Se suponía que «Full Circle» (Epitaph, 97) cerraba una etapa, la que Pennywise habían compartido junto a Jason Thirsk, su bajista fallecido en julio del 96. Habían sido ocho años casi de carrera desde que, tomando el nombre del payaso asesino protagonista de «It», estos californianos, de Hermosa Beach –cuna de Descendents o Circle Jerks- para más datos, pusieran en marcha a una de las bandas más populares de lo que se ha dado en llamar hardcore melódico.Por tanto, esperábamos que «Straight Ahead» (Epitaph, 99) apuntara algo novedoso, aunque fuese a carboncillo. Esperábamos, digo bien. Como lo esperamos en «About Time» (Epitaph, 95). Pero no. Pennywise pretender seguir siendo los mismos –o muy parecidos, al menos- de sus primeros discos en Epitaph «Unknown Road» (93), «Wild Card/Word From The Wise» (Theologian/Epitaph, 92) o «Pennywise» (91). Digamos que son una de esas bandas fieles a su público y, por encima de todo, a si mismas, aunque no me pregunten qué significa eso. Para conversar sobre «Straight Ahead» nos encontramos con Fletcher (guitarra) y Randy (bajo). Obviamente empezamos hablando de un disco que sus creadores, en contra de lo que pueda parecer tras varias escuchas, juzgan mucho más abierto de lo habitual. «Queríamos intentar ampliar los límites de lo que hacemos como grupo y mantener la mente abierta. Para eso recogimos todo tipo de material diferente, lo ensayamos y acabamos teniendo sobre cincuenta temas, que al final acabaron siendo menos de la mitad. Demuestran que ha habido un crecimiento musical y también vocalmente hay más experimentación, pero lo más importante es que, aunque observes pequeños cambios, sigue sonando esencialmente a Pennywise». En eso ya estoy más de acuerdo. Pennywise continúan sonando a Pennywise. Y eso es algo que puede ser bueno y puede ser malo a la vez. Puede ser bueno si demuestra que la banda tiene las ideas claras y un sonido personal, y malo si evidencia falta de creatividad. Con Pennywise las cosas andan repartidas al 70 y al 30%. Pero quizás vaya siendo hora de que la gente descubra algún cambio. Cierto que ni siquiera Bad Religion ha sido una banda demasiado inquieta en ese sentido, pero no me extrañaría que incluso los fans más jóvenes esperasen alguna sorpresa. «No estoy seguro de que la gente espere nada diferente de Pennywise. Lo he dicho muchas veces, si compras un álbum de tu grupo favorito, lo pones y no suena como sonaba tu grupo favorito, pues es una putada y te preguntas por qué ya no suenan como sonaban antes». Bueno, bien visto quizás sea cierto. Miren a AC/DC que llevan una eternidad sonando exclusivamente a ellos mismos y, lo que son las cosas, seguimos tan fans como al principio. «Nosotros tenemos también que vivir con esto y puede acabar siendo aburrido pasarse diez años haciendo lo mismo, así que intentamos que haya cambios y que las canciones sean muy buenas, consiguiendo un disco que suene igual pero diferente. «Straight Ahead» tiene medios tiempos, diferentes voces, efectos, ya lo digo, un álbum igual pero diferente. Es complicado, es muy difícil cuando te encuentras con grupos que te han gustado y que ahora ponen techno. Y eso es especialmente malo cuando ocurre con los grandes grupos; si la gente compra un disco de esos grupos quieren un disco de esos grupos y no algo totalmente distinto. Cuando los grupos cambian es porque quieren tener más éxito, mientras que quienes lo consiguen son los que se mantienen firmes en su estilo; esos seguirán siendo grandes. Ves a muchos grupos que suben el nivel y que tienen uno o dos discos buenos, mientras que muchos otros son una mierda y siguen teniendo éxito. No lo entiendo». Leo entre líneas que se está refiriendo a sus odiados Offspring y acierto. Un gesto obsceno con la mano me descubre el poco aprecio que por los de Dexter Holland procesa Fletcher. Pennywise, se supone, son muy distintos. «Cuando escuchas una canción en la radio y te pilla enseguida, igual la escuchas veinte veces y te deja de gustar, pero eso no quiere decir que no triunfe en la radio. En «Straight Ahead» algunos temas te empiezan a gustar, los vuelves a escuchar y entonces te pillan, piensas que son grandes temas». Por otro lado, Pennywise siguen destacando incluso en estos tiempos, en estos años en los que cualquiera puede editar su disco sin importar siquiera su calidad. Muchos siguen eligiendo a estos californianos, y por algo será. No importa que centenares de formaciones de hardcore melódico sigan moviéndose a toda velocidad a lo largo y ancho del planeta, algunas incluso recordándonos sospechosamente a los creadores de «Bro Hymn». «Ahora existen cientos de grupos de punk rock, muchos suenan como Pennywise, otros como NoFx. Es una locura, hubo distintas etapas, pero ahora la mayoría de grupos se inspiran en NoFx o Bad Religion. Es divertido escuchar a grupos que suenan como nosotros, como los chicos de No Fun At All. Escribimos un tema que sonaba como ellos y que, en principio, iba a ir en el disco, pero cuando nos dimos cuenta de esas similitudes la dejamos fuera. Nosotros fuimos los primeros y no podemos escribir ¡un tema que suene a No Fun At All! Es una locura. La gente también dice que sonamos como Bad Religion y, sí, ellos son definitivamente una influencia en nuestra música, pero yo diría que no más que Minor Threat o Black Flag. De todas formas, yo empecé escuchando a MC5… todo el mundo hablaba de ellos y fui a verles, me compré sus discos y leí todo lo que pude sobre ellos. De ahí pasé a James Brown y todo eso. Al final… musicalmente tienes que rebuscar en las raíces, por eso creo que nuestros fans deberían fijarse en las raíces del punk y escuchar los discos de Black Flag, Minor Threat». Algunos ya lo hacen. Seguro.«Straight Ahead» está publicado por Epitaph.
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