Este outisder del industrialismo sonoro, amante declarado de los bleeps de Sheffield, presenta 'Transit', su nuevo disco. Con él cierra su trilogía para Lapsus en la que abundan imaginativas texturas y capas de sonido edificadas sobre ritmos techs abisales; ritmos atemporales en la cara, graves zumbones pero controlados; agudos martilleantes pero sin abrasar al oyente y ganas de explorar terrenos donde nunca ha estado nadie.
Tu buen gusto electrónico, complejo y experimental, se despliega por todo este 'Transit' de forma meticulosa, cuidadísima; impregnando cualquier estancia -sea pista de baile o sillón con orejeras- en el que se escuche tu visión pura, libre y valiente del imaginario tech... ¿estás satisfecho del resultado?
Estoy razonablemente satisfecho. Por supuesto a posteriori, cuando escuchas tu trabajo, cambiarías esto o lo otro pero afortunadamente cada vez me cuesta menos decidir cuando he acabado un nuevo trabajo y empezar con otra cosa. Si es verdad que a día de hoy es el trabajo con el que más orgulloso estoy.
¿Hacia dónde transita Pina en lo musical?
Siempre he definido a Pina como industrial, no tanto en un sentido estilístico o estético como en actitud, sobretodo a la hora de aprovecharme del ruido que generamos como sociedad, recombinarlo y escupirlo en forma de temas. No me siento ligado a un estilo en concreto, con lo cual me da una total libertad para moverme en cualquier terreno.
¿Qué piensas cuando, los que más saben de esto, dicen que eres uno de los artistas del mejor underground catalán y nacional? ¿Qué es lo que crees que te eleva a esa excelsa categoría?
Supone un total halago, aunque más que underground, puestos a utilizar anglicismos, me quedo con outsider. Bueno, dejémoslo en periférico frente a subterráneo. No sé, me hizo especial gracia cuando Headbirds definió mi rollo como outsider. En cualquier caso, no es lo mismo estar en el underground de aquí a estarlo, por ejemplo en Europa. Tampoco tengo del todo dimensionado si es positivo o no que te consideren que estás entre lo mejor de lo que la gente desconoce y cómo he llegado ahí.
¿Qué te gusta menos, que te encasillen en la IDM o en el techno?
Sin duda IDM. Empezando por que viene a ser un cul-de-sac estilístico donde cabe cualquier tipo de electrónica que no tenga como objetivo la pista de baile y siguiendo porque hay mucha IDM que no me interesa lo más mínimo, pues la pereza es total. Ya está bien de intentar sonar a Boards of Canada. Por la parte de techno que me toca debo decir que me sorprendió cuando las reseñas de 'Onda Corta', el primer álbum para Lapsus, quedaba englobado en ese estilo. Desde ese momento mi curiosidad hacia el techno comenzó a crecer.
Imaginativas texturas y capas de sonido edificadas sobre ritmos abisales, casi industriales. De acuerdo, esto es Pina, ¿y qué más?
RItmos en la cara, graves zumbones pero controlados, agudos martilleantes pero sin abrasar al oyente y ganas de explorar terrenos donde nunca he estado. Supongo que aunque uno intente moverse en distintas direcciones siempre acaba cayendo en ciertos vicios marca de la casa.
"Más que underground, puestos a utilizar anglicismos, me quedo con outsider. Bueno, dejémoslo en periférico frente a subterráneo".
Con este 'Transit' vienes a cerrar tu 'Lapsus Trilogy' que tuvo su origen en 2011 con 'Onda Corta' y su continuación con 'Hum' en 2013... ¿qué nos has querido contar a través de estos tres discos?
Bueno, supongo que lo de la trilogía es más cosa de Lapsus que no mía. Como decía antes, aunque cada disco se mueve por distintas cotas hay esos ciertos elementos comunes en todos estos trabajos. Aunque cada LP tiene su propio su propio hilo conductor no soy de los que les gusta mostrarlo todo como un algo cerrado. Me interesan más las lecturas que cada uno pueda hacer de cada trabajo, al margen de mi película personal. Igualmente, con cuatro búsquedas por Google se puede entender el por qué de cada disco.
Su profundidad industrial, su delicadeza oscura, su slow-solid y su rica infrahistoria eleva este álbum a obra única y altamente recomendable. Yo creo que es tu mejor trabajo hasta el momento, ¿podemos calificar este 'Transit' de masterpiece?
Cariñosamente lo describo como “música para blanquitos que no saben bailar”. Espero que lo que venga adelante sea, si no mejor, por lo menos igual de interesante en cuanto al fondo y la forma en comparación a lo que ya he hecho. Es un trabajo en evolución constante en el que espero no encontrar un fin. ¿Que a día de hoy es con lo que más cómodo y a gusto me he encontrado? Sí. Que todavía me queda algo nuevo o al menos diferente que contar? Espero que también.
Los 8 temas -tech, industrial, deep, acid, ambient, etc.- deambulan entre ese afán por la búsqueda de lo nuevo, de lo inédito y, por supuesto, el dancefloor, ¿hasta qué punto es importante la pista de baile para Pina cuando produce?
Es importante en el sentido de que es más fácil conseguir actuaciones en clubs donde la gente pueda bailar que no moverte en terrenos más experimentales o relajados donde no hay tanta oferta a la hora de actuar. Vale, la he cagado. Me ha salido un disco que, aunque es bailable, no es carne de clubs.
¿Es un álbum que requiere ser escuchado del tirón, como un todo, para poder entenderlo bien?
No es necesario escucharlo de un tirón porque el planteamiento inicial cuando comencé a pensar cómo iba a ser la cosa distaba mucho de ser un álbum cerrado, con un principio y un fin. 'Transit' es un disco pensado para desarrollarlo en directo y los distintos bloques de que consta están dispuestos para poder combinarse con cualquier otro. De hecho es un disco que se grabó del tirón, en directo (aunque en el estudio) y supone una fotografía de la combinación de todas las partes en ese momento. Todo está secuenciado y afinado para que encaje bien con cualquier otro elemento. Dicho esto, si que es verdad que hay una cierta hoja de ruta o un cierto viaje que transporta desde el infame transbordo de 'Passeig de Gràcia' hacia las galaxias de 'Grupo Compacto de Hickson'. ¡Ahí queda eso! Como tal, 'Transit' se trabajó en un único proyecto, nada de un proyecto por canción: todo en un bloque.
Temas como 'Scramble Kousaten', 'Bni Nsar', 'Schipol' y la galáctica 'Grupo Compacto de Hickson' destilan clase sintética y un talento atemporal desde el primer beat.... ¿qué nos puedes decir concretamente de estos cuatro temas?
Me gusta que comentes lo de atemporal porque creo que es importante hacer música al margen de tendencias o el sonido de moda. No sé si esa atemporalidad ha venido por la infinita suma de influencias o bien ha sido por la manera de producirla, pero bienvenida sea. De 'Scramble Kousaten' puedo decir que fue el primer tema con el que empecé el disco y, en cierta manera, responsable del tempo y sonido del resto del álbum. Cuentan las malas lenguas que el drone que le da el leitmotiv a este tema está sacado del 'Happy' de Pharrell Williams, pero shhh… Para 'Bni Nsar' tiré de africanismos por un lado, cierto primitivismo y tribalismo en los ritmos y por el otro junto a muchas texturas droneras que no hacían más que añadir tensión. En 'Schiphol', que es el nombre del aeropuerto de Amsterdam y uno de los principales hubs de conexión por aire entre Asia y Europa, directamente robé sin permiso unas texturas de guitarras a Des Ames Libres, una de las bandas que he producido recientemente y que son con las que empieza el tema. Tiene cierto rollo a sonido de arranque de Windows y de todos los temas del disco es al que más manía le he llegado a pillar, aunque en directo comiena a crecerse. 'Grupo Compacto de Hickson' fue el último tema que compuse y le encuentro un cierto regusto a new beat. Kosmiche new beat, si lo quieres ver así. Es un tema que empieza muy ambiental, como con un ambiente de polígono industrial y se van sumando secuencias rodantes hasta que explota el ritmo.
"La nostalgía es una mala consejera y todo lo que sea mirar hacia adelante es bienvenido".
¿De qué máquinas de hacer música, instrumentos y software te has ayudado para componer este ‘Transit’?
No soy talibán del software o del hardware. Me gusta usar lo que mejor se adapta a cada necesidad. Toda la parte rítmica viene de una Analog RYTM de Elektron que me tiene loquito. Cuando acabé Hum tenía claro que me apetecía trabajar con sintes, cosa que no había hecho mucho en anteriores trabajos, así que usé un Doepfer Dark Energy, un Microbrute de Arturia y un Pulse 2 de Waldorf. Todas las líneas ácidas vienen de una TB-3 de Roland procesada a través de una buena ristra de pedales. Todo grabado en Ableton Live y utilizando herramientas software que a día de hoy me resultan indispensables como el Granulator II de Robert Henke. Ya que es un disco hecho pensado para el directo utilizo en vivo las mismas máquinas y herramientas con las que he trabajado en el estudio.
Remixeros de pro para estos temas... ¿ya los tienes controlados? ¿Para cuándo?
Tengo una buena lista de gente que me gustaría que metieran mano a los temas de 'Transit'. Incluso me gustaría llevar el concepto de remix a nuevos terrenos. No sé, no se trataría tanto de que tal artista remezclara tal tema sino pasarles todas las pistas a todos los remixers y que pillaran lo que les viniera en gana. ¿'Scramble Nsar'? ¿'Grupo compacto de Schiphol'? No sé que pensaran en Lapsus de esto. ¡Ahí lo dejo!
Te gusta que asimilen tu sonido al de, por ejemplo, Vatican Shadow? ¿Qué otros tipos de la electrónica actual, oriunda o foránea, te interesan, apetecen e influyen?
Pues tampoco veo mayor similitud más allá de compartir ciertos referentes. Tampoco me veo rodeado de iPods en directo mientras me da el baile de San Vito. Para bien o para mal mis referentes más directos están en el rollo industrial y los bleeps de Sheffield. Tarde o temprano siempre han acabado aflorando.
Algunos dicen que la mejor electrónica de Barcelona está ahora en manos y máquinas de Wooky, bRUNA y Pina... ¿qué opinas de ello?
¿Wooky y bRUNA? Unos fuera de serie a los que, dicho sea de paso, me gustaría ver más en directo. Lo que están haciendo gente Pedro Vian o Sunny Graves (este último fue, a mi gusto, el que mejor supo aprovechar el sonido de la carpa de Bower&WIlkins en la pasada edición del Primavera Sound) me merece todo el respecto, sobretodo por la repercusión que comienzan a tener fuera. Quizás necesitamos sangre nueva, chavales en los veintipocos capaces de aportar nuevas ideas y enfoques, aunque sea desde el amateurismo y la inexperiencia. Si esperamos a que gente como yo, más cerca de los cuarenta que de los treinta, pueda hacer que la cosa cambie vamos apañados.
¿Y qué opinión tienes acerca del trabajo que está desarrollando Lapsus?
Me gusta especialmente haber visto la evolución de Lapsus como sello, plataforma, colectivo o como lo quieras llamar y haber ido creciendo con ellos a medida que iban abarcando nuevas metas: Sello, programa, festival… Despacio, pero con pulso firme. Por otro lado, es de agradecer la absoluta libertad que tengo, sin presiones ni intromisiones de ningún tipo.
Presentaste los temas de este 'Transit' en el CCCB, ¿qué tal fue? ¿Y la respuesta del público?
Había un doble nerviosismo previo a mi actuación. Primero por plantarme con un set nuevo, con nuevas máquinas y un enfoque distinto de lo que venía haciendo en directo hasta la fecha. Ni sabía cómo iban a responder las máquinas ni sabía como iba a responder yo mismo. Estar programado entre las actuaciones de Pyer Córner Audio, al que respeto profundamente, y Patricia me añadió cierta tensión por ver si podía estar a la altura o la cosa se desinflaría desastrosamente. Afortunadamente todo salió a la perfección y, aunque no es que esté muy pendiente de la reacción del público, creo que todo salió mejor de lo que esperaba. Aunque muy sutilmente, en esa primera presentación de Transit en directo el álbum comenzó a mutar. También fue vital el apoyo de Juanjo “Gnomalab” en los visuales. La manera que tuvo de interpretar y plasmar el concepto de 'Transit' visualmente en directo todavía me sigue sorprendiendo.
Por cierto y para ir terminando, ¿qué hay de Sloan?
Sloan está en una nevera haciendo compañía a Walt Disney. Desde el primer trabajo como Pina había habido una evolución en las BPMs. 90… 115… 130. Si seguía aumentando de BPMs me habría metido en las 150 BPMs, terreno drum’n’bassero, y no me apetecía lo más mínimo revisitar el género.
Llevas desde los 90 en las lides del underground electrónico y lo has visto, casi todo. ¿De qué salud goza en este 2015? ¿No eres de los que piensan que cualquier sonido pasado fue mejor, verdad?
La nostalgía es una mala consejera y todo lo que sea mirar hacia adelante es bienvenido. Tomar referentes del pasado para construir algo nuevo está bien. Revisitar estilos del pasado, a mí, personalmente, me da mucha pereza. Dicho esto, nunca habíamos vivido tal cantidad de propuestas musicales ni sellos en nuestro territorio. Ver que propuestas de aquí son capaces de abrirse más allá de los Pirineos o incluso del Atlántico me hace pensar que hay esperanza, que hay alguien al otro lado con ganas de escuchar lo que se cuece por aquí. Quizás incluso se vea con mejores ojos que desde aquí.
Por último Pina, ¿qué más cosas -releases, remixes, bolos, etc.- llevas entre manos de cara a este final de año?
Tengo preparada una buena ristra de remixes que en las próximas semanas verán la luz. A saber: The Suicide of Western Culture, Arcos de Nepal o la nueva referencia de Espai Music, un sello en el que estilísticamente puede parecer que tengo poco o nada qué ver, pero que tiene preparada una release de Dimitri, uno de sus artistas fetiche, que se aleja bastante del resto de material que editan. Por lo demás, seguir dedicándome a temas de mastering y producciones de otros y seguir desarrollando Loppkio, el proyecto más enfocado al techno que tengo junto a Moduleight y Gnomalab y con los que estamos trabajando muy duro de cara a nuestra actuación en la próxima edición del festival MiRA.
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