Tengo la sensación de que en los últimos tiempos medios de comunicación y público tendemos a juzgar y valorar al músico y a su obra por su capacidad para representar a colectivos determinados. Eso sucede tanto al contextualizar a Taburete, como a Juan Magán o a Chicos del Maiz. ¿A quién representa, a quién da voz la música de Pablo Und Destruktion?
Si represento a alguien sería a aquellos que no quieren ser representados por colectivos simples. Y en ese sentido soy muy fiel a la tradición rockera de toda la vida, de Lou Reed, de Bowie, de Little Richard. Mi posición es la de la defensa del pensamiento crítico, por eso creo que soy tan minoritario en estos tiempos que corren. Con “Sangrin” y “Vigorexia emocional” me parece que creyeron que era uno más de esta hornada de cantautores políticos. Y de hecho eso fue rápidamente acaparado por un partido político con el que no tengo nada que ver.
¿Te refieres a esa ocasión en que Podemos Asturias puso una foto tuya en un cartel anunciando actividades del partido?
Eso fue brutal porque se hizo sin permiso. Pero que se me incluyera en el cartel era el síntoma de que se me asociaba con ellos. Con Podemos yo siempre simpaticé, y hasta toqué en el primer mitin de Pablo Iglesias para las Europeas cuando Podemos eran los Círculos, una organización extraparlamentaria que quería actuar en el Parlamento. Cuando tocaron poder yo rápidamente cambié mi relación con ellos. Desde mi tradición política al principio me pareció bien darles un voto de confianza y tengo que decir que, aunque no siento completamente traicionada esa confianza, me siento mucho más cómodo en un “nosotros” más abierto. Y en ese sentido tengo que decir que con los militantes de base, muchos de ellos amigos míos, el trato es muy bueno.
Volviendo a lo que ha sido la grabación propiamente dicha del disco, ¿qué buscas cuando decides irte a grabar con Paco Loco?
Junto a mi primer disco este es el que menos injerencia externa tiene. Lo grabamos todo en directo salvo voces y los sintes de Alfonso, y cuando llegamos allí las canciones estaban absolutamente cerradas.
Has reformado completamente la banda, en la que sólo permanece Javier Bejarano... ¿Tiene algo que ver con el hecho de que estuvieras compartiendo casi todos tu músicos con Fee Reega?
No, lo que pasó es que empezaron a implicarse tanto con el proyecto que cada uno empezó a hacer sus propias aportaciones. Y yo tengo claro que Pablo Und Destruktion no es un grupo sino mi proyecto personal, así que lo más natural era que cada uno pusiera en marcha sus propias historias para desarrollar esas inquietudes, y es lo que ha terminado sucediendo.
Si te parece bien vamos a hacer un repaso y comentar las nueve canciones que forman el disco. Empezando por esa coda que es “Preludio Corintio” que da paso a “Puro y ligero”. Una vez más con el amor como principal protagonista, un tema central en todos tus discos pero que aquí recibe un tratamiento diferente. ¿Es este el disco hippy de Pablo Und Destruktion?
Un poco sí (risas). Hippy sórdido, rollo Charles Manson. Es un disco de amor armado, que es uno de los títulos que se barajaron inicialmente. Automáticamente cuando se crea el amor se crea la guerra. Por eso cuidad de juzgar con tanta certeza la violencia como construcción social, como algo que se puede arreglar simplemente modificando una ley. Somos sacos de boxeo, y los puñetazos nos los dan fuerzas ancestrales. El amor y el odio son dos de ellas.
"Estoy deseando que el siguiente presidente sea musulmán, he perdido la esperanza en los discursos occidentales"
Ese fraseo que dice “Me arrepiento me arrepiento” puede que se convierta en el momento más reconocible del disco. ¿Qué supone para ti el arrepentimiento?
En este tema traté de hacer examen de conciencia, pero todo es muy simbólico y me arrepiento mucho más de lo que digo en esa canción. De hecho me parece lo más antirock posible que se pueda hacer una canción de arrepentimiento. Desde el “My Way” de Sinatra todo ha sido un no arrepentirse de nada, y eso ya no vale. Cuántas veces he escuchado yo en mi vida que la culpa no sirve para nada. De qué, colega. Sin culpa no hay juicio y sin juicio no hay libertad.
Antes ya hablamos un rato sobre “Un salario social”...
Sí. Es una canción yihadista: sólo por medio del esfuerzo introspectivo alcanzas la superación: “Cavando mi propia tumba encontré oro”.
En “El enemigo está dentro” hay una sucesión de imágenes muy provocativas en el contexto actual. “Que reviente Occidente”, “Por fin llega un nuevo dios” , “Larga es la espada del sur”,... Teniendo en cuenta que en ocasiones has hecho una defensa explícita de la violencia, me recuerda a la polémica del último libro de Houellebecq, cuando explicaba que Francia estaba condenada por la espiritualidad musulmana y que debía reaccionar o desaparecer. Que al final no es una tesis tan alejada de las del Frente Nacional...
Ellos ya han ganado porque no tienen miedo a pelear y porque tienen más hijos que nosotros. El espíritu está para eso: todas las religiones y las ideologías se materializan en valor para pelear y valor para hacerte cargo de tu prole. Si nosotros no tenemos ninguna de esas dos cosas, adiós.
Ese discurso también suena un poco a columna de Pérez Reverte...
Que suene a lo que tenga que sonar, me da igual, a las pruebas me remito. Esto hila con otra canción, “Conquistarías Europa”. Dice Al-Qaeda que “conquistaremos Europa sin pegar un tiro, sólo con los vientres de nuestras mujeres”. Y es verdad. Podemos aquí debatir lo que queramos, tener poliamores, pasarlo bien y contar con unos días libres. Pero esta gente va a estar currando en locutorios y tiendas de ultramarinos y pariendo. Haciéndose cargo de eso, que es una putada pero que es la vida. Al final la gente muere y vive, y si nosotros morimos mas y ellos viven mas, dentro de cien años sólo quedan ellos y decidirán la ideología existente. Es una vergüenza decir “no tengo hijos porque no me los puedo permitir”. ¿Es que hace 700, 80.000 años, nuestros ancestros se lo podían permitir? Tú estás aquí por todo eso. Di que no tienes hijos porque eres cobarde, di que no tienes hijos porque eres perezoso, porque eres lujurioso, envidioso, avaricioso,...
Y a mí en realidad todo esto me parece bien, y es lo que me diferencia de Pérez Reverte. Pero no lloremos. Al menos celebremos el fin de nuestra cultura. El Islam ya está aquí y en realidad nunca ha dejado de estarlo: en España pasó más tiempo el Islam de lo que lleva el Cristianismo en América. Y ¡viva!, yo estoy deseando que el siguiente presidente sea musulmán, porque he perdido la esperanza en los discursos occidentales.
¿Y en los “discursos musulmanes” aún la mantienes...?
Bueno, al menos me dan cierta curiosidad. Casi es un ejercicio de cinismo...
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