Partiendo de dentro
EntrevistasNach

Partiendo de dentro

Joan Cabot — 04-06-2008
Fotografía — Archivo

Tras dar el salto a una multinacional y convertirse en uno de los MC más populares de la escena del rap en castellano, Nach publica “Un día en Suburbia” (Universal), trabajo en el que se reafirma en su concepción del hip hop como la honestidad empujada hasta el límite.

“Lo estoy empezando a notar ahora”, responde cuando le preguntas por cómo han cambiado las cosas para él tras abandonar Boa, su sello de toda la vida, para fichar por Universal. “A la hora de trabajar el disco también se ha notado. En la discográfica han estado siempre por la labor cuando proponía alguna idea. En una discográfica más pequeña hay cosas que ni te planteas, pero a la hora de hacer este disco me he podido permitir realizar ideas que me iban surgiendo como grabar con un coro de gospel o incluir cuerdas”.

"Soy consciente de que cada vez me escucha más gente"

Se trata de cambios imperceptibles, porque escuchando “Un día en Suburbia” no parece que el alicantino Ignacio José Fornés haya decidido reinventarse, ni mucho menos. Su cuarto álbum mantiene intactas las convicciones del doble “Ars Magna-Miradas” (Boa, 05), la inspiración del rap francés y una actitud honesta en la que el rapero de Alicante tiende con frecuencia a la introspección. “Mi vida no ha cambiado mucho”, explica. “Soy consciente de que cada vez me escucha más gente, pero eso no me afecta a la hora de crear”. “Tampoco me planteo innovar por innovar”, continúa.

"Es una forma de desnudarme, como siempre he hecho"

“Hay gente que intenta siempre estar a la última siguiendo la tendencia de lo que se hace en el rap. No sólo en ritmos, también en presencia y actitud. Pero yo no lo entiendo así. Yo soy yo y estoy con mi historia en la cabeza. Si hago algo más innovador es porque en ese momento me llega, no porque piense que hay que hacer las cosas así porque estamos en 2008. Eso no va conmigo. Si un ritmo me habla, puede sonar old skool, noventero o como sea, que si me llega y me sirve para hablar lo uso”.
“Un día en Suburbia” llega con Nach convertido en uno de los raperos más populares de la escena nacional gracias a un público que conecta con sus letras, sus angustias internas, un público que no vivió los primeros años del rap nacional y que ahora puebla los conciertos. Para una escena que vive plagada de contradicciones y en la eterna cruzada de lo que es real o no es real, eso supone para muchos algo más de lo que están dispuestos a tolerar. El mundo está plagado de haters, pero Nach duerme tranquilo. Puede permitírselo. En cierto sentido uno puede verlo como el puente entre esa vieja escuela y una nueva generación de raperos y de público. “No lo sé. Es la típica cosa sobre la que nunca he pensado de forma consciente hasta que alguien como tú me lo comenta. Quizás sí. Sólo sé que he mamado de la vieja escuela, de 1989, de 1992, de 1995, de 1999, de 2003 y de 2008. He mamado para aprender, para disfrutar de esta historia y para conocer a gente afín y vivir lo que estoy viviendo. Intento estar atento a lo que va saliendo, así que supongo que todo eso se refleja también en mi manera de crear”. Lo que está claro es que sus seguidores ven en sus raps un espejo en el que reflejarse. “Es una forma de desnudarme, como siempre he hecho”, explica sobre sus letras. “Aunque creo que en este disco lo he hecho sin contenerme, sin darle muchas vueltas. Estoy muy contento y muy tranquilo. Con el tiempo me preocupa menos qué pensará la gente cuando escuche raps que hablan de determinados temas. Yo no le encuentro límites a esta mierda. Este disco es un ejemplo de ello, con ese desgarro en algunos temas que es algo que parte muy de dentro. Creo que es parte de mi naturaleza y que es algo que en parte no puedo evitar”. ¿Es la respuesta del público un reconocimiento de esa honestidad? “Puede ser. Yo tuve muy claro, desde el primer disco, que quería contar una serie de cosas por las que igual la gente me pondría de osito de peluche para arriba. Pero yo tiré por allí porque era lo que yo sentía, y determinada gente lo captó en seguida. Decidí correr el riesgo, no cortarme. Hace unos años en el rap había muchos tabúes. Hay peña de la vieja escuela que critica todo lo nuevo que sale. La gente del palo ‘yo llevo tanto y sé tanto y soy tal’… Es un poco triste. Los tiempos han cambiado, hermano”.
Tirando del hilo de lo que ya había expuesto hasta la fecha, Nach ha conseguido la que probablemente sea su mejor colección de letras. En cortes como “Amanece” o “Quiz Show” aborda temas que invitan al panfletismo como la especulación inmobiliaria o la basura en la televisión, siempre consiguiendo darle una vuelta y no caer en lo obvio. En el single “Efectos Vocales” pone a prueba su destreza como MC en una versión rap de esa canción infantil que consistía en decir la misma frase cambiando las vocales, ahora la A, ahora la E... Que no haya cambio no quiere decir que no haya evolución. En cuanto a las producciones, las sirven Soma, JC Moreno, Acción Sánchez y sus vecinos Cookin’ Soul, probablemente uno de los mejores combos de productores del panorama actual y vecinos suyos. “Cookin’ Soul son la polla. Hacen un tipo de producciones del tipo soul que es lo que más me llega, luminosas y llenas de alma. Tienen un talento universal y pueden hacer beats para cualquier rapero del planeta y hacerlo brillar. Somos amigos desde hace quince años y sigo flipando con lo que hacen. Cada vez que me envían beats nuevos es como si hubieran llegado los reyes magos. Siempre hablamos de hacer un proyecto conjunto”. Todo contribuye a hacer de “Un día en Suburbia” un trabajo continuista en el que Nach se reafirma en su manera de entender el hip hop como un instrumento para contar historias a pie de calle y combatir los demonios de dentro y de fuera. Quizás allí resida el secreto. En eso y en mantenerse fiel a uno mismo. También a su gente. Nach acaba de crear Magna Records junto a su manager Juan Cañas, con el que pretende dar una oportunidad a artistas. “En Alicante estamos haciendo cosas, uniéndonos, apoyándonos, maquinando y colaborando. A nivel de rap hay grupos que hacen cosas muy interesantes. Gente como La Odisea, Complotz o Contacto Táctico. Aunque quizás yo no soy muy objetivo porque son mi gente. Muchos no saben qué hacer para promocionar sus discos. Estamos un poco aislados. Por eso montamos Magna Records, para apoyar en lo que podamos”. “Esto es la cultura del respeto”, comenta en algún momento de la conversación. Él se lo ha venido ganando durante años.

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