Para hablar de algunas de ellas, de su regreso, pero, sobre todo, de "Somos", nos hemos reunido con Oskar Montilla, batería, y Asier Domínguez, guitarrista y compositor de los temas. Con mucha paciencia y buen pulso, esto es lo que han contestado a todas las preguntas que teníamos para ellos.
Algunos dirán que por fin; a otros se les habrá pasado volando. Kapi Guarrotxena decía el otro día por redes, y lo explicaba muy bien, aunque aquí me voy a ahorrar repetirlo, que a él se le había hecho eterno. ¿Se os ha hecho largo?
Oskar: Bueno, al final, con todo el tema pandemia y confinamiento hemos tenido que parar más tiempo que el que hubiésemos querido… al principio se hace largo y se echa de menos estar activo en cuanto a conciertos se refiere, luego te vas acostumbrando, y al final da un poco de pereza volver. Pero hemos estado ensayando todo lo que hemos podido prácticamente desde que decidimos desaparecer de la escena.
¿Por qué decidisteis parar?
Oskar: Se juntaron muchas cosas: la muerte de Pulpo, la paternidad de Manu, el hecho de que llevábamos tres discos y más de diez años a un ritmo frenético… Yo personalmente no hubiese parado, pero visto desde la distancia nos ha venido bien como banda y en lo personal.
¿Y por qué volver justo ahora?
Oskar: Teníamos planeado volver mucho antes. Justo el día que nos confinaron en 2020 íbamos a entrar a estudio a grabar el disco y todo se truncó. En realidad, volvemos cuando las circunstancias nos permiten dar conciertos en unas condiciones más o menos “normales".
Hace unos años hablabais de la “formación clásica” de Porco Bravo como aquella que comenzó a tocar alrededor de 2009. Ya no está Pulpo, aunque siempre está, y ahora volvéis sin Txelu Losa al bajo, quien estuvo desde el principio en la banda. ¿Podemos hablar de una formación nueva o de una nueva versión de la clásica?
Oskar: Yo creo que es claramente una formación nueva. Incluso los que seguimos de aquella “formación clásica”, Manu, Asier y yo, hemos cambiado en cierta manera. La manera de ensayar y componer los temas ha cambiado también con respecto a los tres primeros discos: hemos intentado ser más profesionales.
Supongo que cambiar piezas siempre es difícil, y más aún con alguien con quien llevabais trabajando tanto tiempo, ¿cómo ha sido substituir a Txelu al bajo? ¿Teníais claro que Gelo era la persona para substituirle?
Oskar: A Txelu por supuesto que le hemos echado y le echamos de menos. Date cuenta que han sido muchos años compartiendo alegrías y penas, y además Txelu es un tío genial e insubstituible. En cuanto a Gelo: es otro grande!! Desde el primer momento se ha integrado en la banda como uno más, ha sabido adaptarse, aprender y desaprender (que siempre es más difícil). Además, es otro grande como persona, y no ronca!
Si no me confundo, esta es la primera vez que Kapi Guarrotxena participa en la grabación en estudio de un álbum de Porco Bravo. ¿Cómo se ha notado eso en el sonido de Porco Bravo?
Oskar: Kapi es un guitarrista excepcional. Ha sabido adaptar su estilo (más metalero, por clasificarlo de alguna manera) al sonido Porco. Hay detalles en el disco, como el punteo en “Quiero creer”, el efecto wahwah en “Últimamente”, que son auténticamente Kapi. Yo no me cansaré de decir que para mí es un orgullo y un honor compartir música con él, es un crack!!
Habéis grabado en dos estudios distintos, Lorentzo Records y Altxatune. ¿Por qué?
Oskar: El motivo principal fue que Muxikon, donde habíamos grabado el Porcociclón, el disco de cuero y “La Piara”, había cambiado de dueño y Txortx ya no trabajaba allí. Lorentzo es un estudio mítico donde se han grabado muchos grandes discos, y Aitor Ariño… mucho Aitor!!! En Altxatune, que es el estudio de Txortx, se grabaron las voces y arreglos por estar más relajados y en familia.
Y habéis mandado el disco a masterizar a Estados Unidos, a Sterling Sound, de la mano de Steve Fallone. ¿Qué buscabais tan lejos?
Oskar: El disco de cuero también lo masterizó Fallone, y “La Piara” Steve Smith en los mismos estudios Sterling. No sé, le da ese toque yanqui que mola un huevo.
Según los créditos, la producción ha corrido a cargo de Asier y de Txortx Etxebarrieta, “con la inestimable ayuda de J.A. Batiz.” ¿Podéis contarnos un poco cómo ha trabajado ese equipo?
Asier: Batiz y Txortx escucharon las maquetas que yo había grabado, unos 18 temas, meses antes de grabar en Lorentzo. Ahí se dieron los últimos toques en la producción artística, que continuaron, siempre que hizo falta, hasta la última nota que se grabó. La producción técnica corrió a cargo, prácticamente en su totalidad, de Txortx. Batiz y yo sólo nos dejamos oír más en el plano artístico.
El diseño corre a cargo de Smoke Signals Studio, y seguís con el fondo en negro.
Oskar: Sí, Markel Urrutia ya nos hizo el diseño de “La Piara” y hemos vuelto a recurrir a él.
No aparecen menciones a sellos en el álbum. La edición corre a vuestro cargo, ¿verdad?
Oskar: Siempre ha sido así. Publicamos bajo nuestro propio sello, Another Freak Production. No queremos dejar un disco con tanto trabajo y tanta carga emocional en manos de ajenos. Conocemos bandas que ficharon por grandes discográficas y finalmente el disco quedó en un cajón y nunca se editó, y no podíamos correr el riesgo de que esto sucediese. Somos dueños de nuestro trabajo de principio a fin.
¿Habéis buscado ayuda para la distribución y promoción del disco?
Oskar: En “La Piara”, contamos con la distribuidora Altafonte, pero con este disco hemos decidido distribuirlo nosotros, como hicimos con el disco de cuero y el “Grooo!!!” En cuanto a la promoción, la hemos dejado un poco en manos ajenas, y, como siempre, contamos con la ayuda de medios independientes como radios, periódicos locales o publicaciones en la red.
Recurristeis a organizar un crowdfunding, o grooofunding. ¿Por qué? ¿Os esperabais la respuesta?
Oskar: Recurrimos al crowdfunding porque no teníamos pasta para grabar o editar el disco. Habíamos fundido los pocos ahorros que tenía la banda durante el tiempo de parón, ya que teníamos que seguir pagando el local de ensayo, mantenimiento y seguro de la porconeta… Sabíamos que la piara iba a responder bien a la llamada del Porco, pero el resultado ha sido acojonante ya que recaudamos un 115% de lo que pedíamos. Cuando suceden cosas así es muy emocionante porque te das cuenta de la gente que te quiere y te apoya.
“Las canciones son parte importantísima de nuestra vida, nos acompañan tanto en momentos dulces como amargos”
Pasamos a centrarnos en el disco en sí. Empezamos por el título: Somos. ¿Qué queríais evocar con él?
Oskar: Pues seguro que en esto cada uno tenemos nuestra interpretación… Ese cachito de letra del estribillo de “Somos, fuimos y seremos!” lo escribí yo (aunque si le preguntases a Gene Simmons diría que es suyo). Las canciones son parte importantísima de nuestra vida, nos acompañan tanto en momentos dulces como amargos; una canción que te emociona a los 16 años seguramente te seguirá emocionando con 40, es una magia que no se puede explicar. Yo he tenido la suerte de criarme en un hogar donde la música siempre estaba presente, de manera ritual, como algo sagrado, e intento hacer lo mismo con mis hijos. Por ejemplo, al escribir “incluso antes de nacer…” pensaba en mi hijo Aingeru que, dos meses antes de nacer, fue a un concierto de los Rolling Stones (no mucha gente puede decir eso), y estoy seguro que lo “llevará dentro hasta el final”. Creo que algunos estamos predestinados a llevar la música con nosotros hasta el fin de nuestros días. En cuanto al título del disco, deja claro que, aunque algunas cosas hayan cambiado, seguimos siendo Porco Bravo, por si a alguien no le quedaba claro.
Son nueve canciones. El disco entero se escucha prácticamente dos veces en un viaje de Vitoria-Gasteiz a Bilbao, que lo digo por experiencia propia. ¿Son todas las melodías que luchaban por salir?
Oskar: Lo primero decirte que conduces como un jubilado… En realidad, tenemos más canciones grabadas para este último disco que se han quedado fuera, pero que guardamos para más adelante. Muchas otras se han ido quedando por el camino porque en su momento no funcionaban cuando las ensayábamos.
No es difícil, para quien os conozca, pero también para quien no lo haga, apreciar que es un disco emotivo, de una honestidad casi cándida y cicatrizante. Se ve en las letras, se aprecia en el sonido, e incluso en el producto en sí, con una emotiva carta manuscrita, escrita en primera persona, pero con el sello de la banda. ¿Es así?
Oskar: Sí, podemos decir que ha sido un strip-tease emocional en toda regla, salido en su mayoría del alma de Asier, pero que nos representa a toda la banda a la perfección.
Le he leído a Asier contar que, aunque él escribiera las letras, siempre tenían que pasar el filtro de Manu para asegurarse de que él podría cantarlas con confianza y autenticidad.
Oskar: Es lo lógico, es Manu quién canta esas letras… Quiero pensar que cada instrumento ha pasado por el filtro de cada uno. No puedes tocar bien algo que no te gusta o con lo que no estás cómodo. De todas maneras, en Porco Bravo todo pasa por el filtro de Manu: él es el líder indiscutible (o sea, que no se le puede discutir), el que más energía y trabajo ha puesto en la banda.
¿Cómo fue la reacción del resto de la banda al conocer las canciones y al ir ensayándolas?
Oskar: Pues yo personalmente no he querido cambiar mucho (o nada) las ideas originales de Asier para las baterías. He intentado respetar al máximo lo que él proponía. Creo que en este disco hay menos artificios, los ritmos son más sencillos, pero trasmiten más y suenen más sólidos. A veces los egos o actitudes individuales joden las canciones.
Algo que conmueve en este disco es la pugna tan universal y tan sincera con el tiempo. “El tiempo no perdona” cantáis en “Últimamente” y también se percibe esa angustia tan humana en el estribillo de “Quiero creer” o en el uso de los tiempos verbales en “¡Somos, fuimos y seremos!” No sé si lo veis así.
Oskar: Es que el tiempo pasa sin darnos cuenta, y cuando nos damos cuenta ya es tarde. Yo, por ejemplo, empecé en Porco con 28 años, y ya tengo 42. Hemos cambiado, eso no se puede negar. También creo que la persona que no cambia con el paso de los años puede que no haya vivido lo suficiente. Todas las experiencias de la vida dejan cicatrices para bien o para mal.
“Todas las experiencias de la vida dejan cicatrices para bien o para mal”
En “¡Somos, fuimos y seremos!”, habláis de las canciones como algo que nos define. Igual me flipo, pero yo lo entiendo también en otro nivel, como una declaración de intenciones: siempre se ha alabado vuestro directo, siempre se ha puesto el foco en las bengalas, las grapas, la tabla de surf y todo eso que no se sostiene si no hay buenas canciones.
Asier: Como bien dices, si no hay buenas canciones, no se sostiene. Desde que entré en la banda, hace 13 años, recuerdo que siempre ha importado más la canción en sí que cualquier otro artificio, hasta el punto que, ahora mismo, con la gira recién empezada, en los 2 conciertos que llevamos, no ha habido más que canciones, cantadas por la banda y por el público. Nadie ha echado de menos ni las grapas, ni las bengalas, ni la pirotecnia…y eso sí que es rock en estado puro.
Soy yo o me parece que el juego de guitarras es más heterogéneo, con nuevas tonalidades, incluso acercándose a texturas o estilos alejados de Porco Bravo.
Asier: Las guitarras en este disco suenan de lujo, aunque quizás hayamos pecado de arreglos, y es algo de lo que no me arrepiento. Era el momento y lo hicimos así. Quizás en el siguiente disco vayamos más al grano, guitarras de “sota, caballo y rey”. Como te acabo de decir, es el momento el que te susurra e intenta guiarte…
Impresiona la honestidad y sinceridad de canciones como “No te puedes marchar” o “Últimamente”, pero, sobre todo, desde mi punto de vista, porque quizás son más individuales y desgarradas, destacaría esa adicción en “De cristal” o la ansiedad de “Quiero creer”. ¿Ha costado escribir esas letras?
Asier: Sin duda la canción que más me ha costado escribir es “No Te Puedes Marchar.” La escribí cuando Nines aún seguía con nosotros. En fin, no sé qué más decir… Posiblemente, en la que más me “desnude” sea “De Cristal”. Sé que mucha gente se identificará con esa letra, con el disco en general. Al fin y al cabo, todos pasamos por túneles de dolor. Quería escribir sobre ello.
“Nadie ha echado de menos ni las grapas, ni las bengalas, ni la pirotecnia…y eso sí que es rock en estado puro”
¿Y compartirlas? ¿Fue también duro?
Asier: Antes de compartirlas con el público las había compartido con Nines, que vivió cada día con su enfermedad y mi “explosión creativa”, y con la banda, a la cual le encantaron las canciones desde el principio. Tanto Nines como los miembros de Porco Bravo eran el único filtro que mis canciones necesitaban. Y no, no me costó compartirlas.
Me puedo imaginar que en la piara habrá gente a la que le cueste escuchar “No te puedes marchar”. ¿Cómo esperáis la respuesta en directo, hablando de ese peso emocional?
Asier: Aún me sigo rompiendo cuando tocamos en directo “Brindaremos Juntos”, sobre todo por la respuesta del público, con su puño en alto. Y no son el único de la banda que lo sufre. Otro tanto pasará con “No Te Puedes Marchar”.
En “Quiero creer”, cantas solo una estrofa que dice: “Al final, siempre hay que buscar, en lo más profundo, donde solo estás, donde nace cada paso que hay quedar, ahora o nunca, nunca jamás”. Parece el resumen de esa parte emocional del disco: mirar hacia dentro, ser valiente para enfrentarte a tus miedos y tragedias y tirar para adelante. Me imagino que no habrá sido casualidad que cantes esa y no cualquier otra estrofa, ¿no?
Asier: Los que me conocen saben lo épico y solemne que me pongo a veces. Sigo siendo un poco gilipollas, jaja. Podría haber cantado en otra canción, pero “Quiero Creer”, ese párrafo en concreto, resume muchas cosas. Nos pareció bien a todos
Ese silencio frío cuando alguien se nos va, como cantáis en “¡Somos, fuimos y seremos!”, ¿lo oís aún o tenéis la sensación de que habéis conseguido convertirlos en canciones?
Asier: Cada persona gestiona las pérdidas de manera diferente. Yo sigo oyendo “ese silencio frío”. Y creo que lo oiré siempre, pero, eso sí, convertido en canciones, que como dato anecdótico era el título original de la canción.
Tengo más preguntas, la verdad, pero creo que ya lo hemos alargado demasiado. Que surjan tantas preguntas habla de todo lo bueno que tiene este disco, que tanto en lo musical como en lo lírico suena profundo e inspirador. Pero, bueno, hay que parar. Igual lo hacemos mirando un poco hacia el futuro. Creo que habéis hablado de que tenéis más material y ganas de sacar más discos, ¿cierto?
Asier: Cierto, hay material grabado, y mucho más sin grabar. El momento de cuándo verá la luz este material aún no lo hemos decidido, pero seguro que no tardamos otros 5 años en editar un nuevo disco…
Me imagino, Kapi seguro, que de lo que tenéis ganas es de subiros al escenario y tocar. ¿Vais a terminar ya el puzle de la península? Contadnos un poco los bolos que tenéis ya confirmados.
Oskar: Lo del puzzle empezó con un vacile, pero yo creo que conseguiremos completarlo. Así como bolos inmediatos tenemos Zamora y Cangas de Morrazo el 10 y 11 de diciembre, y el 18 volvemos a reunir a la piara en la Santana de Bilbo: va a ser un fiestón!!! GROOO!!!
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