“Muchas de nuestras canciones se parecen más al bolero de Ravel que a un rock and roll”
EntrevistasPelo Mono

“Muchas de nuestras canciones se parecen más al bolero de Ravel que a un rock and roll”

Kepa Arbizu — 20-07-2020
Fotografía — Archivo

Manténganse alejados de las zonas oscuras y solitarias porque Pelo Mono andan de nuevo sueltos. O casi mejor todavía, déjense llevar por el peligro y descubrirán que tras estos dos enmascarados se encuentran sendos gourmets -bajo asilvestradas pero en realidad exquisitas maneras- de las (amplias) manifestaciones instrumentales surgidas entorno al rock and roll.

Ocultos rostros que en realidad responden al nombre de Pedro de Dios, guitarra de los desérticos y geniales Guadalupe Plata, y Antonio García, con muescas como Los Harakiri o Los Fabulosos Macarrones en su currículum, aquí encargado de las percusiones y de los insinuantes y fantasmagóricos ruidos, elementos estos últimos mucho más trascendentales de lo que podría delatar su condición, tal y como reconoce su propio responsable: “Son fundamentales, le dan carácter y sentido a nuestro sonido”.

De regreso tras un considerable silencio discográfico, Gibraltar, que así se denomina la nueva publicación, se presenta rendida a esas habituales coordenadas que abarcan desde el primitivo rockabilly (“Mono rabioso”) al blues minimalista (“Blues 79”) o el surf intrigante (“Sin rumbo”). Ejecuciones que por otra parte aparecen en este episodio servidas con un mayor grado de pulcritud y sutilidad, una condición que, como no podría ser de otra forma, responde exclusivamente a leyes naturales: “No había nada planificado de antemano, supongo que habrá sido fruto del devenir de los tiempos”. Y si de adjudicar responsabilidades al natural transcurrir se trata, cabe preguntarse, dado lo dilatado de su confección, sobre la procedencia temporal de las piezas recogidas en el trabajo: “Efectivamente hay un poco de todo, canciones que llevamos tocando mucho tiempo, otras más recientes y algunas de última hora”.

“Link Wray es nuestro santo grial y gran parte de nuestro sonido se lo debemos a él".

Diversidades en la fecha de concepción de un repertorio que igualmente se manifiesta rico y variado en su naturaleza, lo que no les hace abdicar de referentes esenciales, como demuestra la versión del clásico “Jack The Ripper”: “Link Wray es nuestro santo grial y gran parte de nuestro sonido se lo debemos a él. Teníamos muchas ganas de grabar una de nuestras canciones favoritas que nos ha acompañado desde siempre”. Si pocas dudas recaen sobre el peso que tiene el mítico guitarrista estadounidense en esta pareja andaluza, más boquiabierto puede dejar al personal la aparición de “Gnosienne”, en clara alusión a la obra del compositor Erik Satie, una presencia quizás no tan extravagante como pueda sospecharse: “Aunque dentro del repertorio es una rareza, la forma que tienen muchas de nuestras composiciones es mucho más parecida al bolero de Ravel que a un rock and roll, sin por ello dejar de serlo”. Amplitud estilística que tampoco entenderá de fronteras, desprendiéndose de la, en estos contextos, hegemonía anglosajona para dirigirse hasta parajes latinos, en los que incluso nos toparemos con la repentina aparición de una voz cantante en “E como Roma”: “Está interpretada por Tito Ramírez, un enmascarado amigo nuestro. Ambos tenemos gustos e influencias muy de la onda y nos conocemos desde hace mucho tiempo. Por lo tanto, que en un momento dado pudiera pasar algo así era inevitable”.

Asumiendo la coctelera que brillantemente pone en marcha Pelo Mono, es de rigor reflexionar sobre un formato que se sostiene únicamente sobre cuatro manos, lo que induce a pensar en una especial dedicación y concentración a la hora de llevar a buen fin un proyecto así: “No tiene porqué, cada cosa tiene sus ventajas e inconvenientes, depende de lo que quieras hacer y tus capacidades, aunque sí es cierto que, por ejemplo, el hecho de estar loopeando cosas sobre la marcha y que la batería se tenga que sacrificar a ello requiere de una determinada atención que con una guitarra a capella sería diferente.” Por no hablar de otro de sus rasgos significativos como es su condición enmascarada, que a estas alturas se antoja como algo más que una mera broma pese a difuso origen: “Una es de simio, pero la otra todavía no hemos podido definir exactamente lo que es. Es ya un elemento casi ritual y a la vez definitorio, aunque también te digo que no nos casamos con nada”.

De lo que no cabe duda es del espíritu salvaje y ácrata que define a este dúo, como tampoco la hay sobre su talento para definir una serie de sonidos alrededor del rock and roll bajo un perfil propio que saben exportar igualmente a través de una mirada primaria o sutil, creando fotografías instrumentales clavadas en un páramo árido pero irremediablemente hermoso. Características que de nuevo podremos disfrutar en disco pese a tener claro que son los escenarios su territorio predilecto: “Sí, lo es, junto con la selva y el peñón”. Dicho queda. Están avisados.

 

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