Una generación entera creció con ellos, la misma que hoy día continúa llenando sus conciertos y siguiendo su estela con el reconocimiento y consideración que se les debe. Aunque su humildad les impida admitirlo, Pignoise caminaron para que otras bandas pudieran hoy correr y para que las guitarras terminasen teniendo cabida en el pop de masas. Por ello, la celebración de su “20 Aniversario” es una ocasión pintiparada para que pongamos en su lugar al trío conformado por Álvaro Benito, Héctor Polo y Pablo Alonso, responsables de que a principios de siglo se hablara de pop-punk en castellano en nuestro país, cuando esta etiqueta todavía distaba de tener un nicho asegurado y tan solo sonaba a excentricidad exportada de la realidad yanqui.
Contrarios a querer regodearse en su pasado, la celebración de sus dos décadas como banda solo podía llevarse a cabo bajo una concreta premisa: pergeñar un producto que le hiciera justicia a su particular legado y que reflejase la mutua devoción entre el grupo y otros artistas próximos a su imaginario. Así pues, “20 Aniversario” no solo es una emotiva revisión de sus temas principales, sino una reconversión de los mismos a manos de un elenco intergeneracional (desde pesos pesados como Loquillo, Hombres G, Andrés Calamaro hasta artistas de nuevo cuño, como La La Love You, Pole., MARLENA o Hens) que demuestra la transversalidad artística que Pignoise ha acumulado a lo largo de su sonada existencia.
¿En qué momento decidís que ésta y no otra es la mejor forma de celebrar vuestro “20 Aniversario”?
Fue una decisión compleja, si te soy sincero. Nunca hemos sido muy partidarios de los greatest hits ni somos muy revisionistas, así que la idea de ponernos a grabar de nuevo canciones que llevábamos quince o veinte años tocando en un principio no era lo que más nos estimulaba como artistas, como te puedes imaginar. Si celebrábamos estos veinte años, desde luego tenía que ser de una forma diferente. Nuestro mánager nos propuso hacer un disco con colaboraciones y la única condición que pusimos fue que éstas tenían que seducirnos. A estas alturas de nuestra carrera solo podemos hacer cosas que nos motiven, de lo contrario se hace bastante difícil poder motivar también al público.
"Si la vida no nos hubiera llevado por el mainstream, muy de seguro habríamos sido una banda del estilo de Sonido Muchacho"
La verdad es que el elenco escogido es potente, pero sobre todo diverso.
Los artistas no se parecen nada entre sí, y eso es lo bonito. La selección no fue tanto un ejercicio de estilo, como sí de sentimiento. Por un lado tenemos a artistas con los que ha sido un auténtico sueño colaborar, como Loquillo, Andrés, o Los Secretos, y luego gente más joven que creció con Pignoise y nos confesó haberse sentido influenciada por nosotros en sus comienzos. El resultado es este maravilloso batiburrillo intergeneracional, tan curioso e interesante que demuestra el alcance que la banda puede tener. Muy poca gente nos dijo que no, y eso es de agradecer [risas].
Con un surtido de artistas tan numeroso y distinto en los créditos del disco, ¿os preocupó que vuestro material mutara en exceso?
Al principio sí reconozco que nos preocupó que la esencia original de las canciones se desvirtuara. Pero francamente, a medida que íbamos confirmando la participación de los implicados y viendo lo que íbamos consiguiendo junto a ellos, nuestras preocupaciones se disiparon. Estamos muy contentos con los resultados y sobre todo con la suerte que hemos tenido de darle forma a un producto que ha sido capaz de llevar a otra dimensión esas canciones que todo el mundo conoce, sin perder la raíz que las hizo famosas. Dimos libertad absoluta para que cada artista tomara el tema únicamente como referencia e hiciera lo que quisiera con éste. Los Secretos, por ejemplo, nos pidieron permiso para coger “Sin ti” y hacerla más suya, y nosotros estamos encantados con lo que terminaron haciendo.
El disco se centra principalmente en los temas que sacasteis entre 2006 y 2010. ¿Son los mejores años de la banda?
No necesariamente. De hecho, mi disco favorito es “Diversión”, que lo sacamos en 2021, y después “Año Zero”, que es el último de esa etapa que nombras. A la hora de elegir los temas que entraban a formar parte de “20 Aniversario” simplemente hemos llevado a cabo un ejercicio de coherencia. Hemos tenido en cuenta los evidentes éxitos que no pueden faltar en ninguno de nuestros conciertos y que seguiremos tocando siempre, pero no hay una etapa que valoremos más que otra. Cada época ha tenido su momento estrella y cada disco así lo ha reflejado. Creo que Pignoise ha hecho un ejercicio muy importante a la hora de conservar su esencia con cada disco sin ser repetitivos. Somos fieles a un sonido concreto, sin que eso nos impida explorar y crecer.
¿Alguna vez el éxito de esos temas pretéritos os supuso una losa para seguir creando música?
En absoluto. De hecho, estamos ya con las manos metidas en la masa de un nuevo disco, y francamente, nunca antes habíamos tenido la sensación de crear canciones tan buenas como las que estamos haciendo ahora mismo. Obviamente, tenemos claro que no volveremos a tener el éxito que temas como “Te entiendo”, “Nada que perder” o “Estoy enfermo” tuvieron en su día. Pero aun así, va a ser nuestro mejor disco de largo. No podemos luchar contra lo inevitable, pero no hacemos música para gustar a los demás sino para sentirnos satisfechos nosotros.
Volviendo a “20 Aniversario”, el disco también ha supuesto un reencuentro con Dani Alcover, productor de vuestros primeros trabajos.
Bueno, sobre esto hay un matiz. Nuestros discos siempre los hemos auto-producido nosotros. Todo parte de lo que hace cada uno por cuenta propia y procuramos dejar las canciones en maqueta tal y como terminan luego escuchándose. Dani hace las labores de mezcla, que no es poco, claro. Gracias a él, el disco suena cañonazo. Confiamos mucho en su sonido y de hecho, cuento con él para Chicle, mi otro proyecto. Pero es que llevamos ya un nivel de grabación en el que prácticamente no necesitamos a más gente. Cuando necesitemos a alguien más será porque queramos hacer algo muy diferente y realmente echemos en falta una ayuda extra, ¿me explico? Yo ya no necesito que me digan cómo debe sonar Pignoise ni cómo debe ser la estructura de las canciones o de sus arreglos. El día que queramos darle un giro más radical a nuestro sonido y hacer, qué se yo, un disco de electrónica, pues tal vez sí necesitemos esa guía que debe ofrecer un productor. Pero por el momento no es el caso.
Con el disco también vino el anuncio de dos fechas importantes, una en Barcelona para noviembre y otra en el WiZink de Madrid, para dentro de un año. ¿A qué se debe esta antelación?
Realmente, son cuestiones de agenda que no controlamos nosotros. Este tipo de recintos están ahora mismo muy cotizados y es increíblemente difícil que te hagan hueco si no es con una enorme antelación de por medio. De hecho, teníamos originalmente el concierto del WiZink para enero de 2025, pero era muy probable que por fechas me terminara coincidiendo con la Súpercopa de Arabia, así que la siguiente fecha más cercana que nos ofrecían era ya en marzo de 2025. Fíjate si es complicado que te den la vez en este tipo de recintos. Así que solo lo podemos achacar a cuestiones de logística que no sabría explicarte mucho mejor. Yo solo voy a tocar dónde y cuándo me digan [risas].
"Todavía queda por hacer, pero tengo la sensación de que el grupo está en su mejor momento"
Ahora es momento de que te pregunte por Sonido Muchacho, ya que vuestro fichaje por este sello no dejó indiferente a nadie. ¿Qué intenciones futuras tenéis con ellos?
Bueno, este movimiento por nuestra parte tiene muchos matices. Llevamos sin discográfica doce años, con Altafonte como distribuidora, y Sonido Muchacho ahora mismo nos lleva solo el booking y la contratación. Para el próximo disco, todavía está por ver.
¿Os veis girando estilísticamente hacia el palo de las bandas que lleva Sonido Muchacho?
No nos vemos sonando como nadie, más que como nosotros mismos. De hecho, te diría que si la vida no nos hubiera llevado por el mainstream, muy de seguro habríamos sido una banda del estilo de Sonido Muchacho. De ahí que nuestra unión actual con ellos nos resulte tan pertinente. Y ojo, que no nos arrepentimos de nada de lo que hemos hecho en el pasado, que no se me malinterprete. Solo creo que habríamos encajado perfectamente en ese estilo si la vida nos hubiera llevado por ahí. Por su parte, Luis siempre nos dijo sentirse muy próximo a la música que hacemos e incluso ha estado varios años tirándonos un poco la caña, así que quién sabe qué nos deparará esta relación. A mí me gusta mucho cómo trabajan y cómo desarrollan a las bandas que editan. De hecho, con mi otro proyecto, Chicle, estoy también con ellos y hay muy buena relación. Pero Pignoise es una banda diferente. Estamos ya muy asentados y va a ser complicado que nos seduzcan o sorprendan con algo que no sepamos ya. Tenemos muy claro lo que queremos transmitir con nuestro producto y la autoedición forma parte ya de nuestro espíritu. Siempre nos han dejado mucha libertad para hacer lo que queramos, incluso cuando formábamos parte de Globomedia, así que habrá que ver cómo evoluciona nuestro vínculo con Sonido Muchacho en el futuro.
Ahora mismo os encontraríais, desde luego, un terreno mucho más proclive al pop-punk del que en su momento vivisteis. ¿Recordáis cómo fue sentirse pionero en aquellos días?
Bueno, la verdad es que yo tampoco nos consideraría pioneros de nada. Sé que suena un poco de Perogrullo, pero uno al final vive su historia en primera persona y va dando sus pasos de forma inconsciente, aprendiendo por el camino. Apenas sabíamos tocar, fuimos muy inocentes y nos equivocamos en todo lo que una banda novel podía equivocarse. También recuerdo el ambiente tan hostil que nos encontramos cuando dijimos que nos gustaba el punk, tras conocerse que yo provenía del mundo del fútbol. No fuimos precisamente bien recibidos por la gente y la crítica. Ahora lo veo como una auténtica gilipollez y me descojono, pues no hay gente más imbécil que los policías de la música. Pero tuvimos que recorrer un camino con muchas dificultades y pasó mucho tiempo hasta que pudimos quitarnos de encima las etiquetas que la gente nos puso. En aquellos día luchamos mucho para preservar lo que ofrecíamos, aun teniendo ofertas muy atractivas que nos invitaban a cambiar de registro o a empezar a hacer las cosas de una determinada manera. Tuvimos fortuna, pero nuestro carácter y persistencia es lo que hizo que Pignoise trascendiera como lo hizo.
De hecho, muchas bandas que hoy conocemos confiesan sentirse influidas por vosotros.
Sí, Carolina Durante o los propios La La Love You lo han dicho en algunas entrevistas. Pero bueno, sigo pensando que no somos precursores de nada en absoluto. Sí que es cierto que somos la primera y única banda con guitarras distorsionadas que ha sonado en la radiofórmula. De hecho, te diré que hasta nos hacían bajar la distorsión de nuestras guitarras para sonar más a radiofórmula, fíjate. Y nunca más se ha visto una cosa igual sonando en determinadas cadenas. No sé, no suelo analizar demasiado este tipo de cosas pero supongo que nuestro empeño es lo que ha hecho que hayamos alcanzado ciertos hitos. En su día logramos sobreponernos a los ataques porque no había nada de malo en la música que ofrecíamos y nuestras canciones han prevalecido por encima de esas voces críticas.
Que una banda cumpla veinte años no es algo demasiado habitual. Casi que estamos más acostumbrados a terminar viendo proyectos paralelos y en solitario de los miembros de un grupo. ¿Por qué creéis que Pignoise ha logrado esto?
Bueno, la banda tuvo su particular hiato en 2013, cuando me saqué la titulación de entrenador de fútbol y me puse a ejercer de ello. Coincidió también con una época de baja actividad por parte de la banda que a todos nos costó asumir. Tener una banda de vida longeva en este país es sinónimo de esto, ya sabes. Hay que aceptar que tendrás épocas muy irregulares, con subidas y bajadas, y que muy pocos alcanzan esa deseada estabilidad. Sacamos un disco en 2015, pero su lanzamiento coincidió justo con mi trabajo como entrenador en el Real Madrid de cadetes, y obviamente aquel disco no tuvo ni repercusión, ni promo, ni gira. Años después les propuse a Héctor y Pablo la idea de volver a retomar la banda, y a pesar de sus reticencias terminaron aceptando y publicamos “Diversión”, el que muy probablemente sea mi disco favorito de Pignoise. Desde entonces, hemos llevado a cabo un trabajo muy intenso de recolecta, tratando de volver a traer de vuelta a los fans que nos habían perdido la pista. Todavía queda por hacer, pero tengo la sensación de que el grupo está en su mejor momento. Nuestras canciones han sobrevivido al paso del tiempo y este disco es la prueba de ello. A nuestros conciertos viene gente muy, muy joven, algo que me sorprende enormemente a pesar de la escasa promo que hacemos de nuestras cosas. Pero supongo que la clave de que sigamos operando como banda reside en el simple hecho de que somos buenas personas. No tenemos ego, somos familia. De hecho, contamos con el mismo staff que siempre, la gente con la que hemos vivido momentos emocionales muy importantes para la banda, y ese tipo de cosas reafirman nuestra continuidad. También nos lo hemos currado a nivel técnico, que conste. Yo, de hecho, dedico cualquier rato libre que tengo a escribir y componer, pues seguir ofreciendo canciones de calidad es algo que siempre me ha obsesionado mucho. Las canciones son la clave y si quieres trascender no puedes dejar de hacer buenas canciones.
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