“¿Qué narices es IDM? Nunca he oído de eso”

Este gran danés presenta “Lost” (In My Rooms, 13) un disco en el que, entre otras cosas, consolida su aversión a la música de baile. Su progresión desde el minimal-tech y la electrónica de club hasta un sonido más cercano, en cuerpo y alma, al mooper y al soft-punk digital es algo tan normal para él como llamativo para el respetable.

Un tipo que reza en la misma entrevista cosas como: “Nunca he hecho música de baile al cien por cien. Odio la llamada música dance”; “No hago música para satisfacer a nadie. Para mí la música no es un producto, es algo personal” o “¿Qué narices es IDM? Nunca he oído de eso”, merece a priori nuestro aplauso y paciencia. Si además nos deja orejipláticos con un nuevo disco llamado “Lost” en el que no se sabe muy bien si fue el soft-punk quien se electrocutó o fue la electrónica la que se arañó con el rock la cosa se anima, oiga. Cuando se le pregunta si en la actualidad se encuentra más cerca de The Raveonettes que de Steve Bug, entre otros colegas de épocas anteriores, él no lo duda. “Siempre me ha gustado el mopper y siempre he estado cerca de The Raveonettes, creo. Me encanta su música desde ‘Whip It On!’”. Lo que pasa Anders, es que todos recordamos cuando hace seis años un tal Martinez y tú mismo la partíais en todo el planeta con aquel minimal-tech tan elegante, pistero y rítmico. Ante tal comentario sonríe, solo levemente, y dice: “No lo recuerdo”. Y es que, escuchando este “Lost” parece que Trentemøller ha perdido, para siempre, las ganas de facturar música para bailar. “Nunca haría una canción dance, pero me encanta usar inspiraciones electrónicas, así como que me encanta usar elementos de cualquier otro aporte que surja, tanto de la música, el arte, cine o la vida diaria…”.

Tras la polvareda ya vemos de nuevo lucir el sol y le preguntamos por esa excelsa nómina de colaboraciones vocales que deambulan por este gran disco. “Soy gran fan de todos los vocalistas del álbum y estoy muy agradecido que todos quisieran trabajar conmigo. Cada canción la he escrito con el vocalista específico en mi cabeza y eso lo hizo todo mucho más fácil”. “Never Stop Running” (feat. Jonny Pierce de The Drums) es el primer single de “Lost”. “Me gusta la melodía y el sonido más electrónico, que tiene. Jonny es un cantante realmente talentoso y este tema aporta algo nuevo y fresco a su voz. Fue divertido sacarle de su ambiente con The Drums”. Mientras, en “Deceive” canta Sun Rose Wagner de The Raveonettes y “Costantinople’ es una fanfarria electrónica, con guiños bizantinos, una locura trepidante… “En este tema es todo analógico. Con baterías en vivo, yo tocando un solo con un largo órgano Vox Continental, inspirado en The Doors. Y luego también hay algunos arpegios de mi sintetizador Roland SH 101 y los bajos salen de mi sintetizador MS20”.
Sobre la forma de presentar este disco en directo, arropado por su banda, el tipo lo tiene bastante claro. “¡Con un pedazo de set que os ponga patas arriba! Hemos hecho versiones muy diferentes de cada canción del álbum. Hemos probado la mayoría de los temas cuando abríamos para Depeche Mode y en varios festivales de verano y ¡ha funcionado fantásticamente!”. El caso es que este nuevo trabajo es tan bizarro, talentoso y libérrimo que importa un bledo como carajo Trentemøller ha llegado a pergeñar algo así.