"Somos jóvenes con recursos limitados"

El relevo está aquí. Jubilemos pues de una vez por todas a los viejos dinosaurios que hemos visto tropecientas veces en directo y dejemos espacio a grupos jóvenes con algo que contarnos como Periferia. Charlamos con ellos a propósito de “Rincones de nadie” (Kasba Music, 25), su esperado segundo álbum.

Berta (voz), Pep (guitarra) y Climent (guitarra) son tres de los cinco envidiablemente jóvenes miembros de Periferia, pero es que la media de edad del grupo ronda los veinticuatro años. La banda catalana acaba de publicar “Rincones de nadie”, un segundo álbum que es incluso mejor que el primero, y eso que “Fortuna o discordia” ya me pareció inmaculado en el momento de descubrirlo. Hemos tenido el privilegio de entrevistarles un par de semanas antes del lanzamiento oficial del disco con el objetivo de desgranar el contenido y conocer su historia. “Para nosotros es muy importante que los cinco integrantes de la banda tengamos una conexión especial, que seamos amigos. Todos somos del mismo pueblo, de La Roca del Vallés, y nos conocimos en la Escuela Municipal de Música cuando éramos alumnos. Y también nos sentimos muy acompañados por la vieja escuela de los Karatepunks de La Roca. De hecho, cuando Periferia llevábamos solo un año en activo como grupo coincidimos con Unclu [veterano de la escena hardcore punk catalana] en un bar y, entre otras cosas, nos recomendó que buscáramos un mánager para conseguir más conciertos ya que en ese momento solo tocábamos en directo un par de veces al año”.

"Nos lo pasamos bien tocando y que sea el tiempo el que nos ponga en nuestro lugar"

Ahora, para este nuevo trabajo, Periferia han confiado por primera vez en la experiencia de otro veterano de la escena como es Joni Destruye y su discográfica Kasba Music. “Realmente tampoco estábamos buscando un sello para editar el nuevo disco, porque no queríamos forzar las cosas. El primer paso lo dio nuestra agencia de management, Metiendo Tralla, después de la recomendación inicial de Nano Vegano de Lengua Armada. Ha sido un proceso natural: después de la última gira de ‘Fortuna o Discordia’, donde tuvimos varios sold out, vimos que había la oportunidad de crecer y para eso necesitamos más apoyos, un equipo de trabajo más grande. Y en este punto entró Joni y su sello Kasba. Somos jóvenes con recursos limitados, y queríamos hacer videoclips de calidad y ver nuestro trabajo planchado en vinilos. Ahora ya no estamos solos en este camino”.

Tampoco están solos en el disco: en la tercera canción, “Grítame”, colabora el cantante de Kamikazes, un grupo de Madrid con el que mantienen una gran amistad desde hace tiempo, y en “Una luz” incluso se escuchan unas estrofas en euskera. Les pregunto de dónde surge esta colaboración. “Estos dos últimos años que hemos estado preparando el disco hemos descubierto un montón de grupos de la escena vasca. Nos hemos dado cuenta que en Euskadi hay una escena joven y abierta, poco encorsetada, que supone un soplo de aire fresco para la escena estatal. Hay muchos grupos de allí con los que conectamos musicalmente, ya que beben de influencias muy diversas. Entonces decidimos que teníamos que hacer algo con alguien de Euskadi y meter un trozo en euskera para reflejar de alguna manera todo lo que se está cociendo por allí. En ese contexto descubrimos a Etxekalte y nos moló muchísimo tanto su música como la voz. Les escribimos y en seguida se mostraron muy abiertos a colaborar. Estamos encantados del resultado final del tema”. Aunque el euskera no es la única lengua diferente ante el predominio del castellano en las letras de Periferia. En “Parar el tiempo”, por primera vez en su vida, Berta se atreve a cantar en catalán. Por lo que explica, no fue fácil sacar esas líneas de sus adentros. “Hace muchos años que escribo letras para canciones y siempre lo he hecho en castellano. Por los referentes que tenía entonces, a los doce o trece años, que eran básicamente Robe Iniesta y Kutxi Romero, ni me planteaba escribir en catalán. Cuando lo pienso todo esto es antinatural ya que mi lengua materna y del día a día es el catalán. Me cuesta explicarlo, pero me he creado un lenguaje de creación durante estos diez años que tengo muy arraigado dentro de mí y se me hace muy difícil cambiarlo. Lo intento todo el rato, porque es lo que tendría sentido, y me encantaría, pero me cuesta una barbaridad. Soy crítica con mi propia obra por este mismo motivo. Espero poder encontrar el camino de expresarme musicalmente en catalán y que en el próximo disco haya una canción entera cantada en nuestra lengua materna”. Pep también quiere aportar algo al debate lingüístico que ha suscitado mi pregunta: “El tema de la lengua nos causa mucha contradicción ya que los miembros de Periferia nos comunicamos exclusivamente en catalán pero la lengua única de composición es el castellano. Así que fue algo simbólico meter unas estrofas en catalán en esa canción”.

Y si la responsabilidad de las letras recae exclusivamente en Berta, parece que la creación de la música es algo mucho más comunal. “Sí, el proceso compositivo es muy colectivo. Berta lleva preparadas las letras y algunos acordes de guitarra y a partir de ahí vamos dando forma a las canciones entre todos. Nunca nos hemos juntado en el local de ensayo para ver qué sale de ahí a partir de cero. Es un modelo de composición más pop: partir de una idea melódica de voz y una armonía con acordes y construir a partir de ese punto. También nos curramos mucho las demos. Nuestras demos suenan a canciones completas, con sus arreglos y con las baterías programadas”.

En este punto de la entrevista me intereso por los referentes musicales del joven grupo de La Roca. Rápidamente salen nombres como Berri Txarrak, Smoking Souls, Desakato, Marea, Dover, Extremoduro… Teniendo en cuenta que la mayoría de estas bandas ya se han disuelto o están en parón indefinido, reflexiono en voz alta sobre si Periferia podría formar parte del relevo de esta generación recién jubilada. Pero ellos tienen los pies en el suelo y la cabeza bien amueblada a la hora de posicionarse. “Ahora mismo no pensamos en eso, nos lo pasamos bien tocando y que sea el tiempo el que nos ponga en nuestro lugar. Ojalá sigamos siendo como somos ahora durante muchos años, con la buena relación que tenemos entre nosotros cinco. Poder hacer esto ya es un regalo. La única ambición es seguir queriendo el proyecto como lo queremos ahora, poder mimarlo aún más si cabe y crecer con naturalidad y sin prisas”. Ojalá nosotros podamos seguir siendo testigos de su crecimiento.