“Para mí la vida es visceral y delicada a la vez"
EntrevistasPorridge Radio

“Para mí la vida es visceral y delicada a la vez"

JC Peña — 02-01-2025
Fotografía — Steve Gullick

El grupo británico Porridge Radio, liderado por Dana Margolin, regresa con un majestuoso cuarto álbum en el que sus canciones alcanzan nuevas cotas de intensidad emocional. Por primera vez las han grabado en vivo. Y les sienta muy bien.

“Clouds In The Sky They Will Always Be There For Me” (Secretly Canadian/PopStock, 24) es, en parte, la respuesta de Margolin a una dolorosa ruptura sentimental. Que aunque lo parezca, el mundo no se acaba después de que te rompan el corazón. Si el desamor sirve para hacer discos así, pues no hay mal que por bien no venga. Me encuentro con ella vía Zoom en las oficinas de Popstock en Madrid.

Margolin se muestra tan afable como a veces parca en palabras, aunque el aplomo que ha ganado con su grupo también se traslada a sus respuestas. El ingeniero y productor Dom Monks (Big Thief), imprime vibrante naturalidad a un trabajo que la joven compositora no duda en calificar como salto adelante.

Para empezar, Margolin ha encontrado una manera de conectar sus poemas con sus canciones. “Siempre he escrito poemas, pero no creo que nunca los haya entendido como tales. Tampoco sé si entendía las canciones como poemas, y quizá este disco me haya servido para conectar el modo en que escribo letras y canciones como si un poema pudiera ser el punto de partida de una canción, o viceversa. El disco se convirtió en un intercambio. Fue interesante sacar cosas que había escrito en mi cuaderno sin pensar en que iban a ser canciones. Y ver cómo podía cambiarlas al llevarlas a un medio diferente”.

“Es el disco más vulnerable que me he permitido hacer”

Otra novedad crucial y afortunada ha sido grabar en vivo, bajo la supervisión del responsable del sonido orgánico de artistas como Big Thief. “Es algo que no habíamos hecho antes nunca. La idea era creer en lo que hacemos y cómo tocamos en vivo. Somos un grupo con mucha química y energía. Llevamos unos diez años con la banda, y creo que Dom ha sabido sacar esa energía y capturarla en un disco. Grabamos en el estudio de Bert Jansch en Frome, Somerset. No sé si has oído hablar de él, pero es un estudio encantador”.

Margolin se muestra “muy agradecida” por toda la experiencia, incluyendo trabajar codo con codo con Monks. “Nada más conocerle supe que podía confiar en él. Tiene una filosofía muy fuerte, una manera increíblemente poderosa de pensar sobre la música. Sobre cómo capturar momentos emocionales de las canciones, en lugar de tratar de que todo sea perfecto y esté aislado. Nos dijo: “Quiero capturar la humanidad de esto”. Me parece que entendió y escuchó de verdad lo que estábamos tratando de hacer. Confié desde el principio en que nos iba a llevar a donde necesitábamos ir”.

Para una formación que presume de directo, todo fluyó sin mayores dificultades. “No fue un reto, porque nos comprometimos con la idea de grabarlo así, y decidimos que íbamos a ser capaces de hacerlo. Trabajamos juntos muy bien, en equipo y concentrados. Dedicamos mucho tiempo a asegurarnos de que todo el mundo sacara su mejor versión. Cada uno se concentró en su parte, pero también en tocar con los demás y con el grupo como un todo. Creo que ya hemos pasado mucho tiempo aprendiendo quiénes somos y tocando, y volcamos todo ello”.

El resultado es su LP más emocional, y eso que el listón estaba alto. “Creo que es el disco más vulnerable que me he permitido hacer. Cuando lo estábamos grabando se creó un ambiente que me permitió desprenderme de mis miedos y dejarme ir. Era un espacio muy confortable en donde estar, justo lo que necesitaba. Eso me ayudó mucho. Además, en ese momento estaba viviendo una ruptura sentimental, y era un espacio real para sentir”.

La compositora no duda en afirmar que se trata de un hito en la trayectoria de su proyecto, “porque me ha enseñado que ya sé lo que estoy haciendo, y a confiar en mis instintos. Me ha enseñado a mirar todo lo que hemos hecho hasta el momento y darme cuenta de que el tema común que lo hace potente es la habilidad para afrontar las dificultades sin rehuirlas. El disco nos ha animado a todos a ir ahí, a tener un espacio para esta intensidad y caos en que a veces nos encontramos”.

La base de su música, combinación de momentos delicados y energía desatada, afirma, está en la profunda conexión que siente con sus compañeros. “Para mí la vida es visceral y delicada a la vez. La amistad que tengo con mis compañeros de grupo me permite experimentarlo todo. Tenemos una amistad que ha durado lo suficiente como para que nos escuchemos y nos entendamos de verdad, y nos damos espacio para trabajar las canciones. Y ellos me permiten, se me permite, ser sincera. Todos hemos tenido nuestros problemas de salud mental, todos somos muy creativos, cariñosos y experimentamos la intensidad del mundo. Creo que todo se reduce a la amistad, en realidad".

La idea de interpretar el álbum en el parisino Centro Pompidou y grabarlo viene de atrás. “Nos contactaron para hacer algo al final de un año de gira, y en aquel momento no me apetecía. Pero la idea era retomarlo, e interpretar el nuevo disco allí. Era una cosa totalmente nueva. Se trataba de crear algo que fuera una actuación teatral en un espacio cerrado. Que fuera un show único filmado, y que condensara todo el disco y las canciones que no acabaron entrando. Fue increíblemente especial. Una oportunidad alucinante”. Que espera prologar con una gira imponente que, espera, le traiga en primavera por las salas españolas. A Dana no le intimida el ritmo de conciertos, aunque afirma que “girar es duro y también caro, lo cual es un problema grande. Esta industria es un lugar raro en el que intentar trabajar”.

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