El nuevo álbum de Joe Crepúsculo, “Baile de magos”, es una colección bombástica de canciones bailables, mezcla de arqueología deliciosamente indeseable y ritmos actuales. Sergio Pérez (Pegasvs) ha conseguido el sonido potente que quería el artista, que se ha esmerado escribiendo canciones sobre la corrupción social, la juventud y la dicotomía entre querer y poder, así que no será extraño leer que tenemos delante el disco de madurez del “Crepus”. “Este es el primer disco en el que veo que todo rema hacia una dirección. Por primera vez estoy seguro de todo y lo defendería a muerte”.
Trazas de bakalao, Fangoria y restos de ritmos latinos conforman el disco. “Un poco de noventas y de ochentas, pero también quería sonidos de ahora. He metido muchas bases dubstep y he tenido como referencia la música actual, además del house y el electro. Queríamos que sonara muy bruto, cañón y bailable”. Y Sergio Pérez como aglutinador. “Todo lo que toca últimamente se convierte en discazos. Está muy fresco, trabaja y lo piensa mucho, y eso se nota”.
El encanto está en esa manera que tiene Crepúsculo de jugar con sonidos denostados. “Somos lo que no nos gusta. Hay que preguntarse por qué algo te ha producido una sensación tan mala, ¿qué hay dentro de mí que provoque eso?”. Aquí está la clave del disco. “Quería que fuera música de baile con tintes sociales. He intentado que las canciones tengan un nexo común con la juventud, la pérdida de valores, el querer y poder o el estar desorientado”. Y para terminar de cocinarlo, ha aparecido Russian Red, con perdón, travestida de Alaska en “Leyenda”. “Tenemos un público muy diferente y puede resultar curioso, pero con una canción de bakalao rumano… aún más”. Tú verás.
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