Prueba superada
Entrevistas / Skunk Df

Prueba superada

Miguel Ángel Sánchez Gárate — 01-12-2009
Fotografía — Archivo

Luchadores y trabajadores incansables. Así se definen Skunk D.F. Y no pecan de modestia. Lo suyo es la constancia y el tener los pies bien anclados en la tierra, como apunta Germán González, el vocalista de este combo madrileño que acaba de publicar “El Crisol”, su disco más ambicioso hasta la fecha.

Definición de crisol: 1. Prueba o circunstancias que purifican y afirman una virtud o un afecto. 2. Último trabajo de Skunk D.F. Las novedades que aparecen con respecto a “El Año del Dragón“ o “Neo“ saltan a la vista tanto en arreglos como en melodías. Y dan pie a un álbum de cabecera en el que el término metal se les queda demasiado encorsetado. “Lo que no ha cambiado es que no queremos repetirnos. Nos gusta hacer discos variados y diferentes y a la vez renovarnos y dar pasos en una dirección. O te mueves o caducas. Cada disco es una experiencia y un paso evolutivo del que aprendemos y mejoramos”, aclara el frontman del combo madrileño que goza de un momento de forma inmejorable. “Llevo cantando veinte años y estoy muy cómodo en este disco. Hago exactamente lo que quiero a todos los niveles y ese listón nos lo ponemos todos a la hora de plantear una grabación. He trabajado mucho la melodía y la interpretación. Pienso seguir aprendiendo y superándome”. Y es que uno de los puntos fuertes del quinteto es el personalísimo timbre e impostación de unas cuerdas vocales que tienen mucho que decir. Tal vez esas ganas por avanzar y superar los baches que les depara el destino hayan contribuido a sobreponerse de la marcha de sus dos hachas de la guitarra. “Roy Wasercier (ex Liquid Sun y actual guitarrista de Delamarca) estaba contratado para los directos, y Alberto Marín se fue por amistad con Hamlet. Era muy colega de su bajista desde hacía años y bueno, son cosas que pasan”, le quita hierro al asunto el bajista Pepe Arriols. La entrada de Xavi Igual y David Ramos, los nuevos responsables de las seis cuerdas, no ha sido lo que se dice precipitada. “Mucho antes del estudio se habían estrenado con nosotros en el local y en los directos durante más de un año”, indica Pepe. “Xavi, que además de músico es productor y técnico de sonido, nos grabó una maqueta con las canciones que iban a conformar ‘El Crisol’. La gente que la escuchaba se pensaba directamente que era el nuevo álbum. Tuvimos más de un mes para trabajar y mejorar cosas antes de entrar a grabar”. Los nombres de Alberto Seara “Flor” y Carlos Escobedo, habitual colaborador de la banda desde “El Año del Dragón”, también asoman en los créditos. “Con el proceso previo de grabación teníamos las cosas muy claras. Esto sumado a la visión de los temas por parte de Flor, ha hecho que todo fuera como la seda, con un resultado final que supera nuestras expectativas”, comenta Pepe. Las ansias de no caer en la redundancia les han llevado a contar con todo tipo de arreglos, como las pinceladas de electrónica que se marcan en “Esta no es tu canción”. “El grupo siempre ha contado con esa parte de programaciones, que enriquecen los temas y les dan más colores”, explica Germán. “No solo la electrónica, también hay pianos y violines. Hay un gran trabajo de arreglos en este disco. Un tema del que no me sentiría orgulloso no sería ‘mi canción’”. El curro lírico también salta a la vista, sobre todo en un tema como “Invisible”. “Cuanto más tiempo inviertas en una canción mejor será. Esta fue la que más me costó escribir porque no me convencía cómo estaba llevada. Escribí tres letras previas que deseché, hasta que conseguí decir exactamente lo que quería”. El curriculum que atesoran Skunk D.F. es digno de mención. Han abierto para Guns n’ Roses, Metallica y Biohazard, entre otros. Han actuado en países como Portugal, México o Estados Unidos. Fueron seleccionados para tocar en el festival SXSW de Austin (Texas). Y han visto sus discos distribuidos en otros países desde hace muchos años. Tanto trajín ha obligado a Pepe a abandonar Delamarca (banda en la que canta su hermano Hev) tras la grabación de su segundo disco. “Dos años en dos grupos es estresante. Ya no tenía vida propia con todos los días en el local de ensayo. No era feliz así y lo dejé”. El nuevo año les espera con nuevas y posibles incursiones en México,  Argentina y Chile. De momento sus street-teams latinoamericanos difunden la capacidad y entrega de una banda que no deja de crecer. “Son amigos y amigas del grupo que hace lo que pueden gratis para darnos a conocer allá. Son parte de la familia ‘D.F.’ y les estamos agradecidos”.

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