¿Cómo nace Periferia? ¿Cómo os conocisteis los cuatro integrantes?
(Quel) Periferia nace con la inquietud de Berta por querer cantar con una banda y, como no podía ser de otra manera, surgió una noche de fiesta. Fue en el año 2019 cuando Berta, junto a Albert, antiguo guitarrista de la banda y Aran, segundo vocalista durante un breve tiempo, acudieron a Pol para que se uniese como bajista a su prematuro proyecto. Pol, como era de esperar, acudió sin pensárselo demasiado, a lo que Pep y Quel, que con Pol ya tenían una banda, se tuvieron que joder al ver que Berta les “robaba” el bajista. Pero más tarde les llamaron a petición de Pol para que también pasasen a formar parte de la banda como guitarrista y batería respectivamente. Pero esta solo es la anécdota de la formación del grupo, ya que Periferia tuvo un parto que duró más de lo normal. Su nacimiento tuvo lugar en cada ensayo, en cada cerveza después de tocar en el local y en cómo cada uno de nosotros empezaba a hacer suyo el proyecto. Fue entonces cuando Periferia nació.
Sois del municipio de La Roca del Vallés. ¿Motivó ello el nombre del grupo?
(Quel) No fue el nombre original, que antes era Extrarradio. Lo escogimos mediante un listado de nombres en el que cada uno iba proponiendo sus propuestas para después votar. Salió uno con el que de forma indirecta nos veíamos representados por formar parte de los márgenes de la ciudad. Pero nos dimos cuenta de que ya existía otro grupo llamado Extrarradio, y nos vimos obligados a buscar otro nombre. Lo que hicimos fue buscar un sinónimo. Y así surgió la idea de Periferia que, dado su mismo significado, seguía representando aquello que nos definía del anterior nombre, pero con el valor añadido de que sonaba mucho más nítido y curado. El nombre respalda y abandera nuestras raíces de pueblo.
En 2020 lanzáis vuestros primeros singles. ¿Retrasó de algún modo la pandemia el arranque de vuestro proyecto?
(Quel) Fueron tiempos de mierda y nos causó más de una frustración tenernos que adaptar a la que, por aquel entonces, le llamábamos la “nueva normalidad”. Como a tanta gente, a nosotros no nos bastaba con la situación que tuvimos que lidiar. Pero, aun así, pudimos ser capaces de no perder la ambición de seguir adelante con el grupo. Si de una cosa podemos alardear es de que, a pesar de que la pandemia nos jodió a todos los conciertos que hicimos con cada silla que se ponía en el público, no agachamos la cabeza en ningún momento por la situación, y nuestras ansias de meterle ganas al proyecto que estábamos gestando fueron las que nos hicieron seguir adelante.
“El nombre respalda y abandera nuestras raíces de pueblo”
En 2021 llega el EP “Ruta al desvelo”. ¿Qué tal funcionó?
(Quel) “Ruta” es un proyecto que nos supuso mucho más de lo que aparentemente pudimos prever. Su importancia recae en el valor que se le dio y supuso para la banda. Su funcionamiento, basándonos en los números, no estuvo nada mal, y más teniendo en cuenta de que se financió gracias al soporte de la gente a través de una campaña de micromecenazgo. Esto nos puso una presión añadida, a la vez que una motivación de más. Pese a que es un trabajo un poco más experimental de lo que realmente define nuestro estilo, podemos estar contentos del recibimiento que tuvo. Necesitábamos de un proyecto que se construyera desde cero, entre todos los miembros del grupo, para dar sentido a la idea de pertenencia, que cada uno de nosotros nos sintiéramos parte de algo que habíamos creado juntos. Así que nos propusimos componer un disco sin ideas antes ya propuestas, sin reciclajes de otras canciones. De esta manera, fuimos capaces de ir creando, a la vez que la producción del disco, una relación más consolidada entre nosotros, e irnos descubriendo mucho más de lo que en ese momento nos conocíamos.
Y ahora se publica “Fortuna o Discordia”, vuestro primer larga duración. ¿Sigue teniendo sentido el formato de álbum?
(Pep) A pesar de la cultura de singles que se ha forjado en los últimos años, creemos que sigue teniendo sentido, pero no de la misma manera. Lo entendemos más como un recopilatorio de una etapa del grupo, no es el formato de consumo en sí. La gente va a escuchar los temas que más le gusten individualmente. Pero el álbum siempre va a estar ahí para dejar huella de un momento de esa banda.
Suena muy bien: fresco, contundente… Lo has grabado y producido tú Pep, en Wheel Sound Studio. ¿Qué experiencia previa tenías?
(Pep) Pues no cuento con prácticamente ninguna experiencia previa. En el confinamiento me empecé a interesar por la grabación y la mezcla. A partir de ahí empecé a grabar las guitarras para los primeros singles del grupo, y de esta manera aprendí mucho, no solo de grabación sino también de producción, descubrí el sonido que me gustaba y cómo llegar a él. En 2021 empecé en Wheel Sound como becario, donde aprendí muchísimo sobre producir discos desde lo más técnico a lo artístico. Y fue a principios del año pasado cuando le dije al resto del grupo que me veía capaz de producir el siguiente disco. Ellos confiaron en mí al cien por cien y les estoy muy agradecido. Teniendo el disco acabado, soy consciente de que me queda por mejorar pero, desde la humildad, puedo decir que estoy muy orgulloso de mi trabajo y del de mis compañeros. Ha quedado un discazo.
¿Cuál ha sido el modos operandi a la hora de grabar? ¿Por pistas, en directo…?
(Pep) Siempre grabamos por pistas, todo separado, para el tipo de sonido que buscamos es mucho más conveniente, más preciso y detallista. Todos los temas tienen bastantes arreglos, armonías de voz, efectos… cosas complicadas de hacer grabando en directo. Aparte hemos ido grabando las canciones con meses de diferencia entre ellas, en algunos casos. Hicimos dos sesiones de baterías en Wheel Sound Studio, una en verano, donde grabamos los singles y algún tema más que ya teníamos terminado, y la otra en noviembre, donde grabamos el resto del álbum. Las guitarras y bajos los hemos ido grabando en días sueltos, en casa, y las voces algunas en Stonewaves Studio y otras en Wheel Sound. Ha sido una forma bastante peculiar de hacerlo, pero nos ha facilitado las cosas, el poder ir grabando poco a poco, sin prisas, nos ha acabado dando mucho margen para retocar todos los detalles y que quede exactamente como queríamos.
¿Cómo construís las canciones desde que están escritas en el papel hasta lo que escuchamos en el disco?
(Berta) Yo escribo parte de las letras, pero Quel, el batería, ha escrito varias también. Es de las personas más talentosas que conozco, sus letras me matan. Es mi compositor favorito. El proceso que utilizamos consiste en partir de una letra con melodía sobre unos acordes tocados con una guitarra. De esto, como decía, nos encargamos Quel y yo. Prácticamente no existen arreglos ni nada por el estilo en este punto. Solamente letra, melodía y acordes. Solemos grabarlo con la grabadora del móvil y partimos de ahí para trabajar todos juntos en la canción. Para hacerlo quedamos en casa de Pep y, mientras él está al mando del ordenador, vamos construyendo todos juntos una demo con batería programada y guitarras y bajo grabadas en su habitación, aportando ideas y todo lo que se nos ocurre y nos pide el tema. Las demos suelen parecerse bastante al resultado final que hay en el disco, nos gusta recrearnos en el proceso. Aun así, somos exigentes, y muchas veces encontramos alguna cosa que mejorar mientras estamos en el estudio, grabando la canción definitiva.
Se destilan muchas referencias en vuestra música: punk rock, hardcore melódico, rock, pop, indie, metal… A mí me vienen a la cabeza nombres como Elektroduendes, Marea o Zea Mays, ¿os atrevéis vosotros a decirme alguno?
(Berta) Cada uno de nosotros tiene sus referentes en particular. Por mi parte, creo que es obvia la influencia que ha tenido Kutxi a la hora de escribir mis canciones. El rock estatal ha sido muy importante para mí y mi desarrollo a la hora de escribir letras. Me encantan también las melodías de Dover, de Berri Txarrak… A Pep, por ejemplo, le ha influenciado más el panorama internacional pop punk y de rock más moderno: productores como Nolly o Zakk Cervini, Sam Guaiana… Pol y Quel tienen también sus propias influencias musicales. Todos nosotros escuchamos rock y derivados, pero de rincones del mundo distintos y buscando cosas distintas: una buena letra, una buena producción, un estilo concreto…
Ya habéis presentado el nuevo trabajo en directo en Barcelona y Madrid. ¿Qué tal ha sido la experiencia?
(Quel) Espectacular. Fueron nuestros primeros conciertos en sala, y no esperábamos una recibida tan cálida, estamos súper agradecidos por ello. Ver a tanta gente gritar y disfrutar es algo que te pone los pelos de punta. El público lo vivió muchísimo y nos hizo disfrutar como nunca encima del escenario.
¿Y cómo se presenta lo que queda de año? ¿Más salas, festivales…?
(Quel) Ahora mismo podemos confirmar estas fechas: el 16 de junio en Almazán, en la Sala Maneras de Vivir; y el 23 de junio, en el festival El Último Bus, en la sierra de Madrid. Pero nos morimos de ganas de rodar y esperamos poder confirmar más fechas pronto.
Hay mucha gente que dice que no hay relevo generacional en el rock. ¿Qué les diríais?
(Quel) Sin duda la escena lleva ya muchísimo tiempo estancada, y es normal que haya ese sentimiento entre la gente. Hay un montón de grupos jóvenes con muchísimo talento haciendo rock, pero no es nada fácil penetrar en un mundo tan hermético. Con el poco tiempo que llevamos, notamos que la gente agradece un poco de frescura, y el recibimiento que hemos tenido ha sido maravilloso. Nosotros y la escena nos debemos a las bandas que acumulan tantos años encima de los escenarios, pero hay que dar un voto de confianza a la gente joven.
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