“¿Qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos si el 90 % de la música actual está tocada por máquinas?”
Entrevistas / Dikers

“¿Qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos si el 90 % de la música actual está tocada por máquinas?”

Andrés García De La Riva — 18-01-2016
Fotografía — Archivo

La banda Navarra Dikers publicó a final de 2015 “Vértigo”, su séptimo álbum de larga duración. Grabado en los estudios El Sótano, de Artica, propiedad de Iker Piedrafita, también vocalista y guitarra de la banda, con este disco el grupo ha pasado de trabajar para una multinacional a la autoproducción. Junto a Piedrafita, Dikers se completa con Iván Viedma al bajo y Sergio Izquierdo a la batería. Precisamente Izquierdo, autor de las letras de nueve de los doce temas de este trabajo, nos habla de proceso de gestación de “Vértigo” y del momento actual que vive Dikers.

No es muy habitual encontrar a un músico que compagina batería y letras…
Al final he escrito la letra de nueve canciones. En el anterior disco no metí ninguna letra porque cuando entré en el grupo, el disco ya estaba terminado. Pero esto es algo habitual para mí. Por ejemplo, en Big Member, otro grupo donde estaba antes, también escribía.

¿Y no te da por cantar?
Pues esa es una de mis grandes frustraciones como músico. Cantar me parece una forma fantástica de hacer música, ya que sale desde tus tripas al mundo… pero lo hago fatal. Me encanta pero paso de unos coros “calimotxeros”.

En tus letras hay descontento político, crónica social… ¿cómo te inspiras para escribir?
Creo que mis letras son muy variadas. Me gusta mucho reivindicar la denuncia social, hablar de todo lo que está ocurriendo en este país, de la corrupción… temas como este son imposible no mencionarlos. Y escribir sobre ellos me sirven de desahogo. Creo que me inspira todo lo que veo, lo que escucho, me gusta meterme en la piel de otros… Puedo empezar en mi propia realidad y después pasarme a la ficción, mezclar lo que me pasa a mí con lo que les pasa a otros…

“Vértigo” es el séptimo disco publicado por Dikers en 17 años. ¿Cómo crees que ha evolucionado la banda en este tiempo?
Cuando yo entré en Dikers sabía dónde entraba; sabía que en esta banda manda Iker, pero he tenido suerte porque si tú aportas cosas interesantes, Iker siempre te anima a participar. Y creo que en todo ese tiempo Dikers ha funcionado de una forma parecida. La banda ha evolucionado de una forma natural; lleva muchos años y continúa creciendo. Aunque obviamente en tantos años todos cambiamos. El propio Iker empezó con el grupo cuando tenía 16 años y ahora tiene 34, tiene dos hijos y ha cambiado durante estos años. Y el grupo con él. Creo que al principio, el sonido de Dikers tenía más influencia de la música “teenager” americana y las letras eran más naif. Pero ahora Iker pasa más de las modas, hace lo que le apetece y lo que le sale de las tripas. Cada vez le importa menos vincularse a una etiqueta.

En la portada de “Vértigo” vemos a un funambulista oscilando entre el cerebro y el corazón. ¿Hacia donde se inclina Dikers en la actualidad?
Nos inclinamos claramente hacia el corazón. Solo desde el corazón se puede luchar por algo tan duro como es llevar hacia adelante un proyecto de rock. El título del disco se refiere al vértigo que produce pensar en la situación que estamos viviendo en los últimos años: ¿Qué mundo vamos a dejar a nuestros hijos a este paso? Si pensamos en un ambiente como nuestro, el de los músicos, me preocupa que cada vez se escucha menos música tocada por personas. El 90 % de la música que se hace en la actualidad está tocada por máquinas. Se está perdiendo el gusto por escuchar música tocada por personas reales.

¿Ha influido esta preocupación en la grabación del nuevo disco?
Iker, que ha sido el productor y lo hemos grabado en su propio estudio, propuso grabar sin ayuda de herramientas que pudieran trampear o agilizar el proceso. Y por eso, todo se grabó tal como estaba, a base de repetir, sin corregir con el ordenador. Buscamos un poco la manera de grabar de los discos antiguos. Casi todos los grupos actuales suenan muy parecidos. Casi todo lo que suena en la radio está enlatado, todo se hace por ordenador. Y en este sentido creo que nuestra decisión fue ética, además de estética. El resultado suena más cercano y humano, aunque también es más arduo hacerlo así.

¿Cómo se desarrolló esa grabación?
La presencia de Iker fue decisiva, porque estábamos en su estudio, aunque no era tan fácil como pueda parecer, ya solo podíamos usar el estudio cuando quedaban horas libres de su trabajo como productor. Empezamos la grabación hace dos años y terminamos antes del pasado verano. Ya durante el verano hicimos las mezclas.

¿Cómo definirías el resultado?
Creo que se mueve cerca del punk rock pero, sobre todo, transmite nuestras influencias. Y escuchamos mucha música distinta, tenemos gustos bastante diferentes. Coincidimos en grupos como Green Day y Foo Fighters. Pero yo también escucho indie, sigo a Iván Ferreiro…Solo diferencio entre música buena y mala. Hay canciones de La Oreja de Van Gogh que me gustan, pero también de S.A. y de Iron Maiden.

¿Qué tal está funcionando el videoclip de “Pretencioso”?
Muy bien. La gente se identifica con esta canción que habla de que estamos hartos del postureo, de los que se las dan de expertos en gintonics, en vinos…Y creo que con el indie ocurre lo mismo. En esta canción expresamos que preferimos parecer tontos y preguntar algo que no sabemos que dárnoslas de entendidos y seguir siendo ignorantes.

¿Cómo ha vivido Dikers el paso de grabar con una multinacional a la autoproducción?
Tal y como está el mercado, con un estilo minoritario como el nuestro, una multi es muy cómoda porque tú haces el disco y ellos se encargan de todo lo demás… pero también se llevan casi todas las ganancias. Cuando fuimos a grabar este disco, estudiamos varias alternativas. Y desde luego, nuestras expectativas estaban pegadas al suelo. Cada uno tenemos nuestro propio trabajo y tuvimos que hacer malabarismos para sacar el disco adelante. Autoproduciéndolo nosotros igual no hemos llegado a tanta promoción pero por primera vez hemos sabido cuántos discos vendemos. En un mes y pico hemos vendido 400 copias físicas y todo el dinero nos lo hemos llevado nosotros, excepto una pequeña cantidad que va al distribuidor. Al menos ahora lo que sacamos cubre los gastos.

¿Qué planes tiene ahora Dikers?
Estamos cerrando fechas para salir de gira de promoción durante tres meses desde febrero. Queremos enganchar con el Viña Rock y después ya iremos cerrando bolos en función de las condiciones concretas de contratación en cada caso. Queremos tocar solo donde las condiciones sean adecuadas.

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