Nunca es tarde si la dicha es buena. Una década después de su debut con The Dap-Kings, Jones está protagonizando su mejor momento creativo y de popularidad. No deja de tocar en directo y sus discos son recibidos con los brazos abiertos por sus seguidores. “Soul Time!” es una nueva muestra de soul y funk, otro disco maravilloso facturado para el deleite y el gozo de los amantes de esos sonidos que están tan de moda ahora mismo. “Desde hace bastante tiempo había gente que me preguntaba sobre este material que nunca antes había escuchado, temas que estaban en aquellos viejos singles de 45 rpm. Y así fue como cazamos la idea del disco, todos nos pusimos a trabajar en bloque como siempre, escribiendo la música y adaptándola a esas canciones. Trabajando todos a una y poniendo todo el corazón en lo que hacemos. Nuestra filosofía es la de no prestar atención a lo que está o no está de moda, simplemente sabemos de nuestra capacidad para desarrollar nuestra música, y a partir de ahí crecen las canciones. Da igual si las hemos firmado nosotros o si pertenecen a otros. Ponemos el alma en ello y lo único que quiero es que mi sonido y mi sello propios se reconozcan con facilidad”.
Sharon Jones es una mujer que toca con los pies en el suelo, consciente de sus retos, pero también del momento dulce por el que está pasando. “Toda mi vida bascula alrededor de la música. Disfruto de ella de manera natural, sin grandes ambiciones, porque mi deseo es hacer feliz a los demás con mis canciones, con mis actuaciones, con mis vibraciones. No quiero tener veinte coches, ocho casas y un yate, esas no son mis aspiraciones. Prefiero que los demás puedan vivir en condiciones dignas, y si yo les puedo ayudar de alguna forma, entonces me sentiré una afortunada. Tengo cincuenta y cinco años, y mi carrera ya está hecha; el destino está marcado en mi hoja de ruta”. Aunque su carrera no se ciñe exclusivamente a sus discos junto a The Dap-Kings, sino que son muchos los que la reclaman para que ponga voz a diferentes proyectos. Y estamos hablando de músicos tan relevantes como David Byrne, Fatboy Slim, Phish o Lou Reed. “Me siento bien trabajando con otros músicos. Me enorgullece que piensen en mí, porque eso también forma parte de mi trabajo. Saber que conocen mi trabajo y que lo valoran, eso no tiene precio. Los músicos nos movemos por instinto, y el corazón juega un papel importante en todo esto”. El corazón y el alma. Sin ellos, la música soul no sería lo que es. Sobre todo porque es una música que apela a los sentimientos y que no conoce de razas, sexos o religiones. “La música soul es para todo el mundo, no es patrimonio de la comunidad negra, lo importante al final es el corazón y al alma de ese sonido, que llegue a todo el que ame la música, sea cuál sea su procedencia. ¿Por qué no todo el mundo puede disfrutar de Otis Redding y James Brown? O Amy Winehouse, que no era negra, ¿por qué no podía cantar soul como lo hacía con ese sello característico de la Motown en los sesenta? A mí ni siquiera me importa si alguien canta soul o pop. Fíjate en Amy o en cualquiera con un talento parecido. Lo que realmente importa es cuando abren la boca y empiezan a cantar. Eso es lo que te atrapa, la calidad y la potencia de sus voces”. Hablemos pues de Amy Winehouse. “Oh, ella hubiese podido hacer lo que quisiese, ya fuera pop, reggae o jazz”. Con ella compartió banda, los ya citados The Dap-Kings, pero también inquietudes y e ser partícipe del renacer del soul. “La gente nos compara por muchas y variadas razones, por compartir banda en primera instancia, aunque la música no suela ser lo más relevante a la hora de establecer esas comparaciones. Es curioso, porque a veces la gente piensa que soy una recién llegada que se ha aprovechado de todo este revival soul, y no es cierto. A principios de los noventa empecé ya a dar guerra dentro de la escena disco, luego me vine a Europa durante largos períodos de tiempo y de manera muy independiente. Luego colaboré con Jay Z y eso me permitió acceder al mundo de The Dap-Kings y entrar en Daptones. Estar en el sello para mí era casi un sueño, porque me permitiría continuar con el legado de Motown o Stax, recuperar el sonido retro y dar vida a buenos cantantes de soul. Daptones es un sello distinto a cualquier otro y The Dap-Kings son músicos reales que se preocupan por la música con corazón, humildad y trabajo”. Y ya que estamos con el revival soul, hablemos de la estela de cantantes que han surgido durante los últimos años a rebufo de Winehouse, desde Duffy hasta Adele, aunque haya sido esta última la que haya obtenido el éxito más descomunal con la edición de “21”. “Adele tiene una gran voz, pero lo que hace no es soul. Ella ha cruzado esa línea que te transporta directamente hasta el pop”.
Volviendo a Jones, debemos apuntar que, pese a que “Soul Time!” aún está fresco, ella ya está pensando en su siguiente paso. “No paramos. En unos meses estaremos grabando de nuevo en Nueva York unas canciones que ahora mismo estoy escribiendo. La maquinaria no puede parar, sino se oxida”. Nueva York, una ciudad que le ha reportado grandes experiencias, un lugar en el que no resulta fácil hacerse con un hueco, pero que ofrece muchas posibilidades. Jones ha sabido aprovecharlas y ha conseguido destacar por méritos propios. “Con tres años yo ya estaba en Nueva York, venía de South Carolina y solamente volvía allí en verano para estar con mi padre. Era una niña y todo me parecía muy bonito, pero no era así. Era un momento en el que los negros luchábamos por nuestros derechos como seres humanos. Fueron tiempos duros, pero en los sesenta las cosas empezaron a cambiar. Apareció James Brown, que se sentía orgulloso de ser negro y lo proclamaba a los cuatro vientos. Era un activista, luchaba por su raza y por conseguir la paz, y estaba bien conectado con gente del mundo de la cultura, se le respetaba. Hizo mucho por nuestra comunidad. Ahora las cosas han cambiado. Vemos cada día como la población va perdiendo sus casas, no hay trabajo, casi todos somos más pobres ahora, aunque haya excepciones, y en Estados Unidos la clase media está desapareciendo. Ahora nos haría falta un agitador así”.
Sharon Jones & The Dap-Kings actuarán dentro del Ciclo Heineken Music Selector el 13 de marzo en el Teatro Circo Price.
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