Psicodelia canina
EntrevistasThe Jeevas

Psicodelia canina

Miqui Otero — 25-04-2003
Fotografía — Archivo

Pones el disco de The Jeevas y suena el primer riff de guitarra de "Queen Bitch" del Bowie de "Hunky Dory", hasta que empieza a cantar Crispian Mills y lleva la canción por otros caminos. La segunda canción parece una de las baladas del "My Aim Is True" de Costello, y el siguiente tema es una versión de "You Got My Number", otra píldora anfetamínica del segundo disco de los Undertones; Marc Bolan, Tom Petty, Big Star… "Era inevitable. Las paredes estaban llenas de fotos de Elvis Costello (grabaron en el estudio de Pete Thomas de The Atractions)… Era absolutamente imposible no verse influido por eso. Por otro lado, la habitación estaba también decorada muy a la americana: fotos de cowboys, motos, etcétera. Eso, unido a que estábamos escuchando a los Sonics y a Hendrix, creo que se ha notado en el disco".

"En realidad, la psicodelia Jeevas se propaga en ondas parecidas a las que sólo pueden oír los perros…"

Y es que "1-2-3-4" suena sobre todo a los setenta, revelándose como un disco de un grupo que no se parece excesivamente a Kula Shaker. Si en éstos la principal influencia era la psicodelia de los sesenta, con la adaptación de la cultura oriental que usó el underground occidental, The Jeevas se me antojan como un ejercicio de desintoxicación para salir de un camino que cada vez se hacía más angosto. Aquí, guitarras luminosas, estribillos pegadizos y ganas de pasarlo bien. Pero entonces, ¿donde está la psicodelia que pregonaba Mills en las numerosas entrevistas que le hicieron en la época del "K" (1996)? Mills adopta la mueca canina de un perro cuando está al acecho escuchando posibles pistas. "¿La escuchas? La psicodelia también está en The Jeevas, lo que pasa es que no es tan evidente. En realidad, la psicodelia Jeevas se propaga en ondas parecidas a las que sólo pueden oír los perros… No es tan evidente, pero ahí está". Como los sonidos inaudibles al oído humano del "A Day In The Life" de los Beatles… Aceptamos la respuesta, porque en el fondo tienen razón; a veces hace falta huir de la afectación para buscar la frescura. Y la aceptamos también porque los tres Jeevas, lejos de la imagen de niño pijo caprichoso que se tenía de Mills, son encantadores y parecen ilusionados con el proyecto. Un proyecto que parece el debut de una banda de jovenzuelos. ¿No es eso paradójico después de haber grabado los temitas de "Peasants, Pigs And Astronauts"? De entrada, con un éxito a todos los niveles del primer disco y el batacazo del segundo, la crítica no parece importarles mucho… "No es que no me importe nada, pero… Creo que es muy positivo lo de Internet. Mucha gente nos ha conocido en la red. Al principio incluso dimos algunos conciertos en secreto, para coger rodaje, porque si la prensa se enteraba de que existíamos al principio hubiera ido a por nosotros… Ahora el grupo es algo fresco, directo, pero es una banda con entidad propia y éste es su primer disco, con lo que eso comporta, así que no sé hacia dónde evolucionaremos". Ante todo, ahora. Puede sonar a Perogrullo, pero parecen querer vivir el presente a toda costa, no hacerse viejos prematuramente. Y como los agobios ponen años encima optan por la diversión y la independencia. Para hacerlo han creado un pequeño sello, y el disco está distribuido en España por Mushroom Pillow (que importa unos grupos, como Boedekka, que valen mucho la pena), aunque en Japón les edite Sony. "Dejar Columbia fue librarse de un gran peso para mí. En las multis no tienes libertad y te pierdes tú mismo. Así tenemos el control sobre cada paso que damos". De todos modos, hacia el final del disco las canciones se parecen mucho más a Kula Shaker; de hecho en el "K" hay una canción titulada "Sleeping The Jiva". "Sí, ahí ya empezaba a pensar en esa palabra mágica que significa invencible, pero ése quizá sea el tema menos Jeevas de Kula Shaker". Lo más parecido al primer grupo de Mills es "Silver Apples", de lo mejor del disco, que podría ser una reivindicación del grupo neoyorquino, con ese nombre y que parió el germen de los desbarres de Spacemen 3. Resulta obvio que, con estas características y la experiencia de los tres miembros del grupo, la mejor baza sean sus directos, como demostraron en el Apolo barcelonés, donde disfrutan y hacen disfrutar. En concierto, los temas de The Jeevas son perfectos para tararear y tomar unas cervezas, y las versiones suenan demoledoras: "Fire" de Hendrix, el "You Got my Number" de Undertones, y, especialmente, un "Hey Dude" de Kula Shaker, que sigue quemando y siendo incombustible al mismo tiempo.

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