OTILICOS ANONIMOS

Uno de los mejores culebrones que nos ha dado durante estos últimos años la cultura popular ibérica ha sido sin duda el de Discípulos de Otilia/Los de Otilia. Tras un año de digestión, la historia parece olvidada por quienes responden a nuestras preguntas. Será porque han alcanzado la madurez, una madurez que ha dado su fruto en disco: «Otiliamina Pura». Un trabajo que deja sin esperanzas a quienes esperaban un nuevo capítulo en la serie televisiva del best seller otílico. El resultado de la contienda han sido dos bandas y unos recuerdos que ahora suenan a risa y que para nada han afectado al resultado de su nuevo disco. Los apuros, de todo tipo, han renovado las energías de la banda así como parte de la plantilla. En un solo año han conseguido resurgir de sus cenizas, cual ave Fénix, editar nuevo disco, «Otiliamina Pura» (Tralla 99), y dar forma a su nuevo directo. «Ha sido un año muy duro. Tras el incidente sufrimos problemas económicos y no económicos, pero teníamos ganas de seguir. Volvemos a ser una banda numerosa que ahora se comporta de una manera más profesional. Los nuevos miembros han renovado las energías de los que ya estábamos en la banda original. Antes era el grupo de amigos del cole y ahora es una banda de música». Su directo, precisamente, les llevó hasta donde estaban hace un año. Por ello, una pregunta que a cualquiera le vendría a la cabeza es cómo ha reaccionado su público a tantos cambios. «De cara al directo no han cambiado muchas cosas. Seguimos siendo dos cantantes y la idea del directo que tiene la banda es la de la fiesta y el desparrame, supongo que es por esto por lo que la gente ha reaccionado bien con nosotros». El disco es la otra parte de la banda que hacía falta ver. ¿Afectarían las nuevas incorporaciones al sonido de la banda? ¿Habría suficiente compenetración entre sus miembros? ¿Iban a repetirse los mismos errores del pasado? ¿Qui lo sa? Sin ser fantástico, por lo menos el nuevo disco resulta mucho más sincero que «Otílicos Perdidos». Dan todo lo que pueden y se les puede agradecer su honestidad. El estilo es un ska mucho más acurado que en anteriores ocasiones. Han dejado a un lado algunas de las influencias del pasado que ahora no venían a cuento para decidirse a trabajar más sus propias posibilidades. Y puede que donde más se vea sea en las guitarras. Atisbos de The Jam, The Beat o The Clash y mucho toque británico han conseguir realzar temas como «Buen Viaje» y «Dolly» entre otros. «Hemos contado con la colaboración de un ex-Skatalà, Jordi, y le hemos dejado meter muchos toques británicos dado que la mayoría de sus influencias provienen de allí y el resultado nos ha encantado. El resultado del disco es un ska a nuestra medida, rudo pero sereno». Ahora solamente falta esperar a ver como les funcionarán las presentaciones y la gira. Ellos están deseosos de empezar a trabajar fuerte de nuevo. Así que la respuesta estará allí fuera, sobre los escenarios...