Gemelos por la gracia del rock, entregados a una cegadora oscuridad y a un duelo interpretativo del que ambos salen vencedores. “Saturnalia” (Sub Pop/Popstock!) es su fiesta. La esperada unión de dos grandes. The Gutter Twins estarán actuando en Barcelona (26 abril, Razzmatazz) y Madrid (27 abril, Sala Heineken).
Resulta difícil no sentirse intimidado por la presencia de Mark Lanegan. Él es quien primero aparece en la cafetería del hotel donde se aloja junto a Greg Dulli dentro de un pequeño tour promocional por Europa. Acaban de llegar de Ámsterdam. “Ha ido muy bien, la gente está conectando con el disco, y nosotros nos sentimos a gusto con las canciones”. El ex-Screaming Trees responde de manera lacónica. Los tatuajes de sus brazos se asoman. Podría ser el pívot que te dijera al oído, tras capturar un rebote, que no vas a ver la bola. Su voz es grave, profunda, casi ajena a este momento, como si hubiese estado aquí desde hace años. Hablamos de baloncesto, una de sus grandes aficiones, hasta que poco después aparece Greg Dulli (The Twilight Singers, ex Afghan Whigs). Dulli y Lanegan, o al revés: The Gutter Twins. Un proyecto que, decíamos, lleva gestándose cuatro años, cuando compusieron las primeras canciones, que luego sufrió un parón, que en septiembre de 2005 ofreció su primer concierto (en Roma, escenario de las Saturnales -fiestas de los esclavos- que dan nombre a este primer disco) y que en 2007 se perfiló de manera definitiva hasta encontrar sello en Sub Pop. Se han tomado su tiempo, no hay duda. (Dulli) “Hemos disfrutado con ello, así que en realidad no tenemos la sensación de que hayan pasado cuatro años; bueno, míralo de este modo: ha sido más rápido que la implantación de la democracia en China”. Esboza una sonrisa, mira a Mark Lanegan, llegan a la mesa sus cafés y sigue: “Creo que sí hay una diferencia entre los temas que compusimos al principio y los últimos; hemos ido evolucionando de alguna manera, aunque quizá sea algo más interno. Puedo escuchar ecos de cosas que hemos hecho en nuestro pasado, pero no habríamos podido hacer este trabajo solos, así que es algo nuevo”. Lo es, aunque sólo en términos relativos: es música densa, intensa, oscura, a veces barroca, por momentos luminosa a su manera, beneficiándose del contraste interpretativo de dos de los grandes nombres del rock estadounidense de los últimos quince años. En su momento se desmarcaron del grunge, saliéndose por la tangente hasta llegar ahora a este proyecto que no tiene nada de nostálgico. (Lanegan) “Nos conocemos hace mucho tiempo, somos amigos y ya hemos colaborado en The Twilight Singers, así que eso lo hacía más fácil, pero nunca hemos mirado atrás. Lo mejor que se puede decir es que todo ha surgido de manera natural. Teníamos claro era que esto tenía que ser distinto a lo que habíamos hecho antes, y a partir de ahí nos hemos dejado llevar”. (Dulli) “Hemos sido como hermanos. Empezamos escribiendo juntos, y luego cada uno ha aportado sus propias cosas, aunque siempre teniendo en cuenta la opinión del otro. Realmente no es definitivo cuáles son sus temas y cuáles pueden ser los míos; hemos trabajado como si fuésemos uno”.
Gemelos de las alcantarillas, con Mathias Scheneeberger como tercero en discordia y un amplio plantel de colaboradores que incluye a Brian Young (Fountains Of Wayne, ex-The Posies), Alain Johannes y Nastasha Schneider (Queens Of The Stone Age), Dave Rosser (The Twilight Singers) o Martina Topley-Bird (que presta su voz a la bristoliana y psicodélica “The Body”). Por su parte, Lanegan suma aquí un nuevo capítulo a una extensa lista de proyectos conjuntos: Soulsavers, The Twilight Singers, Queens Of The Stone Age, Isobel Campbell… “Estas colaboraciones me permiten crecer y tener otro punto de vista, conocer cosas nuevas. Hace que mi propia música avance y es lo que consigue que conserve el interés en esto”. Por su parte, Greg Dulli habla de The Gutter Twins como de unos Everly Brothers satánicos. Él pone las definiciones: “Nuestra música es muy cinemática”. Aceleración, desaceleración, círculos, curvas, rectas… constante movimiento que les lleva a hablar de Pink Floyd, John Lennon, Sigur Rós o Mogwai. “Lo de Pink Floyd es sobre todo en la producción, y algo parecido ocurre con Mogwai. En el proceso de este disco mi álbum favorito ha sido el soundtrack de Mogwai para un documental sobre Zidane. Todo es sonido, es muy grande, pero a la vez sabes dónde está cada uno de los instrumentos”.
A finales de este mes de abril podremos comprobar todo esto en directo: un directo con las cartas boca arriba (los doce temas de “Saturnalia”, otros seis de Lanegan y The Twilight Singers, y dos versiones, una de Massive Attack -“Live With Me”- y otra del sueco José González), reuniendo sobre el escenario a dos frontmen que no ahorran en intensidad.
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