A Dog Eat Dog ya no resulta necesario presentarles. De hecho, su nombre lleva sonando desde que firmaron «No Fronts», lo más parecido a un hit single que los estadounidenses nos hayan brindado. Corría el año 95 y Dog Eat Dog se convertían en una banda importante, especialmente en Europa de la mano del álbum «All Boro Kings». Más tarde llegaría «Play Games», y, tres años más tarde, nos presentan «Amped», un disco que supone cambios en diversos aspectos. Cambios porque, ahora, Dog Eat Dog son cuarteto; cambios porque el crossover no está pasando, precisamente, por el mejor de los momentos y cambios, porque, bueno, porque este es un nuevo disco, con nuevos objetivos y, obviamente, nuevas canciones. Dave Neabore, bajista, me comenta que el productor ha hecho un excelente trabajo, pero, amigo Dave, el tal Italric será un genio de los controles, pero no sé si eso le importará demasiado a la gente que lleva tres años –tres- esperando una continuación a «Play Games». «Parece que sea mucho tiempo, pero no creo que sea malo que la gente no oiga de nosotros durante una temporada y luego esté ilusionada de vernos resurgir. Hace un tiempo estuvimos en el ojo público del rock y puede que por eso haya sido bueno para nosotros estar fuera de circulación, para poder volver con un disco y un video realmente fuertes». Fuerte lo que se dice fuerte… yo tampoco diría tanto. «Amped» no es un fiasco de dimensiones descomunales, pero tampoco puede considerarse la cumbre creativa del combo. Correcto diría yo. Neabore debe opinar lo contrario, así que mejor hablamos del cambio de formación. «En el disco anterior añadimos un saxo y eso determinaba que tenía que haber saxo en todas las canciones. Como no nos parecía buena idea, le dijimos que dejase el grupo. De alguna manera queríamos cortar con eso y empezar sin nada otra vez. En cuanto a Mark De Backer, el guitarrista, pues nos separamos y volvió a lo suyo en Bélgica y ahora está muy contento». Eso, cuatro a secas, sin invitados especiales como esos RZA de Wu-Tang Clan y ese Ronnie James Dio que nos alegraban el oído en «Play Games». «Esta vez no hay invitados especiales, solamente amigos nuestros de Washington, músicos de funk… Fue increíble que RZA aceptase escribir un tema con nosotros. Le conocimos y en un día escribimos y grabamos el tema y quedó increíble... es una persona muy valorada en la comunidad hip hop y estoy orgulloso de que haya trabajado con Dog Eat Dog. En cuanto a Dio, pues hacíamos broma, no con malicia, de tenerle en nuestro disco. Pensábamos que era una idea estúpida, pero al final se lo planteamos de verdad y lo pasamos en grande con él. Fue un honor tenerle en el disco». Bien, de una forma u otra, Dog Eat Dog están de vuelta, con invitados o sin ellos, pero con la intención de colocar algún hit que les sitúe a un paso de Sugar Ray y sucedáneos. «Tenemos una canción con gancho y creo que va a ser un hit, pero si no lo es al menos sabré que tenemos un buen tema y un buen clip. Nos irá bien porque somos un grupo más musical que las bandas normales, podríamos ser como Offspring. No Doubt o Sugar Ray».
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