No es que su vena sarcástica haya desaparecido de las letras, ni mucho menos, pero coexiste con cierta amargura. En lo musical, siguen transitando entre el rock alternativo, el indie, el kraut, la electrónica, el sonido cañí y la cumbia guitarrera con soltura y aplomo.
Me veo con el vocalista Javi Ferrara y su cómplice Marco (teclados) en las céntricas oficinas de Raso Estudio. En este tiempo han cambiado de bajista y guitarrista. “Es lo que pasa cuando te montas un grupo con cuarenta años y no veinticinco”, explican. Y por haber tenido un éxito orgánico. Su ritmo de directo -treinta y cinco bolos en lo que va de año- no está al alcance de quien tiene obligaciones familiares. En cualquier caso, todo queda entre colegas.
En breve actúan en el Monkey Week de Sevilla y han sido seleccionados en Artistas en Ruta. Viven en “una gira constante”. Esta vorágine podría llevarles a México, aunque para un grupo que no vive de esto, no es fácil cuadrar agendas. “Si pasado mañana tuviéramos la posibilidad de malvivir del grupo, nos lo plantearíamos. A corto plazo no es una posibilidad, pero estamos muy contentos de cómo están funcionando las cosas. Nunca me lo hubiese imaginado”, afirma Ferrara.
Escuchando el disco me ha dado la impresión que estáis en un momento de efervescencia…
(Javi) Es una buena impresión, pero el disco se grabó hace un año. Hace justo un año estábamos en La Mina, en Granada. Esto de los tiempos es un poco putada. No sé yo hasta qué punto el momento es efervescente, pero es verdad que no paramos de componer. En enero vamos a grabar cuatro canciones nuevas con Brian Hunt. Y en octubre volveremos con Raúl (Pérez) a grabar otro disco.
(Marco) Es verdad que desde fuera puede dar la impresión de que estamos todo el rato grabando canciones. Desde que grabamos el disco van saliendo singles, uno cada mes. Supongo que los nuevos temas saldrán en marzo.
(Javi) Lo suyo en estos tiempos que corren es intentar dilatar el contenido lo máximo posible. Por un lado está guay, pero por otro es una puta mierda, porque estás atado a la inmediatez. Si no generas contenido todo el rato, te vas a la mierda. Por las plataformas, las redes sociales y todo este entorno, necesitas captar la atención constantemente. Si llevas un año sin publicar nada, parece que tu proyecto está muerto. En muchos casos no es así, pero como da esa impresión desde fuera, igual hasta se te pega.
Quizá esa sensación la tengo por la cantidad de ideas que metéis en la música y las letras. Algunas de ellas me han parecido, por cierto, más abstractas.
(Javi) Hay un poco de todo. Canciones como “Juancarlista” o “Todo el mundo menos tú” son más satíricas. Pero en temas como “A la luz de la luna” o “El reloj” me he forzado un poco a no escribir desde ese híper realismo absoluto que no deja lugar para la imaginación. Esta vez he buscado hacer letras que no fueran tan obvias. En cuanto a la música, es un poco la naturaleza misma del grupo: intentar abarcar, desde nuestras posibilidades y con nuestras limitaciones, la mayor parte de géneros que podamos. Luego al final quien te escucha y sigue te ubica en un espacio con el que está cómodo. Hay gente que te ubica en el cajón de León Benavente, hay quienes te ubican en el de Def Con Dos, otros en el de Ojete Calor… Podemos abarcar todos esos cajones y otros muchos. Yo creo que eso está guay. No veo a Ojete Calor haciendo “A la luz de la luna”. Ni a León Benavente haciendo “El reloj”.
(Marco) Tanto la música como las letras son bastante eclécticas. En unas escribe de amor, en otras va más a tocar las narices, en otras habla de algo abstracto. Una es rumba, otra más electrónica y otra más rock. El grupo es así.
“Nuestra base es el votante de izquierdas calvo mayor de 37 años”
Que eso funcione está muy bien.
(Javi) La última vez nos vimos en 2022. Entonces presentamos el disco en El Sol. Ahora estamos en 2024, y estamos a punto de agotar la But (Ochoymedio). Para nosotros es un hito de la hostia. Es el triple de aforo. Que tengas cierto seguimiento de la gente, que toques en sitio y esté lleno, que la gente cante tus canciones…el piropo es muy fácil y llena mucho, pero también es verdad que te da cierta confianza a la hora de afrontar la grabación de un disco y de dar un concierto. El otro día tocamos en Hondarribia y me trabé. En otro contexto de mi vida me hubiera muerto de vergüenza. Pero ahora me lo tomé a guasa. Y estábamos delante de dos mil o tres mil personas. Haber estado en tantas ciudades y tantos festivales te da cierta seguridad. Y a la hora de afrontar el disco, también.
(Marco) En el anterior estábamos un poco a verlas venir, no sabíamos cómo le iba a entrar a la gente, porque cada canción era una cosa. Sin embargo, funcionó bien, gustó. Cada vez vamos teniendo más público, y eso obviamente nos gusta, porque el trabajo que hacemos se ve correspondido por una respuesta. Este disco sigue la senda del anterior. Tampoco buscamos hacer música que le guste a la gente, yo por lo menos. Hacemos lo que nos da la gana, y de momento funciona.
¿Y cómo ha cambiado vuestro público?
(Javi) Es cada vez más diferente. ¡Saca el Spotify! (risas). Cada vez es más distinto, pero siempre tenemos la base pureta. Un votante de izquierdas calvo mayor de 37 años tiene bastantes papeletas de ser fan de Parquesvr. Por eso nos sorprende que haya un público más joven. Y sobre todo hemos captado un público que me encanta, y que me chocó al principio: mogollón de tías lesbianas. No sé por qué, pero está guay. Era un público que no esperábamos, y que estamos encantados de tener.
Las canciones de desamor son muy descarnadas. Por ejemplo, “Tu nombre es una puerta por cerrar”. El estribillo es muy efectivo. ¿Cuidáis especialmente los estribillos?
(Javi) No sé hasta qué punto los cuidamos. A mí se me da bien hacer letras, pero lo que son melodías, no tanto. Ahí tengo más carencias. Cuando hicimos “Tu nombre es una puerta por cerrar”, Marco hacía la coña de que parecía Miguel Bosé (canta imitándole). Pero sí, es una parte importante de una canción. No creo que abusemos de los estribillos como hacen los grupos de pop. Nosotros no los machacamos tanto.
(Marco) Yo creo que sí los cuidamos, pero sin saberlo. Muchas canciones tienen un estribillo pegadizo, pero no porque la canción se haya hecho a su alrededor. Por cómo canta Javier, cuando él se va calentando con la letra, repite un estribillo que al final se le queda a la gente.
(Javi) Ayer acabamos de cerrar dos temas nuevos y los estribillos son la hostia.
(Marco) Son buenos, pegadizos, pero inconscientes.
¿Creéis que os habéis desprendido definitivamente del sambenito de grupo de cachondeo?
(Javi) No lo sé. ¿A ti qué te parece?
Bueno, el grupo es sólido, y no da la impresión de ser de coña.
(Javi) A ver, en este país faltan referentes. Podemos hablar de Siniestro Total y muy pocas bandas más que hagan música sólida en cuanto a rock y directo, y que tengan en las letras un punto de vista jocoso, divertido. A nivel internacional sí hay muchos más ejemplos.
Se me ocurren, no sé, Ilegales, aunque la producción era extraña.
(Javi) Y tenían mucha mala baba. Jorge Ilegal parecía que te iba a partir la cara en cada estribillo. Yo estoy con una sonrisa. A mí me gusta ponerme como referente a IDLES. Es un grupo muy sólido en directo, pero sus letras son muy de cachondeo. ¿Qué pasa? Que son en inglés, y muchas ni se entienden.
Y musicalmente son más experimentales.
(Javi) Sí. Pero no sé si nos hemos quitado el sambenito. Según dónde vayamos. Este año tocamos en el Low, que es un festival un poco ajeno a lo que podemos hacer, y mogollón de gente nos dijo que éramos los nuevos Ojete Calor. Con todos mis respetos y cariño, tienen unos temas de la hostia, pero no estamos en la misma sintonía.
(Marco) Yo veo en los conciertos las dos cosas: gente que baila con los ojos cerrados en “Arde, quema, duele”, que es más lentita, y gente que sólo va para escuchar “Pelotón…”.
(Javi) “Lance Armstrong” tuvo una repercusión, pero a la gente que ha llegado más recientemente le da igual. Hay un tema del segundo disco que hemos recuperado, “Las nubes”, que a la gente que ha llegado nueva le encanta. En este disco puede ser “Tu nombre es una puerta por cerrar” o “Todos menos tú”.
Que tiene una frase fabulosa: “Media fiesta persiguiendo al de Sonido Muchacho”. Y luego, en otra está lo de “Siempre viva Murcia, pero nunca Suecia”. Veo que sigues haciendo amigos…
(Javi) Lo de Viva Suecia fue una gilipollez: fuimos a tocar a Torrelavega, nos hizo una entrevista un chico y nos dijo que la semana anterior estuvieron Viva Suecia y les preguntaron por una frase que tenemos de otra canción, “Juancarlista”. Ahí decimos que “Si el mundo fuera España, España sería Murcia”. Y los chavales no se la tomaron bien, cuando es una frase súper interpretable. España es un sitio maravilloso y horrible a la vez. Como que nos estábamos cachondeando. Decían “¿y estos quiénes son?, pues anda que Leganés es muy bonito…”. Pero coño, si no me estoy metiendo con Murcia. que es un sitio maravilloso y horrible, al igual que España. De ahí viene la frase. Un territorio más pequeño puede representar todos los defectos y las virtudes del país. “No sufro por amor, sufro de alopecia, siempre viva Murcia, pero nunca Suecia”.
“España es un sitio maravilloso y horrible a la vez”
Otra gran frase. Y es de coña.
(Javi) Yo no quiero herir los sentimientos de nadie. No es un ataque a Viva Suecia, es una broma. Ni lo habrán escuchado…
Pero combinas este lado satírico con letras muy sentidas de desamor. Románticas. Como “Tu nombre…”
(Javi). Sí, fíjate que no estoy en un periodo de desamor precisamente, pero sí. Yo soy una persona que intenta anticipar todas las cosas de la vida, y al hacerlo, siempre miro los problemas que voy a tener en el futuro. Y tomo decisiones en el presente para poder solucionar esos problemas. Muchas veces no soluciono los problemas que tengo ahora por eso. Y “Tu nombre es una puerta por cerrar” viene de que tengo una relación con una chica con la que tengo una diferencia de edad, y entonces pienso que tarde o temprano acabará. Nos llevamos muy bien, nos queremos mucho, pero siempre estoy con eso. Al final, todas las puertas se cierran.
En ese mismo sentido está la letra de “The Last of Us”.
(Javi) Es un poco lo que pasa en este mundo del siglo XXI. Me lo planteé un día. ¿Cuando lo dejas, qué pasa? Porque claro, todo el mundo comparte contraseñas de todo…
Hay amargura en bastantes de las canciones.
(Javi) Sí, es un discurso un poco amargo, pesimista. Con los años, yo al menos me he vuelto una persona muy escéptica. Me creo poco o nada de nadie. Ningún político me ilusiona o decepciona, porque ya no me los creo. No me creo cualquier tipo de promesa que me puedan hacer. No puedes ir todo el día pensando que todo el mundo te va a engañar, pero al tener ese escepticismo nada te duele demasiado. Es como es el planeta Tierra.
Me decíais que grabasteis de nuevo en La Mina con Raúl Pérez. ¿Ya en su nuevo estudio de Granada?
(Javi) Sí. Si Sevilla era brutal, Granada es increíble
(Marco) Es “la casa del príncipe de Bel-Air” (risas).
(Javi) Si llevas el disco bien planteado, son unas vacaciones. Lo bueno que tiene Raúl es que según acaba la toma, te está pasando una premezcla. Es una máquina, y el trato humano es increíble. Lo vuelvo a repetir: para mí es lo más parecido a un maestro Jedi. Es imposible discutir con él. Al final impone su punto de vista demostrándote que te equivocabas. Para mí es un gusto, y por eso el cuarto lo vamos a grabar con él. ¿Para qué cambiar? Es un disco bastante continuista respecto al segundo, aunque creo que este tercer disco es mejor.
Hacia el final del disco os metéis a tope en sonidos latinos.
(Javi) Sí, fuimos a ver a Mancha y el Bloque Depresivo y nos planteamos hacer un bolerito. Al final nos salió una cumbia. Que se parece más a Los Rodríguez y La Cabra Mecánica. Apuntamos muy alto y acabamos en Los Rodríguez, que está guay (risas). Tienes influencias que no sabes que tienes, y Los Rodríguez evidentemente es una referencia increíble. A mí me gusta mucho Calamaro.
(Marco) A mí cada vez me gusta más él.
Y en “Frases de mierda” hay un claro homenaje musical…
(Javi) Claro, es “Words”, de F.R. David. Como era “Frases de mierda” tiramos por ahí. Y como la última canción, “Loquillo lleva hombreras” es una absoluta ida de olla, me pareció guay empalmarlas. Es la misma melodía. Yo no soy de repasar las letras que hago. A veces me salen movidas que me gustan mucho y esta me encantaba, pero era imposible hacer una melodía. Probamos de todo, y al final solté el rollo con una basecita de guitarra, para que luego que se nos fuera la olla con “a mí no me la das, Loquillo lleva hombreras” (risas). Fue la mejor forma que encontramos de hacer esa canción. Intentamos un rollo funky y no nos funcionaba. Es una pena, porque hacemos movidas musicales súper guapas que se pierden en el olvido.
Por lo que me cuentas del concierto de Madrid, entiendo que vuestras expectativas han crecido. ¿O no?
(Javi) Estaba hablando antes con Raúl de El Sol y me daba la enhorabuena por llenar la But. Y me decía que lo estábamos haciendo muy bien; en estos tiempos en los que parece que si no haces un WiZink no funcionas en la música, lo hemos hecho poquito a poco. Nosotros presentamos el primer disco en el Wurlitzer. Y el segundo, en El Sol, pero el fin de gira en Copérnico. Fuimos agotando todos. No es que hayamos pasado de El Sol a la But.
Así que el siguiente, en La Riviera…
(Javi) ¡No, no! Mucho tienen que cambiar las cosas. Hay un mal de mierda hoy, que es la necesidad de ir a un aforo mayor que el que te corresponde, de vender constantemente éxito. Si vamos a meter mil personas y agotar dos semanas antes del concierto, igual nuestro aforo es éste, o un poquito mayor. ¿Por qué nos vamos a meter en dos mil e ir agobiados, con el doble o triple de gastos? Buf.
Esas cosas ponen en peligro a los grupos.
(Javi) Claro, porque las expectativas, cuando no se cumplen, se transforman en frustraciones. Y las frustraciones son mal rollo. Cuando hay mal rollo, siempre buscas a un culpable, ya sea el manager, el booker, el sello, la de promo…y si no tienes a ninguno, será el bajista o el cantante. Y al final el grupo se va a la puta mierda. Hay que ir poco a poco y disfrutando de todo.
(Marco) Cuando íbamos a tocar en El Sol yo me preguntaba si vendría gente. Y en Copérnico igual. No es que fuera echando el freno, pero tenía más dudas. Él es promotor, y yo me preguntaba si iban a venir 700 personas a ver a Parquesvr.
(Javi) Y aún así, creo tener las expectativas bastante bajas. Veo a gente vendiendo quinientas entradas y queriendo hacer La Riviera. ¿Qué te hace pensar que puedes vender dos mil doscientas? “No es, que el disco va a ser, va a ser…” Va a ser. Eso es un condicional, y con condicionales no podemos trabajar, porque son incertidumbres. Vayamos a las certezas, y ojalá se agote. Entonces tendrás la certeza de poder ir a un aforo mayor. De momento no la tienes, estás especulando.
(Marco) Ir a las certezas es lo que han hecho Alcalá Norte.
(Javi) Que se han cargado el algoritmo. Nadie pensaba que lo iban a petar. Y está guay. Pero el disco lo presentaron en “El Sótano”. Y como agotaron, sacaron otro Sótano. Y ahora van a hacer dos Joy Eslavas. Así sí, está genial.
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