Y al pedazo de vago hiperactivo del hijo de Ian Dury (Baxter, vaya) le empujaron para que grabara las canciones que ya apuntaba cerca de su padre. Resultó que no se parecían nada al sonido Blockheads y que, habiendo vivido rodeado de músicos, tenía de dónde echar mano para montar un grupo de casi-parientes-casi-amigos que tocaron en “Len Parrot´s Memorial Gift”, primero porque nobleza obliga para con el-memo-del-niño, y luego porque resultó que el chico lo valía. Baxter sigue siendo un vago, pero ha vivido tan de cerca el circo de la industria del rock, que parece un veterano. Británico, lenguaraz e ingenuo, sí, pero con maneras de veterano. De hecho, no hace falta más que mentarle al padre para que ordene todas las respuestas de las preguntas que no se han hecho. “Me gusta hablar sobre mi padre, aunque la gente tiene miedo de aburrirme, sobre todo cuando escuchan mi música y ven la enorme distancia que hay con la suya. No es a propósito.
“Me gusta hablar sobre mi padre, aunque la gente tiene miedo de aburrirme” |
Es exactamente lo que quería hacer, si hubiera tratado de ser él, sería un jodido idiota”. ¿Y eso de que le metan en el saco de los “hijos de...”? “Lo que me toca los cojones es que me comparen con Julian Lennon. Más que nada porque su padre es uno de los tres hombres más famosos de los últimos cien años, y yo tenía un padre más o menos normal que era respetado en una industria pequeña. Si quieren comparar, que nos comparen con los Buckley, aunque el hijo no conoció casi al padre”. Y eso que quería centrar las preguntas en su disco, que casi nunca entra a la primera, pero que deja estragos en quien se fija un poquito. “No voy a persuadir a nadie para que le guste mi música, ni siquiera puedo decir que adore todo lo que he hecho en el disco. Es una experiencia de aprendizaje y le gusta a mi madre y a mis amigos, así que qué importa, hagamos el jodido siguiente álbum”. Pues será por ese sentimiento de primer estreno, por lo que le importará poco que le digan que su música, sobre todo, suena a Mercury Rev y a John Lennon. “Es normal con treinta años de precursores británicos y americanos. Se crea una infraestructura de referencias y me compararán siempre, igual que hago yo con el cine y hasta con los zapatos”. Y me mira a los pies. ¿Qué verá? O... ¿verá algo? Porque dicen que lo suyo, además es psicodelia. “No lo es, pero no me importa, es un buen paraguas ahora mismo y eso que se han hecho muchas mierdas tomando drogas”. Bueno, pues vamos con “el grupo” del disco. “Richard Hawley (Pulp) es un viejo amigo y un cerdo bastardo, pero es lo que quiere ser. Me lo encontré borracho y le dije que tocara al menos diez minutos, y eso fue todo lo que hizo. Geoff Barrow (Portishead) escuchó el setenta por ciento de las maquetas, me dijo que eran una mierda, y quiso producirlas. Morgan Watt-Roy (Blockheads) es mi familia, no le importaba una mierda lo que hiciera, pero luego le gustó y se ha quedado en la banda. Johanna Hussey es mi ex novia, tiene una voz estupenda y es la alternativa perfecta a mi voz de mierda, porque además se empeña en que yo siga cantando”. Luego tratamos de desentrañar el enigma de si sus letras son tristes o si describen paisajes tristes, lo que a Baxter le parece muy diferente. A pesar de lo cual, añade que tampoco es que tenga muchas ganas de aclarar sus letras en un país en el que los entrevistadores necesitan traductores. Pues no seré yo. “Pues no serás tú”.
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