"Publicar discos sobreproducidos es aburrido"

Casi sin tiempo para asimilar el éxito con Tame Impala, los australianos mantienen viva la llama de Pond con “Hobo Rocket” (Modular/Music As Usual, 13), un disco corto, pero contundente y áspero que les aleja de su banda matriz.

Dentro del caótico e hiperprolífico universo de los miembros de Tame Impala, la de Pond siempre ha sido la estrella más anárquica. O, al menos, así fue durante sus primeros años, con más aroma a psicodelia colocada entre amigos que a grupo trascendente. Tres discos grabados en poco tiempo, en estudios caseros y lanzados por sellos pequeños. Poco más que diversión hasta que se cruzó el éxito de “Innerspeaker” y Modular People echó el guante a las dos bandas. “Hemos madurado en ese aspecto. Intentamos hacer canciones buenas y algo freaks, pero sin hacer el tonto en ellas. Antes simplemente grabábamos fumados, riéndonos todo el tiempo y sin prestarle tanta atención a los temas. Ahora seguimos pasándolo bien, pero no vamos tan fumados”. Una evolución que dejaron notar en “Beard, Wives, Denim” (2012), su primer largo serio y punto de partida para lo que viene ahora. Lo primero, “Hobo Rocket”, un disco de siete canciones que estaba anunciado en principio como un EP. “Iba a ser algo muy intenso y de poca duración, cinco canciones muy cortas y duras, pero ¿qué sentido tiene sacar un epé? En realidad a nadie le importan los epés. Así que añadimos otro par de canciones y lo convertimos en un álbum”.

En “Hobo Rocket”, Pond se vuelven ásperos y abrazan el heavy desde su particular mundo onírico, jugando con progresiones imposibles y mucho ruido de guitarras dentro de sus particulares ambientes espaciales. Treinta y cuatro minutos que funcionan como una apisonadora en canciones como “Xan Man” o “Giant Tortoise”. “Fue todo muy rápido, por eso suena más explosivo, como unos Black Sabbath psicodélicos. No ensayamos mucho y no lo grabamos de forma muy profesional. Pero creo que también tiene su encanto. Ahora todo el mundo publica discos sobreproducidos. Eso es aburrido. Nos gustan las cosas fuera de tiempo, desafinadas, imperfectas”. Toda una declaración de intenciones: por mucho éxito que tengan Tame Impala, Pond siempre será el grupo de diversión y desahogo de los australianos. “Nos encanta que Pond sea un proyecto en el que podemos hacer lo que nos da la gana. Podemos seguir haciendo canciones raras. Si estuviésemos intentando triunfar después del último disco hubiésemos sacado uno nuevo con más de siete temas. Y no serían temas explosivos de más de seis minutos. Pero en realidad no nos importa. Creo que como oyente eso es lo que más me gusta, el hecho de que ni necesitamos ni queremos ser tan populares como Tame Impala”. Aún sin tiempo ni para respirar entre giras y mil proyectos paralelos, lo suyo sigue siendo producir cantidades desorbitadas de música. Su próximo disco ya tiene título (“Man, It Feels Like Space Again”) y saldrá el año que viene. “Grabaremos durante un mes, así que va a estar muy bien. Ya lo tenemos preparado. Va a tener un sonido diferente. Más sintetizadores, cajas de ritmos, música más especial y menos masculina. Más bonita”.