Hace unos días tuvimos la oportunidad de charlar telefónicamente con él para hablar del álbum, sus proyectos paralelos y, cómo no, del estado de alarma presente.
Antes de nada, quería preguntarte acerca de la situación actual ¿Cómo estás viviendo la cuarentena?
A mí me ha pillado en Los Ángeles. Y por suerte estoy bien. Antes de que declarasen la cuarentena, yo ya la había empezado a hacer y tan solo he salido de casa para comprar comida. La verdad es que es una situación que da miedo, y aquí en América hay gente que todavía no es consciente de ello. Por mi parte, procuro mantenerme a salvo.
"Personalmente, cada día, de un minuto a otro, me siento diferente. También siento que la música que escucho cambia, lo que me motiva a mí para hacer cosas diferentes cada vez que estoy en el estudio".
¿En algún momento pensaste que esta situación podría afectar a la salida del álbum? Muchos grupos y artistas han pospuestos sus lanzamientos hasta que todo esto pase.
Es un momento complicado porque ninguno de nosotros hemos tenido que lidiar con algo así. Pero la verdad es que estos días yo he seguido escuchando mucha música nueva. Es cierto que no voy a poder presentar el disco a la gente en directo, pero la situación es tan incontrolable que tampoco podemos saber cuándo va a mejorar y cuándo va a ser un mejor momento para lanzar el disco. Así que, por el momento la idea es lanzarlo como estaba previsto.
En entrevistas previas, siempre has dicho que has hecho música para liberarte cuando tienes un problema o algo te preocupa ¿Qué te empujó a comenzar con "Set My Heart On Fire Immediately?"
Es curioso porque en esta ocasión no comencé con el disco a raíz de una preocupación. Más bien, fue que por primera vez empecé a sentirme más liberado, y esto era una sensación nueva para mí. Gran parte del álbum trata sobre sentirme más conectado con el mundo, con mi cuerpo y con otras personas.
Como pasaba en tus discos anteriores, encontramos melodías y atmósferas diferentes entre canciones. Podemos escuchar “Jason”, con una melodía celestial, casi épica; pero también encontramos canciones como “Borrowed Light”, con una atmósfera más triste.
No me siento cómodo haciendo siempre los mismo. Personalmente, cada día, de un minuto a otro, me siento diferente. También siento que la música que escucho cambia, lo que me motiva a mí para hacer cosas diferentes cada vez que estoy en el estudio. No obstante, al final todo el espíritu que rodea el álbum es el mismo en todas sus canciones. Al tocar todos juntos en la misma habitación, creamos una atmósfera que unifica a las canciones e incluso a los músicos, aunque vayan en direcciones diferentes.
Otra cosa que es característico de tus canciones es la valentía para escribir letras honestas y personales desde un punto de vista emocional. ¿Con los años resulta más fácil abrirse emocionalmente? ¿O lo contrario?
De por sí para mí ya es difícil abrirme emocionalmente. Pienso mucho en esto. Pero creo que depende de la historia de cada persona. Si siempre has sido alguien cerrado, con la edad te va a costar más abrirte; en cambio, si has sido más abierto, con la edad puede que te dejes llevar más. No creo que haya un punto medio.
Volviste a contar con Blake Mills en la producción. ¿Cómo ha sido el proceso de grabación?
Volví a contar con Blake simplemente porque me encanta como persona y me encanta su forma de entender la música. Además, compartimos muchas influencias y objetivos comunes. Ambos nos dedicamos a esto en cuerpo y alma, tratamos cada momento con la misma intensidad. Sin embargo, también somos muy diferentes. Es como si fuéramos al mismo lugar, pero desde direcciones diferentes.
Y en cuanto al proceso de grabación, tenía claro que quería captar un sonido en directo. Para ello contamos con el mismo grupo de músicos para grabar todo el disco. Grabamos todas las canciones juntos. Si en el anterior álbum ("No Shape") todo estaba más estratificado y se fueron grabando cada pista por partes, este álbum diría que ha sido mucho más orgánico.
"Al principio, cuando empiezo a escribir, la presión me paraliza. Pero al final, termino siendo capaz de convertirlo en una herramienta poderosa".
Otra de las cosas interesantes del disco son las colaboraciones de artistas como Jim Keltner, Pino Palladino y Matt Chamberlin ¿Cómo surgieron?
Para mí todos ellos son artistas legendarios, por lo que fue realmente satisfactorio contar con ellos para mi disco. La verdad es que fue muy fácil trabajar con ellos. Desde el principio hubo una conexión espiritual y emocional en el estudio. Una armonía casi mágica. Además, son grandes músicos y no necesitaban ningún tipo de dirección.
Para que te hagas una idea, mi primer disco lo grabé yo mismo en una habitación, y en ningún momento podía haber imaginado que iba a escucharlo alguien más allá de mis amigos, y mucho menos que acabaría grabando un álbum con artistas tan maravillosos como ellos. Aún me cuesta creerlo, la verdad.
¿Y en aquellos primeros años llegaste a pensar alguna vez que podías llegar a ser un artista de referencia como eres hoy en día?
En absoluto. Todavía hoy sigo pensando que tengo mucho que aprender. Piensa que hasta el segundo álbum no entré a un estudio. Lo único que he hecho todo este tiempo ha sido aprovechar cada oportunidad que he tenido.
Sin duda, tu anterior álbum, "No Shape", fue el que te consolidó. Para muchos medios, fue considerado como uno de los mejores discos de 2017 ¿Este precedente te generó presión a la hora de ponerte a grabar el nuevo álbum?
Siempre siento presión cuando comienzo a trabajar en un nuevo disco. Pero consigo usar esa presión en mi beneficio y la convierto en combustible. Al principio, cuando empiezo a escribir, la presión me paraliza. Pero al final, termino siendo capaz de convertirlo en una herramienta poderosa. Nunca he escrito para gustar o tratar de convencer a la gente. Escribo para las personas que ya me escuchan. Trato de darles más de lo que hice la última vez, pero de una manera diferente.
Dejando a un lado el disco, el pasado año estrenaste un musical titulado "The Sun Still Burns Here" ¿Qué tal fue la experiencia? Imagino que muy diferente a lo que habías hecho hasta ahora.
Realmente fue un cambio radical en cuanto a mi forma de crear. Como te contaba antes, mis primeras canciones las escribí solo en mi habitación y las publicaba por mi cuenta desde mi ordenador. En cambio, para mi primera obra teatral, he tenido que involucrar y trabajar con otras personas de principio a fin. Ha sido una experiencia que exigía mucho narcisismo y ejercicio físico. Tuve que expresar con el baile cosas emocionales y espirituales que hasta ese momento solo había sido capaz de hacerlo a través de la música. Pero logré relacionar ambas cosas, música y baile, para lograr algo creativo y mágico.
Por otro lado, tenía muy claro que no quería hacer la típica banda sonora con canciones ambientales de 15 minutos de duración cada una. Quería que fueran canciones con letras. Algo más parecido a una ópera que a una banda sonora. Mi idea era que la obra tuviera música que pudieras escucharla con auriculares, como un disco normal, pero que también genere un impacto durante las representaciones. Me refiero a ese impacto que mueve al corazón y al alma.
¿Repetirías en el futuro con otra obra de este tipo?
Creo que sí, aunque en un formato diferente como componer la banda sonora de una película, o incluso hacer yo mismo una película que involucre música y movimiento.
Para terminar, quería preguntarte por cómo estás pensando llevar el disco al directo. Pese a la cuarentena, supongo que ya estarás planificando para cuando esté todo más normalizado y se pueden volver a hacer conciertos.
Sí, antes de la situación actual ya teníamos cosas pensadas. Tenemos luces, niebla, cortinas, telas, escaleras…. Quiero hacer una gira con una producción con la que sea capaz de transmitir el mundo que tengo en mi cabeza, el mundo que se ve en mis videos. Quiero hacer un buen espectáculo y por ello se me hace extraño no poder compartirlo con la gente. Ahora toca esperar hasta que finalmente pueda presentarlo.
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