Cuéntanos un poco como te empezaste a interesar por la música y hacer canciones, ¿qué recuerdos musicales tienes de cuando eras pequeño? La música me gusta desde siempre, mi hermana siempre me hacía escuchar un montón de grupos y me encantaba. Después descubrí el heavy metal y a los pocos meses ya hice una banda con mis amigos del pueblo. Recuerdo cuando decidí que tenía que aprender a tocar la guitarra, que fue porque flipaba con los solos de Judas Priest jajajaja.
Has formado parte de un buen puñado de bandas (Vicky Polard, Bulto o actualmente Boyanka Kostova) que poco o nada tienen que ver con la pista de baile. ¿Cuándo te empezaste a interesar por hacer música más bailable? ¿Crees que la importancia de las orquestas en Galicia ha tenido algo que ver en ello? Me empecé a interesar por este tipo de música electrónica para bailar, sobre todo, por el formato, que te permite trabajar en casa y hacer música sin necesidad de quedar con mucha gente. También porque es un estilo más abierto a todo tipo de público. Al final, a mí me gusta que haya personas en los conciertos de todas las edades y tipos. Con Boyanka Kostova no hemos hecho mucha música de baile, pero cada vez estamos tirando más por esos caminos. Se pasa bien. Respecto a las orquestas, considero que están ahí, son una influencia inconsciente, porque forman parte de la realidad, pero tampoco es lo que más me inspira.
"Respecto a las orquestas, considero que están ahí, son una influencia inconsciente, porque forman parte de la realidad, pero tampoco es lo que más me inspira"
Hasta hace muy poco eras una de las dos mitades que conformaban Esteban y Manuel. ¿Sientes que Ortiga es en cierto modo una continuación de la música que hacías con Esteban o te lo planteas más como un punto y aparte? ¿Musicalmente qué diferencias destacarías tú entre ambos proyectos? Entiendo que se pueda entender así porque es probable que este proyecto ocupe el lugar del otro en algunos aspectos. Además, hay muchos elementos y conceptos (voz, percusiones...) que son los mismos; pero el contexto es otro. Aun así, para mí es muy distinto, obviamente. Las principales diferencias musicales pueden ser que E&M teníamos un sonido más cerrado y rock-estándar (percusión, bajo, teclado, guitarra y voz); y con Ortiga caben otras cosas, como sonidos de viento-metal, sintetizadores, sampler, incorporo y aprendí a tocar otros instrumentos...
Si no me equivoco, Ortiga es tu primer proyecto unipersonal, ¿cómo afrontas tanto el tema composición como los directos con respecto a tener que depender de más gente? ¿Te sientes más a gusto teniendo total libertad? Ya tuve un proyecto solo una vez, en 2015, pero no grabé nada y casi no di conciertos. Componer solo es como con gente; hay que acostumbrarse. Creo que lo más difícil es ese proceso. Luego mola porque es muy relajado. Los conciertos ya son otro rollo porque exigen un montón de responsabilidad. Es difícil adaptarse, pero, en ambos aspectos, poco a poco y con mucho ensayo-error, acaban saliendo las cosas. Me gusta tener libertad total porque te permite expresarte más fielmente a lo que quieres hacer en cada momento.
Aunque buena parte de tus influencias (cumbia, merengue o salsa) retrotraen al pasado, ¿qué artistas actuales has escuchado o te han influenciado a la hora de llevar a cabo “Chicho y sus Chichas”? ¿Qué sientes que aporta traer esos géneros al contexto musical actual? Me gustan esos géneros porque son populares y pura fiesta, dejando a un lado el componente intelectual rancio. Y yo, como no tengo una banda, pero sí caja de ritmos y auto-tune, mi punto de vista de esos géneros acaba teniendo este resultado final. De artistas actuales que me hayan influido directamente para hacer el disco podría destacar Omega el Fuerte, Dengue Dengue Dengue, Malandrómeda, Bad Gyal, Novedades Carminha, Oh Ayatollah, Dellafuente...
Amor y desamor se vuelven temáticas bastante recurrentes en estas canciones. ¿Qué importancia tienen para ti las letras? Las letras son muy importantes porque es lo que más capta la atención de la gente y con lo que más se empatiza. Trato de contar un poco lo que me va pasando en la vida, que es lo que tengo a mano. Suelo tener unas melodías de voz claras y voy diciendo cosas aleatorias. Las frases que más molen o más gracia me hagan se quedan. También le pido ayuda a amigos para hacer letras, o directamente las hacemos juntos. "Pistolera" la hice con Cibrán de Boyanka Kostova; y "Acostumbrao" la hizo Nuno de Grande Amore.
Las versiones de ‘Para No Ia’ de Pedro La Droga y ‘Las Motos de Agua’ de Cuchillo de Fuego aportan un matiz más relajado a la tónica general del disco. ¿Cómo surge la idea de llevar a la verbena propuestas tan alejadas a la tuya? "Para no ia" es un tema que tiene una letra maravillosa y un día le dije a Pedro Ladroga que me encantaría hacerle un remix. Por el tempo que tiene creí que podía hacer algo similar al dub, que estaba escuchando bastante en ese momento, y salió esto. Cuchillo de Fuego me gustan un montón y les pedí hacer su tema "Las Motos de Agua", que me parecía el que tenía la letra más adaptable a mi imaginario. Pienso que el resultado de mi versión es interesante, porque no tiene nada que ver con la versión original. Es una especie de cha cha cha lo-fi bastante oscuro. Menos hit que el suyo, eso sí… jajaja
La producción corre a cargo de O Hevi (Malandrómeda, Fluzo, Juanito Broders). ¿Cómo ha sido trabajar con él? ¿Qué te ha podido aportar que no pudieras conseguir por tu cuenta? Trabajar con él es muy guay porque ya hemos grabado muchas veces antes (Vicky Polard, Boyanka Kostova, Esteban & Manuel) y sabemos cómo queremos que sean los procesos y las actitudes. Él me ayuda sobre todo a desarrollar mi faceta investigadora y creativa. Siempre me anima a hacer cosas nuevas y a darle una vuelta más a todo. Además, tiene unos conocimientos técnicos brutales y siempre estoy contento con el resultado final.
Tanto el apartado estético como la puesta en escena destilan bastante humor. ¿Qué importancia tiene para ti lo festivo y la retranca en Ortiga? ¿Te interesa que los directos se conciban más como una fiesta? Sí, me gusta que los conciertos sean una fiesta y que la gente sepa que va a ir a pasárselo bien, porque así me lo pasaré bien yo, también. Y ‘retranca’, no sé... soy de Santiago.
Por todos los géneros de los que bebe tu música parece bastante difícil encasillarte dentro de una escena. ¿Sientes que eso puede ser más una ventaja o un inconveniente a la hora de encontrar un hueco dentro de la industria? Tampoco es algo en lo que piense demasiado. Hago la música que me sale con los medios que tengo, simplemente. Si después es difícil de encasillar porque no hay nada que sea muy parecido, pues está bien, puede que sea porque tiene personalidad.
Ya para acabar, ¿cuál sería para ti el lugar ideal en el que disfrutar de un concierto de Ortiga? Para mí, el lugar ideal para ver un concierto de Ortiga sería en una fiesta patronal guapa. Noche de verano.
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