones, tanto a la hora de hacer canciones como en términos de organización. No es la primera vez, de hecho, que alguno de los miembros del grupo no participa en la grabación de un disco, sin ir más lejos sólo Avey Tare y Panda Bear tocaron en “Sung Tongs” (Fat Cat, 04), álbum imprescindible dentro de la discografía del grupo, e incluso Deakin, desde Nueva York, ha firmado unas cuantas remezclas recientes con el nombre de la banda. “Nosotros estábamos completamente metidos en las canciones, las habíamos estado tocando durante toda la gira y la grabación fue algo que vino rodado. No nos pareció buena idea que Josh se enganchase al carro en mitad del proceso, aunque escribir el disco sin él no fue fácil. En cualquier caso, fue el primero en escuchar el disco y le encanta. Ya conocía los temas de los conciertos y aportó sus ideas”.
Una de las novedades más destacada por la prensa de “Merriweather Post Pavilion” es el papel protagonista que tienen las voces aquí. No es algo nuevo, en realidad. Ya se intuía en buena parte de “Strawberry Jam” e incluso podemos hablar de “Person Pitch” (Paw Tracks, 07), el disco en solitario de Panda Bear publicado poco antes de la edición de éste, como el origen de ese indisimulado aire Beach Boys que han tomado sus composiciones. Pero en cierto sentido la melodía siempre ha estado allí. “Siempre ha sido una parte importante de nuestras canciones, es el punto de partida de todas”, explica Portner. “Creo que las melodías de ‘Merriweather Post Pavilion’ son más suaves, pero ha habido pocas diferencias respecto a otros álbumes en nuestra manera de abordarlo. Desde siempre hemos querido escribir buenas melodías, a la vez que siempre ha sido importante experimentar con los sonidos y todo lo que los rodea. Somos los mismos de siempre, sólo que un poco más maduros, lo vemos todo con mayor perspectiva, tanto nuestra vida como nuestra música”. Portner concede a Ben Allen, productor de Gnarls Barkley, parte del crédito por el papel predominante de las voces en el disco. “Fue un poco más productor de lo que nadie lo ha sido con nosotros en el pasado en términos de sonido. No somos del tipo de banda que pueda estar dos o tres meses metida en el estudio. Nos suele bastar un mes, porque solemos entrar a grabar con todo listo. Le ha dado un gran sonido a las partes vocales, ha sabido orientarlas a nuestro gusto. No ha habido conflictos en ese aspecto”.
“Mantenemos nuestra filosofía de experimentar con la música”, continúa. “No queremos sentirnos obligados a hacer algo en concreto sólo porque a la gente le gusta, y para mi sorpresa buena parte del público conecta con este planteamiento. Por supuesto que nuestra música es algo con lo que puedes bailar y divertirte. Nosotros también queremos pasar un buen rato, nuestra intención no es ser un grupo difícil. Queremos ofrecer una experiencia positiva”. Es lo que han hecho durante sus últimas giras. Animal Collective han encontrado, con la electrónica, una forma de hacerse entender, de llegar y conectar, algo que no hay que confundir con haber rebajado el nivel de exigencia de su música. Si algunos piensan que han dejado de hacer honor a su nombre, quizás sea más porque nos hemos acostumbrado a sus diabluras que porque hayan dejado de ser enrevesados. “Merriweather Post Pavilion” es un monumento a su propia idea de psicodelia. “Nos gusta la simplicidad y la energía”, comenta Portner cuando hablamos de la música africana, de Zomby y Burial. Ellos no son simples pero sí primitivos, tanto como modernos, y hay una energía irresistible en sus canciones que hace que consigan hacerte bailar con ritmos, estructuras y melodías que parecen compuestas por unos pitufos hasta el culo de MDMA. Por eso siguen siendo Animal Collective. Que no pare.
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.